Detuvieron a uno de los presuntos asesinos de Lourdes Espíndola, la policía baleada en Ituzaingó
La policia de la provincia de Buenos Aires detuvo hace instantes a uno de los presuntos autores materiales del asesinato de la joven policía Lourdes Espindola, identificado como Jorge Pablo Di Blasi, de 37 años.
El sujeto fue aprehendido en la localidad de Ituzaingó. La captura se dio tras una investigación que incluyó testigos y cámaras de seguridad. Se siguieron los pasos de Di Blasi minuciosamente a partir de los lugares que solía frecuentar. El hombre tiene un antecedente de noviembre de 2017 por una causa de portación ilegal de arma de guerra radicada en la UFI N° 1 de Ituzaingó, a cargo del Juzgado de Garantías N° 1 de Morón.
Espíndola, de 25 años, fue baleada el último sábado cuando esperaba un colectivo en la avenida Quintana y colectora del Acceso Oeste, al término de su servicio de custodia en el peaje de la autopista, en Ituzaingó. Allí fue atacada por aparentemente tres hombres que se desplazaban en un auto: al verla, uno de ellos bajó al grito de "todos al piso" y le disparó por encima del chaleco antibalas, acertándole un disparo entre la clavícula izquierda y la tráquea, que le cercenó la carótida. Luego, le robaron el arma. En un comunicado, el Ministerio de Salud de la Nación, del que depende el Hospital Posadas, donde se encontraba internada la joven, informó la muerte cerebral de la paciente.
Espíndola, que tenía dos hijos, había entrado a la policía bonaerense hace tres años y cumplía tareas de policía adicional en el peaje Quintana B del Acceso Oeste, mano a Capital.
Al enterarse de que su pareja había sido baleada y que luchaba por su vida, Fernando Altamirano, quien tiene 34 años y también es oficial, declaró ante la prensa : "No se puede vivir más en este país. Ya no quiero ser policía; tengo dos hijos que son el amor de mi vida y no voy a permitir que se queden sin papá".
"Me tiraron un tiro, me tiraron un tiro. Me muero, me muero, me muero". Ese fue el último mensaje de voz que Lourdes Espíndola le envió a su pareja, Altamirano, quien la esperaba en su casa junto a su hijo.
Luego de que la familia conociera que los médicos habían diagnosticado con muerte cerebral a la joven, se inició el proceso para la procuración de órganos a través del Incucai y Cucaiba.