FluTracking: cómo funciona la plataforma digital que permite detectar brotes de enfermedades respiratorias como el Covid

La llegada del coronavirus SARS-CoV-2 provocó la movilización de toda la comunidad científica para encontrar soluciones y enfrentar a la enfermedad. Con la pandemia en retroceso, comienzan a aparecer otras patologías y, también, nuevas herramientas que permitirán detectar brotes de enfermedades respiratorias y hacer un seguimiento de todos los pacientes que se sumen en la Argentina.

Se trata de FluTracking, un proyecto desarrollado en una plataforma digital que consiste en una encuesta semanal voluntaria sobre enfermedades respiratorias, como el Covid y la gripe, con la que se genera un mapa y estadísticas de dichas enfermedades actualizado semanalmente. La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) trabaja desde hace más de un año con el doctor Nick Walsh, de la Monash University, en conjunto con el Departamento de Salud de Hunter New England del Gobierno de Nueva Gales del Sur (Australia) para lanzar la convocatoria que está activa desde ayer.

“Apuntamos a que participen 50.000 personas; vamos a tardar un poco, pero la idea es llegar a ese número en todo el país. Si logramos tener 100.000 personas, sería mucho mejor”, apunta el doctor Martín Stryjewski, jefe de internación del Cemic y miembro de la SADI. “La participación de la gente es espontánea, nosotros no vamos a convocar a nadie. Se pueden sumar a la web desde cualquier punto del país”, agrega.

¿Cómo funciona la herramienta digital? FluTracking monitorea la presencia de síntomas respiratorios y todos aquellos participantes que los han tenido y no poseen test de Covid o test negativo tendrán una devolución sobre su estado de salud y, en caso de estar atravesando alguna enfermedad, será alertado.

“Es imperioso recalcar que se ha vuelto a detectar circulación de gripe A en la Argentina, que da síntomas respiratorios en pacientes con test de Covid negativo. FluTracking incluye preguntas semanales como, por ejemplo, presencia de fiebre o tos, y también realización de tests. En la plataforma, todas las semanas se registrarán los síntomas respiratorios y se publicará dicha actividad en forma de mapa, gráficos y tablas”, explica Stryjewski, quien trabaja junto a su colega Analía Mykietiuk, ambos miembros tanto de la comisión directiva como de la Comisión de Investigación de la SADI. La importancia de esta herramienta es que permitirá detectar brotes de enfermedades respiratorias aun antes de que estén disponibles los resultados de los testeos.

Escenarios

La plataforma construye escenarios en función de mapas que se van actualizando con los datos que ingresan las personas en función de los códigos postales provistos por los voluntarios. Así se tiene una precisión geográfica, mayor en general que otros reportes de enfermedades respiratorias como el Covid-19 y la gripe. El registro inicial de los participantes tarda unos pocos minutos, y mediante un mail único de confirmación se activa el envío semanal de la encuesta, que para realizarse toma unos pocos segundos. Todos los voluntarios pueden también incluir a sus familiares o convivientes y cargar sus datos.

El novedoso método de seguimiento sanitario no recoge información personal por su política de privacidad, adhiriendo a la Ley de Protección de Datos Personales de la Argentina, aunque sí se incluyen datos sobre Covid-19. Antes del lanzamiento en el país ya estaba funcionando en Australia, Nueva Zelandia y Hong Kong, con la participación de más de 150.000 personas. Cada semana se suman 50.000 voluntarios más para reportar la existencia o no de síntomas respiratorios.

“Cualquier participante puede retirarse cuando lo desee y no recibirá más la encuesta. La participación es sin costo, solo se necesita gente que quiera colaborar con la detección de brotes de enfermedades respiratorias en la comunidad”, aclaró Stryjewski.

Los fondos para el desarrollo provienen de una beca del Departamento de Salud de Australia. El proyecto está auspiciado por la Universidad de Newcastle (Australia), el Ministerio de Salud de Australia, el gobierno de Nueva Zelandia y la SADI.