¿Por qué nosotros, el 17-D?
Con Carlos Estévez sumábamos 20 años como editores de páginas y al frente de equipos, y casi otro tanto divirtiéndonos con lo que por entonces llamaban computadoras personales. Jugábamos de casa a casa por línea telefónica, nos juntábamos para programar en Basic y frecuentábamos los BBS (Bulletin Board System), antepasados de los foros, el email y embrión de las redes sociales. Arrancamos a pico y pala: con el navegador Netscape 1.0 o 2.0 hicimos los palotes explorando la primitiva "red de redes" y preguntándonos por el ADN de esas páginas. Descubrimos que era un código no demasiado complejo que se llamaba HTML, escrito en archivos de texto que interpretaba el navegador. Recorrimos librerías buscando algún manual que lo explicara. Nada. Había que descifrarlo a prueba y error. No tardamos en entender cómo se definía la tipografía y ubicación de un título, de un subtítulo y del texto, cómo se codificaba un hyperlink, cómo se insertaban una foto o un botón.
Cuando se nos sumaron Walter Napoli y, más tarde, Valeria Perasso, Carlos y yo hablábamos mejor en código HTML que en castellano. "Será el 17D", nos juramentamos con el equipo. Un domingo, el día que hay más lectores del diario en papel. No hubo sorpresas ni pánico en el último minuto. El paquete de archivos que despachamos con aquel [enter] se descomprimió automáticamente en el servidor como estaba previsto y a eso de la 1 de la mañana de aquel domingo LA NACION se convirtió en el primer diario de circulación nacional en Internet. Las páginas se hacían a mano, una por una. Y a veces también la puesta en línea, cuando algo fallaba en el servidor. Mientras en Sistemas apuraban un software que permitiera una edición lo más automatizada posible, se nos agregó sangre nueva: Valeria Agis y Lorena Ponce de León.
Al diminuto grupo de zapadores todo terreno, bajo la mirada implacable de un jefe inolvidable, el "ratón" Franklin Rawson Paz, nos embargó esa paz del deber cumplido. Pero no podíamos respirar tranquilos hasta no ver desplegarse en Internet la edición que acabábamos de despachar al servidor comprimida en un paquete de archivos.
Así, en abril de 1996, quisimos dar un salto más y nos convertimos en el primer medio argentino en transmitir minuto a minuto un Argentina-Bolivia, por la clasificación para el Mundial 1998. La edición permanecía fija todo el día y eso nos inquietaba, por lo que propusimos actualizar las 24 horas al ritmo de las noticias, pero la idea no cuajó. Rawson Paz falleció en 2001 y Estévez en 2008. Walter, Lorena y las Valerias siguen por diferentes caminos sus vidas profesionales, pero apuesto a que más de una vez se habrán descubierto reeditando algo de lo mucho que aprendimos juntos en aquellas madrugadas del On Line.
* Exjefe de Infografía de LA NACION y uno de los integrantes del equipo fundador de lanacion.com
Roberto Solans
LA NACION