Durante siglos, las enfermedades infecciosas afectaron a la humanidad y causaron millones de muertes en todo el mundo. Pasaron muchos años hasta que se descubrió al agente patógeno que causaba una enfermedad y otro tanto para desarrollar una vacuna.
Trece días después de que se conocieran los primeros casos del nuevo coronavirus en Wuhan, el gobierno chino compartió la secuencia genética completa del virus en una base de datos pública. Esto, junto con otros motivos, permitió que la comunidad científica comenzara la investigación para una vacuna a una velocidad nunca antes vista: en marzo se iniciaron los estudios de las primeras vacunas en humanos y hoy hay seis de estas que se encuentran en fase clínica avanzada. Se estima que una vacuna estará disponible para 2021, lo que significaría un desarrollo de vacuna en tiempo récord. Sin embargo, los especialistas advierten que una vacuna debe demostrar que es segura y efectiva para su uso en la población, por lo que debe pasar por todas las etapas regulatorias antes de su aprobación y distribución masiva.
