La historia real de Mala educación: el millonario fraude récord que destapó un grupo de estudiantes secundarios
Frank Tassone fue un funcionario estadounidense del ámbito educativo destacado por su dedicación. Desde que comenzó su gestión en 1992, levantó el nivel educativo y agregó programas muy innovadores y de impacto social en escuelas estatales de Roslyn, en Long Island. En todo el estado de Nueva York su trabajo era subrayado por ser rupturista y poner a la educación pública de su localidad entre las mejores de todo el país. Sin embargo, una década más tarde, se descubrió que a lo largo de diez años de trabajo en el Estado, Tassone cometió estafas que superaban los 11 millones de dólares, convirtiéndose en el caso de corrupción del ámbito educativo más grande en la historia del país. Lo más curioso de la historia, sin embargo, no fueron las magnitudes de los fondos desviados, sino la forma en la que se descubrió el caso: a través de un artículo escrito por estudiantes de 15 años en el diario escolar.
La historia de Tassone y su equipo (la causa involucra a otros funcionarios y empleados, como co-partícipes ý cómplices) fue retratada en Mala Educación por el joven cineasta Cory Finley, un joven director de 28 años que acaba de estrenar que se basó en el caso real para hacer su segunda película. La producción de HBO está protagonizada por Hugh Jackman, Allison Janney y Ray Romano y acaba de ser estrenada en la plataforma de streaming de la productora.
Frank Tassone, un dedicado referente de la educación pública
Tassone nació en el barrio neoyorquino de Bronx, y su carrera académica fue sobresaliente: terminó dos maestrías y un doctorado en el Teachers College de la Universidad de Columbia. Una de las razones por las que se destacó durante su gestión fue por la mejora en la performance que experimentaron los colegios del distrito: subió la tasa de estudiantes que completaron el secundario al 100 por ciento, y el 95 por ciento continuó estudiando en universidades. Las escuelas de la comunidad en la que trabajó fueron consideradas las mejores del país durante su período de actividad.
A fines de la década del 90, el periódico TheNew York Times dedicaba elogiosos artículos a su trabajo y en 1999 llegó a publicar una columna de opinión del propio Tassone. "Las crecientes exigencias de una profesión que todavía no está tan bien compensada como muchas otras, y una economía fuerte... amplía la brecha de ingresos entre la enseñanza y las carreras profesionales más lucrativas", escribió Tassone sobre el trabajo en el ámbito educativo. En 2004, además, el Wall Street Journal consideró a la escuela secundaria Roslyn High como la sexta mejor de Estados Unidos. Pero además, como superintendente del distrito introdujo programas de servicio comunitario entre los estudiantes secundarios, y propuso la enseñanza de idiomas desde el nivel inicial. Tassone, además, dio fuerte impulso a los clubes de lectura en su distrito, y como miembro activo del grupo, multiplicó por diez la cantidad de participantes del club literario Dickens Fellowship de Nueva York.
Mike Makowsky, estudiante de Roslyn cuando Tassone fue arrestado en 2004 y guionista del film que acaba de estrenar HBO sobre el caso, explicó a Vanity Fair: "Tassone había estado en el distrito escolar de Roslyn durante 10 o 12 años –y en ese tiempo, lo había hecho crecer hasta un punto de reconocimiento nacional… lo que significaba que la ciudad misma estaba bien ya que el prestigio escolar se relaciona directamente con cosas como el valor de las propiedades".
Sobre la forma en la que su equipo recibía abultados fondos públicos, añadió: "Los administradores pedían más y más dinero y, por el buen trabajo que hacían, los contribuyentes estaban felices de subvencionar. Sus hijos estaban ingresando a escuelas de categoría y les iba bien en la selectividad, además el valor de sus propiedades del distrito incrementaba. Fue realmente complicado y doloroso escuchar que esta persona tan amable y carismática, que había hecho énfasis en la calidad de la educación y en ayudar a los estudiantes, al mismo tiempo estaba cogiendo dinero de la caja, parte de los 11.2 millones de dólares que había robado. Realmente nos sorprendió a todos en la comunidad y se vivió un sentimiento profundo de traición".
Un fraude récord en la educación estadounidense
El desvío de fondos de Tassone se descubrió por etapas. La punta del iceberg fue cuando, en octubre de 2002, su supo que su mano derecha, Pamela Gluckin (que en Mala educación está interpretada por Allison Janney), había utilizado 250.000 dólares de fondos educativos para cuestiones personales. Gluckin se dedicaba a usar la tarjeta de crédito del colegio Roslyn para comprar materiales de construcción que usaba para refaccionar una casa de fin de semana que su familia tenía en la playa.
El primer indicio lo tuvo un empleado de un local de Home Depot, una casa de venta de materiales de construcción, cuando John McCormick, uno de los hijos de Gluckin hizo varias compras en un día con la misma tarjeta de crédito en distintos locales. Aunque la tarjeta era de una escuela de Roslyn, el hijo de la asistente de Tassone pidió que los materiales (en los que gastó 85 mil dólares) fueran entregados en la casa de fin de semana de la familia.
Cuando el equipo de trabajo de Tassone descubrió el fraude de Gluckin, el superintendente propuso esconder el delito de la mujer para no perjudicar a la escuela, y pedirle la renuncia a su asistente. La excusa con la que pidió a la junta escolar evitar hacer la denuncia fue convincente: el escándalo empañaría todos los logros conseguidos y pondría obstáculos en sus próximos proyectos educativos. La junta, finalmente, decidió exigirle a Gluckin la renuncia y la devolución de todo lo robado.
Dos años más tarde, una carta llegó al equipo de la junta apuntando a Frank Tassone. "Creemos que el Dr. Frank Tassone participó en el escándalo de malversación para mantener su fastuoso estilo de vida, con la ayuda de la Sra. Gluckin", decía la carta. "Presentó... sus estados de cuenta de tarjetas de crédito personales, facturas de vacaciones y viajes personales, y varias facturas del hogar y las incluyó en elencubrimiento". Si bien la identidad del autor de esa carta nunca se conoció, resultó clave para descubrir la forma en la que Tassone hacía pasar costosos gastos personales como ítems en el presupuesto escolar.
El rumor de la carta anónima llegó a oídos del grupo de estudiantes que hacía el diario escolar. Si bien en Mala educación se muestra a una joven periodista como la encargada de destapar el caso, fue en realidad un trabajo de todo el staff del diario Hilltop Beacon (todos estudiantes de alrededor de 15 años) para un artículo de Rebekah Rombom, editora de la publicación (que en la película lleva el nombre de Rachel Bhargava y está interpretada por Geraldine Viswanathan).
A partir de la investigación de Viswanathan y su co-editor, entre otros gastos, se descubrió que la escuela había pagado 800.000 dólares a un supuesto proveedor que en realidad era Stephen Signorelli, un hombre que trabajaba con Tassone desde hacía más de tres décadas. Además, los fondos escolares habían pagado el alquiler del departamento del superintendente en el Upper East Side, tratamientos estéticos por más de 55.000 dólares, tintorería local (33.000 dólares) y vuelos a Londres en primera clase (50.000 dólares). Tassone compró también un departamento en Manhattan, una casa en el Bronx y otra en Las Vegas.
A Gluckin, por su lado, los fondos públicos le permitieron comprarse cuatro casas. Buena parte de los fondos desviados sirvieron para comprar autos de lujo (al menos un Jaguar y un BMW). Al menos un millón de dólares fue retirado en efectivo de cajeros automáticos y un total de 74 tarjetas de crédito a nombre de la escuela Roslyn circularon entre empleados del distrito y su círculo íntimo.
¿Qué pasó con los involucrados en el fraude?
Las pruebas del caso fueron tan contundentes que todos los involucrados se declararon culpables de los cargos presentados. Tassone fue sentenciado en 2006 y puesto en libertad condicional en 2010. Gluckin fue sentenciada a tres a nueve años de cárcel por robar $4.9 millones, quedó en libertad en 2011 y falleció en 2017.
Los altos mandos de la junta escolar, por una ley estatal, todavía reciben pensiones, a pesar de tener condenas por delitos graves. Tassone, por ejemplo, cobra 173.495 dólares anuales en concepto de pensión.
En tanto, Rombom, la estudiante que destapó todo el caso, se mudó del área de Roslyn después de terminar la escuela, y se dedicó a estudiar inglés en Darthmouth College, a la par que trabajó en el diario de la universidad. Ahora vive en Brooklyn y, curiosamente, lleva siete años trabajando en el ámbito educativo. En una entrevista a The island Now, Rombom aseguró: "El tipo de artículo que hice y el impacto que tuvo es lo más emocionante que te puede pasar como periodista de una escuela secundaria. Pero en ese momento me sentí bastante en conflicto por el impacto que había tenido en la comunidad, y por algo que empezó como un fraude de $250,000 y terminó siendo una estafa de $ 11.2 millones que hizo ir a la cárcel a varias personas".
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