Quiénes son los "hijos del poder"

Perfil de los siete sospechosos

Actualizado el 10 de julio de 2020

Los hermanos Lautaro y Eduardo Braun Billinghurst son hijos de un matrimonio muy influyente en el mundo de los negocios. Descendiente de alemanes, su padre, Jorge Braun, es dueño de la concesionaria de maquinaria vial y agrícola Bramaq. También posee campos en el interior provincial y además fue jefe de campaña del frente justicialista disidente derrotado en las elecciones del año pasado a manos del Frente de Todos. La madre de los chicos Braun es Nidia Alicia Billinghurst, abogada, ex reina de los carnavales correntinos y budista. Esta dama de ojos verdes probó suerte en política como candidata a diputada por el frente Proyecto Corrientes, en 2003, pero fracasó.

Después está Horacio Antonio Pozo, otro integrante del grupo de correntinos vinculado con el crimen. Es hijo del actual subsecretario de Turismo de la provincia, Horacio Pozo, pero al mismo tiempo hijastro de la ex diputada nacional por el Partido Liberal Ana María Pando, quien además fue intendente de la capital correntina una década atrás. El matrimonio Pozo-Pando regentea una agencia de turismo muy conocida de Corrientes.

También aparece en la lista de presuntos sospechosos el joven Andrés Gallino Yanzi, hijo del actual secretario de Planificación de la Municipalidad de Corrientes capital, Carlos Gallino Yanzi, ex presidente del Consejo Profesional de la Ingeniería, Arquitectura y Agrimensura de la Provincia de Corrientes y uno de los más reputados docentes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Nordeste.

Otro de los posibles implicados es Francisco Méndez Islas, hijastro del ex diputado liberal Diego Mantilla, quien a su vez pertenece a una de las familias más emblemáticas de Corrientes.

También aparece en la nómina Germán Braillard Poccard, sobrino del ex gobernador y actual diputado provincial Pedro Braillard Poccard.

Completa el listado Gonzalo Marasco, sobrino de un ex ministro del último gobierno del Pacto Autonomista Liberal, pero al mismo tiempo hijo espiritual del dirigente liberal más reconocido de los últimos lustros: Carlos Flores Durán, histórico presidente de la Cámara de Diputados, fallecido hace algunos años, que rescató al joven Marasco de una situación de crisis familiar ocasionada por la enfermedad de su madre.

Por Por José Luis Zampa <br/> Para LA NACION