La muerte de una madre luchadora

Cuando el 1° de febrero tomó la palabra en medio de la interpelación a Aníbal Ibarra en la Legislatura porteña e increpó al jefe de gobierno por su presunta responsabilidad en la tragedia de República Cromagnon, pareció que ya no quedaba en Mariana Márquez rastro del cáncer que la había aquejado durante 2004. Acababa de perder a su hija, Elizabeth de Olivera, de 17 años, en el incendio del boliche de Once, y desbordaba fortaleza.

Pero anteayer, a menos de cuatro meses del episodio, la mujer que encabezó varias marchas en reclamo de justicia para los 193 fallecidos durante el recital de Callejeros murió a los 34 años por un recrudecimiento de la enfermedad, según indicaron otros familiares de las víctimas de la masacre.

Ayer, varios compañeros de lucha y también algunas de las Madres del Dolor participaron del velatorio de Márquez, realizado en González Catán, donde vivían varios seguidores de Callejeros que estuvieron en Cromagnon la noche del 30 de diciembre de 2004.

"La sociedad entera no sabe adónde nos condenan cuando nos matan un hijo. Mariana tenía su enfermedad controlada, pero después de todo esto no sabés lo que te puede pasar. Cada uno de nosotros ve un poco en lo que le pasó a ella lo que nos puede suceder: nos destruyeron, nos dejaron sin justicia, y su cuerpo no resistió más", se lamentó María de Negri, madre de Leandro, el joven que mataron en la puerta de su casa el 27 de junio de 2003.

"Mariana hoy no está más para reclamar, para exigir -añadió la mujer-. El compromiso es de todos para que no siga este tipo de injusticias."

Preocupación por el futuro

Márquez -según recordaron los familiares- hizo su última aparición pública el 4 de este mes, durante una movilización que organizó frente a los Tribunales, dos días antes de que el juez Julio Lucini dictara el procesamiento contra seis ex funcionarios del gobierno porteño.

En cambio, ya no pudo acompañar las protestas de los familiares de las víctimas cuando conocieron el fallo que el 14 de este mes autorizó la excarcelación de Omar Chabán. Su enfermedad se lo impedía.

"Es la primera muerte post-Cromagnon. Y esta vez la culpa no la tiene el ácido cianhídrico. El ácido mortal es la injusticia, el olvido y la impotencia. Todos los protagonistas de esta historia morimos un poco", expresó el abogado Javier Miglino, sobreviviente del incendio en la disco y querellante en la causa que investiga la tragedia.

"Estamos preocupados porque parece que a la gente le empieza a caer la ficha sobre lo sucedido. Y no sabemos qué consecuencias traerá sobre sus mentes y sus cuerpos", concluyó.

Márquez será inhumada hoy en el Cementerio del Pilar, de González Catán. Ya no podrá estallar su voz en el recinto de la Legislatura, como cuando le gritó a Ibarra: "¡Míreme a los ojos! Yo soy una madre, y ésta es mi hija de 17 años, a la que mataron. Mi hija es un cadáver, pero vos sos un cadáver político. Vos sos una circunstancia. Esto le podría haber pasado a De la Rúa [Fernando], a Telerman [Jorge], a cualquiera, pero te tocó a vos y sos el responsable político".

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