Coronavirus. “Situación crítica”: La propuesta de 100 sanitaristas para atenuar los daños de la segunda ola
El Grupo PAIS propone 20 puntos para gestionar la pandemia con información y transparencia frente la incertidumbre social
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Ante la suba abrupta de casos y la tensión en la que está el sistema sanitario por la reorganización para responder a la segunda ola de Covid-19, un centenar de especialistas en salud pública pidió a las autoridades “generar las condiciones” para reducir el impacto que podría tener en la población.
“No saber cuánto durará la crisis sanitaria y qué efectos colaterales tendrá́ en la economía y el bienestar de las personas, sumado a la aparición de nuevas variantes del virus, son algunos de los elementos que se plantean en un escenario de segunda ola cargada de incertidumbres”, indicaron a través de un comunicado.
En ese texto, el Grupo PAIS (Pacto Argentino por la Inclusión en Salud) propone 20 puntos para gestionar la pandemia, las medidas de prevención, la vacunación y el acceso a los servicios de salud. Son 100 profesionales de múltiples disciplinas e instituciones que se dedican a la salud pública. Desde 2012, elaboran propuestas normativas para lograr un sistema de atención más integrado y equitativo.
“Ante el incremento sostenido de casos, la introducción de nuevas variantes del virus, el agotamiento físico y mental de los equipos de salud y las limitaciones para vacunar a la población de riesgo con el consecuente impacto sobre la capacidad de respuesta del sistema de salud, es necesario actuar con urgencia y contundencia para mitigar los daños que esta segunda ola puede producir”, evalúa el grupo.
A través de un comunicado, advirtieron que “de mantenerse el ritmo de contagios y los fallecimientos confirmados en la última semana, los primeros se duplicarían en menos de tres meses y las muertes lo harían en menos de seis meses”.
El diagnóstico de situación indica que el sistema sanitario cuenta con 11.668 camas de terapia intensiva y 8602 respiradores. “Estos recursos son gestionados por 1800 profesionales intensivistas de adultos que, de acuerdo al requerimiento ideal de dos médicos intensivistas y un residente superior de medicina interna cada 12 camas, no es suficiente para cubrir las necesidades de atención –plantean–. En la medida que el porcentaje de ocupación de camas siga creciendo, la saturación de los servicios de salud será inevitable.”
Ayer, el Ministerio de Salud informó que hay 3879 pacientes con Covid-19 internados en las unidades de terapia intensiva de hospitales y centros privados. Es decir que la pandemia está ocupando una de cada tres camas de terapia. El resto corresponde a pacientes con otros diagnósticos. Ayer, la ocupación de las camas de terapia intensiva en el país era del 62,7%, según difundió el Gobierno nacional.
Punto por punto
Los primeros puntos que proponen están orientados directamente a la conducción de la emergencia sanitaria, como lo explicó Carlos Vassallo Sella, presidente del Grupo PAIS y titular de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional del Litoral.
“Es fundamental en estas instancias de incertidumbre tender al fortalecimiento de los mecanismos de gobernanza, transparencia y ética pública, elementos imprescindibles para la eficiente conducción y liderazgo de la pandemia –dijo Vassallo a LA NACION–. Ya no son tiempos de generalizaciones. Necesitamos sintonía fina basada en información cierta y en evidencia científica. La creación de un foro interdisciplinario con participación de sociedades científicas, organizaciones de la sociedad civil y universidades podría aportar al desarrollo de un marco de confianza y generación de consensos para sostener las políticas públicas que se requieren.”
Zulma Ortiz, vicepresidenta del Grupo PAIS y subdirectora del Instituto de Epidemiología de la Academia Nacional de Medicina, evaluó que “la situación es crítica” y consideró que es momento de ampliar a los esfuerzos que se hicieron para preparar el sistema destinado a contener y mitigar el daño.
“Hoy se necesita sumar acciones de prevención y control en la comunidad –detalló Ortiz–. Desarrollar una política de búsqueda proactiva de casos incrementando los testeos, rastreo de contactos y aislamiento de los casos positivos, y articular las iniciativas de vigilancia comunitaria para la identificación de casos y apoyo del aislamiento que se han venido desarrollando en varias jurisdicciones del país.”
Por su parte, el Secretario General del Grupo PAIS, Adolfo Sánchez de León, especialista en gestión sanitaria, consideró “clave” gestionar la prevención. “Para eso, es necesario monitorear la ocupación de las camas de cuidados intensivos y otros indicadores que permitan, si es necesario, establecer restricciones mayores a la movilidad de la población por períodos de 15 días en las zonas geográficas y para los grupos poblacionales que así lo requieran –indicó–. Pero nada de esto tendrá resultados si no completamos la vacunación de cada grupo de riesgo en forma escalonada establecido en el Plan Estratégico de Vacunación para Covid-19 y se cumpla con los esquemas completos de cada vacuna, como lo estableció por la comunidad científica internacional.”
Otros puntos propuestos incluyen reforzar el acceso a los servicios de atención primaria en todo el país, mejorar el control en los puestos fronterizos, mejorar la comunicación tanto hacia el interior de los gobiernos nacional y provinciales así como también orientar los mensajes de cuidado a los grupos con conductas y condiciones de mayor riesgo con énfasis en la consulta precoz y el reconocimiento de los signos de alarma sin automedicación.
“Es necesario brindar mensajes claros y perspectivas ciertas acerca de la posibilidad de que la situación crítica pueda persistir en el tiempo”, coincidieron los especialistas.
La vacunación no quedó fuera de las propuestas. Además de aconsejar “hacer los máximos esfuerzos” para conseguir más dosis en negociaciones con todos los proveedores disponibles, los sanitaristas se expresaron a favor de que Salud distribuya las vacunas de acuerdo con la proporción de población de riesgo de cada distrito, en lugar de hacerlo, como hasta ahora, por la de población general. Plantearon, además, la necesidad de coordinar estudios serológicos locales “para evaluar tanto la efectividad como el plazo establecido para diferir la aplicación de la segunda dosis”.
Por último, y a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, los especialistas recomendaron “fortalecer el acceso a los servicios de salud de todas las personas con enfermedades agudas o crónicas que requieran atención”, sin olvidar la salud mental. Ayer, el presidente Alberto Fernández afirmó que “el sistema sanitario también se relajó” al referirse a la alta ocupación de camas en el sector privado.
“Cuando los contagios estaban disminuyendo, abrieron puertas a atender otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar, pero que creyeron que era oportuno tratarlos ahora”, dijo el mandatario. Eso provocó la reacción de los profesionales que están atendiendo a pacientes con otras enfermedades desatendidas el año pasado debido a las restricciones. “En el sistema privado, se acumuló un número de camas utilizadas que hoy en día pueden ser muy necesarias para atender Covid-19”, continuó el mandatario.
La lista de propuestas de los sanitaristas cierra con el escenario menos deseado: “Convocar a los comités de ética hospitalarios para activar, de ser necesario, el protocolo de ética para la utilización de las camas de cuidado intensivo”.
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