El cementerio cumple hoy 180 años en Recoleta

Los vecinos del barrio porteño de Recoleta dieron ayer cierre a una serie de reuniones que realizaron durante la última semana para conmemorar los 180 años de la tradicional necrópolis. Conferencias acerca de la rica historia del camposanto metropolitano, exposiciones fotográficas de las esculturas restauradas y visitas guiadas por este laberinto que alberga mausoleos y tumbas de próceres y familias patricias pudieron ser disfrutadas por los visitantes que se sumaron a los festejos durante la última semana.

Los preparativos estuvieron a cargo de la Asociación Amigos del Cementerio de la Recoleta (Adacre), integrada por los propietarios y las personas interesadas en mejorar el barrio. También colaboraron la Secretaría de Obras y Servicios Públicos del Gobierno de la Ciudad y la Dirección General del cementerio.

En tanto, hoy, a las 17, la Subsecretaría de Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires presentará un programa para revalorizarlo en el Peristilo del Cementerio de la Recoleta. Este consistirá en la conservación y restauración de bóvedas, sepulcros, túmulos y esculturas. Luego habrá una recorrida y se anunciará la segunda etapa de recuperación de esculturas. También inaugurarán la galería de nichos número 17, construida en 1869 y remodelada en 1881.

La historia del camposanto

En 1732, el Pago de los Montes Grandes llegaba desde San Isidro hasta el ejido de Buenos Aires y respondía en estos lugares al nombre de Recoleta, proveniente del Convento de los Padres Recoletos.

Esta casa religiosa se levantaba en el solar que recibió el vecino fundador de la ciudad de Buenos Aires, Rodrigo Ortiz de Zárate, en la distribución de tierras efectuada por Juan de Garay en 1583.

Con el tiempo, bajo las naves de la iglesia hallaron descanso los restos de personajes prestigiosos nacionales y extranjeros, y a la sombra de sus muros se formó un camposanto.

El 17 de noviembre de 1822 un decreto del gobierno de la provincia de Buenos Aires transformaba en cementerio secular al camposanto contiguo, y disolvía la comunidad religiosa. Estaba firmado por el gobernador general Martín Rodríguez y su ministro Bernardino González de Rivadavia.

Se encargó el trazado del cementerio al arquitecto francés Próspero Catelin y a su colega Pierre Benoit. Y en 1881 el presidente Torcuato de Alvear le encomendó al arquitecto Juan Antonio Buschiazzo las obras de remodelación de la necropólis.

Entre los mejores del mundo

Así comenzaron una serie de construcciones grandiosas, de estilos diversos y nobles materiales, adornadas por importantes esculturas, obra de autores nativos o de destacados talleres europeos. Y el humilde camposanto se convirtió en una monumental ciudad de los fallecidos.

Considerado el segundo más importante del mundo, detrás del de Génova, 4000 turistas de diferentes puntos del planeta visitan semanalmente el cementerio de la Recoleta.

Allí descansa la mayoría de los presidentes y vicepresidentes argentinos; los hombres de Mayo de 1810; los guerreros que le dieron al país la Independencia; los sabios y los pensadores y los empresarios que forjaron la grandeza nacional. Gran parte de la historia argentina está reflejada en los 7000 monumentos.

Decía de él Borges: Convencidos de caducidad por tantas nobles certidumbres del polvo, nos demoramos y bajamos la voz entre las lentas filas de panteones...