Proyecto productivo para atender las necesidades de los excluidos

El quiebre en la vida de José Barreras, ex piquetero, fue cuando decidió separarse del Movimiento Territorial de Liberación (MTL) para apostar por un proyecto productivo, con puestos de trabajo genuinos. Lo que quería Barreras no era fácil de conseguir. Corría 2002, año de crisis económica e inestabilidad política, y él estaba desempleado.

Pero contra toda previsibilidad y gracias a un esfuerzo sin descansos, Barreras, junto a la Cooperativa que preside, La Toma del Sur, creó un emprendimiento de reciclado de desechos electrónicos que brinda puestos de trabajo a veinte personas excluidas y de bajos recursos, en su mayoría jóvenes.

El proyecto de la cooperativa se hizo realidad gracias al apoyo clave de la ONG Va de Vuelta, que brindó asesoría legal, administrativa, ambiental y de computación, además de la recolección de aparatos tecnológicos en desuso.

Dentro del amplio galpón de Dock Sud, en la Municipalidad de Avellaneda, donde se encuentra el emprendimiento hay apiladas montañas de impresoras en desuso y partes de computadoras viejas, entre otros plásticos y materiales. Barreras se mueve allí con paso lento, ya que perdió casi la totalidad de la vista, a causa de una atrofia retinal. Recordando la época en que su vida hizo un gran giro, hace casi diez años, y como si fuese un espejo del trabajo que realizó Héctor "Toti" Flores en La Matanza, dice: "Queríamos generar trabajo digno. No queríamos vivir más de planes sociales ni a base de fideos".

Barreras cuenta con orgullo que reciben cerca de 1000 computadoras al mes. Del total logran reparar el 30%. Con esas computadoras armaron diez aulas informáticas en diferentes escuelas, y cinco en comedores y organizaciones barriales, por un convenio con Avellaneda, el gremio de docentes bonaerenses (Suteba) y la ONG Va de Vuelta. Con el resto de computadoras sin arreglo se separan los diferentes materiales (aluminio, cobre y plástico) y luego se reciclan.

A pesar de su condición humilde, Barreras tiene mucho para dar. Con su pareja, Mirta Barrios, abrió el comedor Una Luz de Esperanza, en 1999, para dar pelea al hambre. Está en Berazategui y les da de comer a 200 chicos por día. Además, brindan talleres de computación, arte y murga. Para sostener la obra, Barreras y la cooperativa donan el 40% de sus ganancias al comedor. La obra donó durante un año cursos de computación a internos de la Unidad Penitenciaria N° 48 de San Martín, en Buenos Aires.

La historia de Barreras, que fue artesano platero, piquetero, cartonero, mozo y personal de limpieza de baños en la estación de Retiro hasta convertirse en líder social, es digna de contar. No es la única. Hay otras en la organización, como la de Ramón Silva, que antes de trabajar como programador y reparador de computadoras fue cartonero.

Para conocer más sobre su proyecto de inclusión laboral y cuidado del medio ambiente, se puede ingresar en www.cooplatomadelsur.com.ar . Para el reciclado de desechos electrónicos pueden llamar al (011) 4229-9947 o escribir un mail a cooplatomadelsur03@yahoo.com.ar. Para conocer otros proyectos de Va de Vuelta pueden ingresar en www.vadevuelta.org.