Otro muerto en Villa Soldati y se agrava la pelea política

El parque Indoamericano fue ayer una zona liberada, envuelta en la anarquía. Allí, donde empezó a formarse el asentamiento más grande de la Capital, graves enfrentamientos entre un grupo de vecinos y ocupantes del predio dejaron otro muerto, de nacionalidad boliviana, y por lo menos tres heridos.

Todo ocurrió ante la ausencia de fuerzas policiales y mientras el gobierno nacional y el porteño intercambiaban acusaciones.

Desde la mañana, cerca de 1000 familias, según cálculos oficiales, se instalaron en los lotes que demarcaron en el espacio verde de unas 130 hectáreas. Miles de personas que alquilaban habitaciones en villas porteñas y otras llegadas desde el conurbano, en su mayoría extranjeras, se instalaron en el predio que el martes había sido desalojado por orden judicial. Entonces, el enfrentamiento entre habitantes de la lindera villa 20 y la policía había causado dos muertes.

Ayer nadie impidió la toma del parque: las fuerzas de seguridad no intervinieron ni siquiera cuando vecinos de Villa Lugano y de Villa Soldati, entre los que había barrabravas, se enfrentaron a tiros con los ocupantes.

En el momento de mayor caos se pudo ver a un joven vestido sólo con un pantalón y una gorra hacer disparos con un arma de fuego. Según informaron fuentes de la Policía Federal, se inició de oficio un expediente caratulado como tentativa de homicidio. Anoche no se había podido identificar al agresor. Tampoco se conocía la identidad de la persona fallecida, que fue abandonada en la puerta del hospital Pirovano.

Durante toda la jornada el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, no se movió de su posición: "No vamos a negociar con delincuentes que usufructúan con la desesperación de la gente [en referencia a quienes vendían lotes del parque]. Quiero pedir a la Presidenta que trabajemos juntos en esto. La Metropolitana no tiene la capacidad operativa para este tipo de hechos".

La respuesta del Gobierno no tardó en llegar: el ministro de Justicia, Julio Alak, sostuvo que "la competencia judicial corresponde al gobierno local ya que el delito de usurpación fue transferido a la ciudad hace más de tres años. Macri no puede desentenderse de su responsabilidad. La Policía Federal acató la orden judicial de desalojo y entregó el predio a la Policía Metropolitana sin ocupantes. Si el gobierno de la ciudad no supo mantener la guarda del lugar luego del operativo, no es cuestión nuestra".

El martes se produjo un desalojo de 200 familias por orden de la jueza contravencional María Cristina Nazar, que estuvo a cargo de la Policía Metropolitana y de la Policía Federal, tras lo cual, en un hecho que se investiga, resultaron muertos un hombre y una mujer.

Ayer, ante la ausencia de las policías Federal y Metropolitana, fueron los propios vecinos los que quisieron desalojar el predio, tras una protesta contra la ocupación que se había desarrollado pacíficamente. Según pudo observar La Nacion, unas 50 personas, entre los que había barrabravas, irrumpieron en un vértice del parque (a la altura de la avenida Castañares al 4300) y con palos, piedras y tiros corrieron a los ocupantes, que denunciaron que entre los agresores había activistas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

Sobre los heridos, sólo se conoció el estado de un joven de 19 años que recibió un balazo en el muslo derecho y que estaba fuera de peligro.

Sergio Schoklender, apoderado legal de las Madres, dijo a La Nacion: "Estos nuevos incidentes son culpa de Macri, que echó más nafta al fuego con sus declaraciones xenófobas (ver aparte). Ahora se transformó en una lucha de pobres contra pobres".

Pasadas las 21.30, luego de que Macri clamara por televisión por la presencia en el lugar de la Policía Federal, varios móviles de la Metropolitana llegaron al predio y se interpusieron entre los vecinos y los ocupantes. "Vamos a velar por la seguridad de la gente. Le reiteramos a la Presidenta dejar de lado las diferencias políticas y trabajar en conjunto por la gente", dijo el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.

Los vecinos de los conjuntos habitacionales (monoblocks) Cildáñez, Samoré y Avellaneda, entre otros, habían convocado a una marcha por la tarde en rechazo de la ocupación ilegal del parque. "Esto no es el pobre contra el pobre. Entiendo a esta gente que no tiene casa, pero me metés otra villa más en frente de mi casa y me muero. Que vengan todos los extranjeros que quieran, pero paguen impuestos, como todos", dijo a La Nacion Jorge García.

Una vecina de Los Piletones, que pidió no ser identificada, sostuvo: "Tenemos mucho miedo, estamos encerrados acá porque no queremos ser parte de este conflicto –dijo–. El acceso por el lado del obrador de las Madres de Plaza de Mayo está completamente cercado. No dejamos ni que nuestros hijos salgan a la calle. Está llegando gente muy pesada." La mujer agregó que los terrenos en donde la Fundación de las Madres construye viviendas sociales nunca fueron usurpados.