Qué es la costocondritis, el síntoma que podría aparecer en pacientes que estuvieron contagiados de Covid

A lo largo de la pandemia de Covid-19 los síntomas de los pacientes que contraían el virus fueron en aumento y la lista actual es más amplia que la inicial. Pero, además, también fueron apareciendo otras secuelas asociadas con la enfermedad o que podrían estar ligadas a un efecto secundario después de que los pacientes reciben el alta. En los últimos días surgió que la costocondritis podría ser uno de ellos, aunque todavía no hay evidencia científica que lo asocie directamente al coronavirus.

¿De qué se trata? La patología aparece como una “dolorosa inflamación del cartílago que une las costillas al esternón (el hueso grande que pasa por el centro del pecho) y es una de las causas más frecuentes de dolor de pecho en niños y adolescentes, y es el sexo femenino el que lo presenta más a menudo”, según explica en su web el hospital pediátrico Johns Hopkins, adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

La costocondritis, también conocida como síndrome costoesternal, puede causar un dolor agudo y punzante en el pecho. Por lo general, se trata de una afección inofensiva que suele desaparecer por sí sola al cabo de dos o tres días. Se suele notar un dolor agudo en el lado izquierdo del esternón, pero también es posible sentirlo a ambos lados del pecho, por lo que suele confundirse con un ataque cardíaco.

Algunos expertos la relacionan con la policondritis recidivante, una enfermedad episódica inflamatoria y destructiva que afecta, sobre todo, el cartílago de la oreja y de la nariz, pero puede dañar también los ojos, el árbol traqueobronquial, las válvulas cardíacas, los riñones, las articulaciones, la piel y los vasos sanguíneos.

“El Covid-19 puede generar reacciones inflamatorias, autoinmunes, con nuestro organismo atacando a las articulaciones. La costocondritis se da en la zona del esternón, normalmente suele doler del lado izquierdo y la gente se lo confunde con un ataque del corazón, pero no tenemos evidencia certera de que sea un síntoma del coronavirus”, anticipó el doctor Luis Camera.

Según el médico, las reacciones reumatológicas pueden aparecen en ciertos organismos porque el Covid-19 provoca una reacción inflamatoria en los músculos y en las articulaciones. “Aún no tenemos reportes, es infrecuente, pero puede pasar; los síndromes reumatológicos son transitorios y se limitan”, agregó Camera.

En la Argentina se están desarrollando programas para estudiar la evolución de los pacientes ante la posibilidad de que aparezcan síntomas desconocidos que pueden estar o no asociados al coronavirus. Por ejemplo, en la población añosa, las dificultades de la memoria.

Casos en la Argentina

“La costocondritis puede ser provocada por infinidad de variables, por movimientos, golpes, traumatismos, cualquier persona puede tener una inflamación entre la costilla y el esternón. Hay muchos motivos, no son siempre infecciosos”, opinó el infectólogo Ricardo Teijeiro.

“Hay tanta gente cursando la enfermedad que cualquier síntoma puede estar relacionado al coronavirus, más allá de los habituales y los que todos conocemos, pero hay que demostrar si están ligados o no al coronavirus. Eso llevará un tiempo; por ahora no están apareciendo personas con ese problema post Covid”, agregó.

Según el hospital Johns Hopkins, los médicos no suelen identificar la causa exacta de la costocondritis, aunque a veces esta afección se asocia a una lesión en las costillas o el esternón, una tensión o sobrecarga provocada por haber levantado objetos pesados o hacer un ejercicio agotador o tos recurrente. “El dolor puede empeorar cuando el niño hace respiraciones profundas, tose, mueve la parte superior del cuerpo o se presiona el área afectada”, se detalla en la web oficial.

Otros síntomas

Entre los nuevos síntomas que aparecen una vez superado el coronavirus se sumó el tinnitus, o acúfeno, una percepción sonora en los oídos cuyas causas se vinculan generalmente con haber estado expuesto durante largos períodos a ruidos fuertes que puede derivar en sordera.

En estos casos lo que se siente es un zumbido, silbido, latidos o golpes en los oídos que solo escucha la persona que padece la afección, porque no provienen del entorno, a veces aparecen y desaparecen y en otras ocasiones pueden ser constantes, más leves o más fuertes, y pueden atormentar o generar acostumbramiento.