El color de los fans tiñó la previa del recital

LA PLATA.- Ayer, desde temprano, ya se podía ver en los alrededores del Estado Único de esta ciudad, lo que era capaz de suscitar Paul Mc Cartney. De eso, daba fe Vitoria Muñiz, que ocupaba el primer lugar en la larga fila para ingresar al show que anoche dio el ex beatle. La joven de 21 años, que tiene tatuado el nombre de la canción "Let It Be" en el omóplato izquierdo, llegó desde Brasil junto con tres amigos.

A su lado, estaban sus compatriotas, Vanesa -vestida con un traje que remite a uno de los discos de Los Beatles, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band - y Karina. Las jóvenes integran un grupo de fans que viajan por América latina para seguir los pasos de Mc Cartney. "Como esta vez no va a Brasil nos vinimos para acá", dijeron.

Vanesa Varela vino desde el norte de Uruguay sólo para ver a su ídolo. "Me tomé cuatro colectivos para llegar hasta acá", dice la mujer que llegó junto a su amiga Angelina Grattone. Ambas dibujaron un enorme corazón rojo de cartulina sobre el que se lee: "Paul".

Otro fanático que estaba en los alrededores del estadio era Federico, que acompañado de su hijo, de 7 años, llegó desde General Madariaga. Estaban emocionados por ver a McCartney. "En nuestra casa, todos escuchamos a Los Beatles", dice.

En la zona, todo tenía reminiscencias beatle. "All You Need is Empanadas", se leía en un cartel para atraer a los comensales. Un parrillero improvisado promovía su negocio con un anuncio en el que estaba escrito: "Paul Mc Carne". En los barrios cercanos, los vecinos habían instalado, en sus casas, puestos para vender comida.

La municipalidad desplegó un amplio operativo para impedir la venta ambulante en los alrededores. Sin embargo, ayer se podían ver algunos puestos.

También había unos 400 efectivos policiales. Y 40 móviles de la policía bonaerense, de Gendarmería y de la Agencia de Seguridad Vial que custodiaron la Autopista Buenos Aires-La Plata.

En los alrededores de las calles 25 y 32, la música del ex Beatle sonaba por doquier.

Vanesa, la brasileña vestida para recordar a Sgt. Pepper, fue una de las primeras fans en entrar en el estadio alrededor de las 17. Aún faltaban cuatro horas para que empezara el recital.