El trabajo de un grupo de internas del penal de Ezeiza
Tobías, de 12 años, fue el primer chico en recibir una mano mecánica 3D impresa en el Complejo Penitenciario Federal IV de Mujeres de Ezeiza. La pieza fue hecha por internas del programa de reinserción social Estrechando Manos, promovido por Atomic Lab junto con el Servicio Penitenciario Federal.
La prótesis fue construida mediante la impresión 3D con los colores de Dragon Ball Z, la serie de dibujos animados preferida de Tobías. El equipo de Atomic Lab, junto con Gino Tubaro, capacitó al personal del Servicio Penitenciario Federal y a las internas del complejo para poder realizar esta tarea.
Denise, Ariela, Gloria, Camila, Brenda, Marianela, Yrene y Flavia, que fueron las que construyeron la mano 3D, no solamente aprendieron nuevas tecnologías, sino que, también, se involucraron en el acto que busca la reinserción social al estimular, como señala el programa, el altruismo, la empatía y la solidaridad. La semana pasada, las internas conocieron, por videoconferencia, a Tobías. Él les mostró todo lo que puede lograr con su prótesis.
Técnica
El equipo de Atomic Lab imprime las manos en PLA, una fibra sintética biodegradable, considerada el material plástico más limpio de la gama, derivada de almidones vegetales. Con los años, la ONG fue perfeccionando las prótesis y comparte los diseños en la web, para que más personas se sumen a la cruzada. Una mano se imprime en 16 horas.
A los que tienen impresoras 3D y realizan las prótesis se los llama embajadores de Atomic Lab. El equipo de la ONG les envía los archivos para que las piezas sean las adecuadas para cada usuario y cubre los gastos de material. Por eso, las internas de Ezeiza son consideradas "embajadoras" del proyecto. Ya hay más de 1200 en unos 40 países.
Atomic Lab subsiste gracias a los aportes que hacen un grupo de patrocinadores y a las donaciones de empresas y particulares a través de su sitio www.atomiclab.org.
Además, la ONG aboga por que en las aulas de las escuelas públicas de todo el país se enseñe a diseñar e imprimir en 3D y, sobre todo, que se aprenda a partir de una práctica solidaria.