La ola de calor batió un nuevo récord para este mes

La ola de calor que afecta a la Capital, y que se extenderá hasta esta noche, registró ayer la temperatura mínima más alta del siglo para el mes de agosto: 19°4 a las 8.25. Pese a este impulso, no logró superar la máxima, que ascendió a los 33°7 el 24 de agosto del año último.

La alternancia de valores altos y bajos resultó común durante este invierno, cuando en pleno julio la columna mercurial marcó temperaturas altísimas, que alcanzaron una máxima de 29°4 y una mínima de 19° el 28 de ese mes.

Sin embargo, una semana después se registró una mínima de 2 grados que provocó que los porteños dejaran las remeritas y volvieran a sacar del placard las bufandas y los guantes.

En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional anunció para esta noche la llegada de la lluvia. Si así fuera, la tormenta de Santa Rosa se presentaría en forma puntual.

El mal tiempo continuará durante mañana, con precipitaciones y descenso de la temperatura. Recién se anuncia una mejora para pasado mañana.

Inviernos más cálidos

Agosto suele presentar temperaturas medias que corresponden a una sensación térmica de tiempo frío durante la noche y fresco durante el día, acentuada cuando hay viento.

Pero en los días con vientos débiles y cielo claro, la temperatura suele ser agradable al mediodía y en las primeras horas de la tarde.

En cuanto a las temperaturas promedio de este mes, en los últimos 20 años se ha producido un ascenso de las mismas: en 1996 se registró un valor de 15 grados, que en 1990 fue de 14°7; el año anterior había sido de 14°2 y en 1981, de 14 grados.

Asimismo, cabe tener en cuenta que la temperatura mínima media del siglo es de 8°3 y que en los últimos diez años la tormenta de Santa Rosa siempre se hizo presente, aunque a veces con algún retraso.

En tanto, este invierno irregular intenta apurar la llegada de la primavera, ya que durante este mes y el anterior hubo tanto días fríos como cálidos. Esta situación va a continuar durante el mes próximo.

Por esta razón, los porteños deberán tener a mano los sobretodos así como las musculosas, para hacerle frente, sin enfermarse, a estas temperaturas atípicas que piensan mantenerse al menos un mes más.

La enigmática corriente de El Niño

Pronóstico reservado: si continúa avanzando, el fenómeno provocaría cambios en el clima de todo el país durante los próximos meses.

El culpable de los vaivenes de las olas de frío y de calor en el área metropolitana, de los temporales en la cordillera y de las inusuales nevadas en la costa atlántica, que extrañaron a los argentinos durante este invierno, tiene un nombre: El Niño.

La denominación científica del fenómeno de calentamiento del océano Pacífico ecuatorial se parece más al alias de un delincuente y sus efectos también se asemejan a la nociva acción de un maleante. Por la magnitud de su desarrollo, este Niño puede convertirse en el más notorio del siglo durante la inminente primavera y el otoño del año próximo.

Su acción es tan impredecible como el de un pillo profesional y poco se puede afirmar respecto de la evolución de sus movimientos, pues las investigaciones del fenómeno acaban de ponerse en marcha.

No obstante, entre noviembre y febrero suele originar precipitaciones sobre los niveles normales en la pampa húmeda, la Mesopotamia, el sur del Brasil y el Uruguay. Por lo tanto, a veces se registran inundaciones focalizadas en algunos puntos de estas regiones.

Efectos colaterales

Entre las posibles repercusiones en nuestro territorio no se descartan desbordes del río Paraná durante el otoño siguiente al verano del apogeo de la corriente, en este caso el de 1998.

Así sucedió en 1982, cuando la corriente de El Niño más acentuada de la historia se hizo presente y, ya entrado 1983, dio un golpe maestro. Ese año se registraron las más graves inundaciones en las provincias del Litoral.

Esta y las explicaciones que siguen fueron vertidas ante La Nación por la doctora Rosa Compagnucci, investigadora del Conicet y docente del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.

Se dijo ya que poco se puede prever sobre la evolución del fenómeno; sólo los pronósticos acotados a 10 o 15 días describen un panorama confiable. Pero sí se pueden reconstruir los primeros pasos de El Niño, sobre la base de sus apariciones previas.

Se trata de una corriente marítima cálida que, para diciembre y enero, desplaza a la corriente fría de Humboldt de las costas peruanas y se instala en las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial.

Cómo actúa

En la época estival, el fenómeno atraviesa su fase madura; pero los indicios de su presencia se detectan mucho antes, durante el otoño.

Desde el Perú, El Niño se extiende excepcionalmente hacia aguas australes, como este año.

Por eso, la temperatura del océano desde Santiago, en Chile, hacia el Norte, hasta todo el Perú, se mantuvo en el mes que culmina un grado y medio por encima de la normal para agosto.

Durante su manifestación más intensa, el aumento de temperatura osciló entre 0°8 y 1° en julio de 1982. Por eso se estima que El Niño podrá romper su propio récord en el verano.

Su impacto será más significativo, pero los entendidos dicen que todavía es demasiado pronto para predecirlo. Por ahora, los climatólogos, como detectives, estudian los rastros dejados durante el invierno.

Pronostican inundaciones

Una gran crecida del río Paraná, que se iniciaría en octubre próximo y se acentuaría en los primeros meses del año entrante, fue pronosticada por una empresa que asesora en la prevención de este tipo de catástrofes a la Secretaría de Obras y Servicios Públicos.

El ingeniero Eduardo Flamenco, de Evarsa SA, aseguró que "el recalentamiento de las aguas del océano Pacífico que se está verificando en estos momentos supera los índices registrados durante 1982, que provocaron las mayores inundaciones del siglo". La empresa realizará charlas técnicas en las provincias que podrían verse afectadas, en su mayoría de la región mesopotámica, con el fin de prevenir tragedias.

El fuego no cede en las sierras cordobesas

Evacuados: la gravedad de los siniestros obligó a pobladores de varias zonas a abandonar sus casas.

CORDOBA.- Los incendios forestales que desde hace varios días afectan a diferentes sectores de las sierras se multiplicaron en las últimas horas, convirtiéndose en un serio peligro para vidas y bienes, por lo que se procedió a la evacuación de pobladores de viviendas amenazadas por el fuego.

La gravedad de los siniestros obligó al gobierno nacional a tomar intervención directa, por lo que el presidente Carlos Menem ordenó al secretario de Seguridad, brigadier Andrés Antonietti, coordinar las acciones para contribuir a la extinción del fuego.

Para ello se dispuso la afectación de personal especializado, así como aviones y helicópteros.

Vasta zona comprometida

Los principales focos se ubicaron entre las localidades de Agua de Oro y La Granja, próximas a Río Ceballos; en cercanías de Bialet Massé y Santa María (departamento Punilla); en Icho Cruz, camino de las Altas Cumbres, y en las montañas adyacentes a la ciudad de Deán Funes.

Ayer por la tarde estalló otro incendio, en campos del Tercer Cuerpo de Ejército, que era combatido por efectivos de bomberos de la policía y personal militar.

Un síntoma de la magnitud de los siniestros se reflejó ayer por la mañana, cuando esta capital se vio abruptamente ensombrecida por la acumulación de humo, cenizas y tierra en el aire, como si fuera un día nublado.

Por momentos, los incendios en distintos puntos de las serranías cordobesas se tornaron incontrolables debido a las fuertes ráfagas de viento norte y a la carencia de medios eficientes para enfrentarlos.

La esforzada labor de las brigadas de bomberos voluntarios se desarrolló aun con riesgo para la integridad física, ya que las lenguas de fuego se desplazaban, imprevistamente, de un lado a otro, sorprendiendo a los servidores públicos. Además, picos de 36 grados de temperatura ambiente en la ciudad se vieron multiplicados en las zonas de incendios.

El combate del fuego en los montes y las laderas de los cerros, en algunos casos sobre terrenos muy escarpados, se realizó solamente con chicotes, palos, machetes y trozos de tela mojada, lo que revela la precariedad de medios y que convirtió en heroico el trabajo de los bomberos.

Evacuados

El abastecimiento de agua era muy dificultoso por la geografía; los bomberos contaban con una escasa cantidad cargada en sus mochilas.

Habitantes de viviendas aisladas, diseminadas en las zonas próximas a los frentes de fuego, fueron preventivamente evacuados, aunque no se pudo precisar cifras.

En un caso concreto, 15 niños de un hogar del pequeño poblado de Candonga, cerca de La Granja, fueron evacuados y trasladados a lugares más seguros.

Antes de que el presidente Menem interviniera, se sucedió una insólita disputa entre funcionarios de la provincia y la Nación, respecto de la provisión de ayuda, porque Córdoba no firmó la adhesión al Programa Nacional de Manejo del Fuego.

Superado ese conflicto, comenzó a operar desde el aeropuerto de Córdoba el helicóptero Chinook de la Fuerza Aérea, que trasladó a los bomberos hacia las zonas afectadas.