Aldo Lobótrico, notable camarógrafo del cine nacional de las tres últimas décadas, murió a los 51 años de un paro cardíaco en Nueva York. Sus restos, trasladados a la Argentina, fueron velados y luego inhumados ayer en el cementerio de la localidad bonaerense de San Martín.
El apellido Lobótrico es sinónimo de consumado manejo de cámara en el cine argentino: el padre de Aldo, el legendario Carmelo Lobótrico, inició una estirpe que supieron continuar Aldo y su hermano Leonel.
Aldo Lobótrico se hallaba desde comienzos de febrero último en la ciudad del país del norte cumpliendo su tarea para la comedia "Un argentino en Nueva York", que dirige Juan José Jusid y protagonizan Guillermo Francella y Natalia Oreiro.
La semana última, Lobótrico, afectado por problemas cardiorrespiratorios crónicos, fue internado en un hospital neoyorquino, donde un paro cardíaco le provocó la muerte.
"¿Dónde estás, amor de mi vida, que no te puedo encontrar?", "Un lugar en el mundo", "Perdido por perdido", "El caso María Soledad" y "La furia" son algunos de los títulos locales en los que intervino Lobótrico. También lo hizo en Hollywood, a las órdenes de Brian De Palma y del alemán Reinhard Hauff en "Ojos azules", un filme acerca de los desaparecidos durante la dictadura militar.
En la edición de La Nación de mañana será publicada la correspondiente nota necrológica.
