La vacuna contra el VPH es segura y eficaz
A raíz de la nota publicada Vacuna del HPV: asociaciones de víctimas en distintos países denuncian efectos adversos, desde la Sociedad Argentina de Infectología y la Fundación Huésped pidieron el derecho a réplica para contestar algunos de los conceptos analizados en esa nota
Las vacunas son altamente efectivas en lograr prevenir algunas de las enfermedades infectocontagiosas más peligrosas que amenazan a los seres humanos. Gracias a ellas se logró erradicar la viruela y se está cerca de lograr lo mismo con la poliomielitis y eliminar el sarampión. En el caso de Argentina, la vacunación es obligatoria y nuestro calendario de vacunación es uno de los más completos del mundo.
Además de ser efectivos, se exige que los medicamentos o tratamientos sean seguros. Es decir, que el beneficio de la intervención sea mayor que el riesgo. El caso de las vacunas es excepcional: además de ser efectivas, son extremadamente seguras. Si bien es posible que en algunas personas generen algún efecto adverso, éstos son poco frecuentes y leves: la mayoría de ellos no son más que molestias menores. En el caso de la vacuna contra el VPH, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las reacciones adversas evaluadas en más de 200 millones de dosis aplicadas se han calculado en 1 de cada 100.000 casos. En Argentina la vigilancia de ESAVI (eventos supuestamente atribuibles a la vacunación e inmunización), con más de 2.000.000 de dosis aplicadas de vacuna contra el VPH desde su incorporación, cuenta con 208 ESAVI notificados (el 0.01%). De ellos, el 96% fueron leves y moderados, con solo 8 (el 0,0004% del total de las dosis aplicadas) eventos graves (rash, síncopes vasovagales y broncoespasmo) con recuperación sin secuelas en todos los casos.
La vacunación de los ciudadanos, junto al acceso al agua potable, son actualmente las medidas de salud pública más costo-efectivas que existen.
El Virus del Papiloma Humano (VPH, o HPV por sus siglas en inglés) es una familia de virus que pueden afectar la piel, la zona de la boca o la zona genital anal. Los VPH denominados "de alto riesgo" pueden provocar lesiones precancerosas, que con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en un cáncer, el más común es el cáncer de cuello uterino. Según la Organización Panamericana de la Salud, en el año 2012 más de 83.000 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer cervicouterino y casi 36.000 fallecieron por esta enfermedad en las Américas. Si se mantienen las tendencias actuales, el número de muertes en esta región aumentará un 45% en 2030.
Por su parte, las tasas de mortalidad son 3 veces más altas en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, lo que evidencia las enormes desigualdades existentes en el ámbito de la salud. A pesar de ser prevenible, en Argentina se diagnostican alrededor de 5.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y mueren 2.000 mujeres por año. Ésto afecta principalmente a mujeres pobres, con bajo nivel educativo y cuya cobertura de salud es el sistema público. Muchas de ellas no saben que existe una prueba para detectarlo y/o tienen dificultades de acceso al sistema de salud.
En octubre de 2011 se incorporó al calendario de vacunación la obligatoriedad de la vacuna contra el VPH para todas las niñas al momento de cumplir los 11 años de edad. También se indica la vacuna a todas las personas (varones y mujeres) con VIH o con trasplantes de órganos de entre 11 y 26 años. En noviembre del 2016 se incorporó también la vacunación de varones a los 11 años, que no sólo tendrá impacto indirecto al disminuir la prevalencia de circulación del virus -con la consecuente disminución de la enfermedad en la mujer-, sino que también prevendrá el desarrollo de las enfermedades asociadas a este virus en hombres.
Se trata de una vacuna altamente segura y eficaz, que se investigó extensamente antes de salir a mercado, y que sigue siendo controlada, como se hace con todas las vacunas. Las evidencias a su favor son abrumadoras.
Sin embargo, existen algunos mitos asociados a las vacunas en general, y a la vacuna contra el VPH en particular. En el caso de esta vacuna, uno de los mitos es que genera graves problemas en las niñas vacunadas. Algunos de esos mitos fueron contados el 17 de marzo de 2017 en la nota titulada Vacuna del HPV: asociaciones de víctimas en distintos países denuncian efectos adversos. Lo que se dice allí carece de evidencia sólida que lo respalde. Para entender esto basta mirar la cantidad y calidad de las evidencias disponibles. En esa nota se mencionan testimonios anecdóticos de algunas personas y organizaciones, y se comentan situaciones particulares que no pudieron comprobarse. Es más, luego de una extensa investigación, se descartó que las niñas de Colombia que se mencionan en esa nota se hubieran enfermado debido a la vacuna. En estos casos, es central que no perdamos el foco: si miramos las evidencias, que son lo único que puede decirnos si algo funciona o no -o si es peligroso o no- no hay información de calidad que respalde la afirmación de los supuestos peligros de esta vacuna. Que una nota discuta supuestos efectos adversos de la vacuna contra VPH basándose en datos no confiables, ignorando décadas de investigaciones que lograron evidencias sólidas y de calidad, y sin consultar a autoridades en Salud Pública, Organismos asesores y expertos en el tema, representa un problema serio. Genera una controversia que no es tal. No se trata de mostrar los supuestos dos lados de una discusión, porque se trata de dos lados muy diferentes: por un lado, un enorme cúmulo de evidencias muestra la seguridad y efectividad de la vacuna. Por el otro, solo hay algunos testimonios y opiniones. Cuando una nota enfatiza mitos contra vacunas, sin aclarar que lo son, se genera duda en los lectores. Ante esa duda, algunas personas podrían decidir no vacunar a sus hijos y esto podría tener efectos muy graves. Este cáncer puede matar.
Dejemos algo en claro. Siempre, para la ciencia, hace falta más investigación. Las "verdades" de la ciencia son verdades particulares, sujetas constantemente a revisión si surgen nuevas evidencias que las contradicen. Esto no significa, sin embargo, que no sepamos nada, o que nunca tendremos una certeza. Basándonos en toda la información que tenemos, que es de altísima calidad, la vacuna contra el VPH es segura y eficaz y no podemos hacer esta verdad a un lado porque aparezcan algunas opiniones contrarias que se sustentan en evidencias de menor calidad.
Tenemos la vacuna. Es segura. Es eficaz. Distingamos claramente qué evidencias respaldan las afirmaciones y cuán confiables son.
Sociedad Argentina de Infectología (SADI)
Fundación Huésped
Agradecemos la colaboración de la Dra. Guadalupe Nogués
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