Reclamo en el país por las prótesis PIP
Más de 450 mujeres que recibieron implantes mamarios de la empresa francesa se agruparon para exigir su reemplazo gratuito
Para Silvina Rodríguez, una diseñadora de 39 años de Parque Chacabuco, la pesadilla comenzó el 25 de enero de 2010 cuando se sometió a un "retoque" de sus implantes mamarios en una clínica especializada, un regalo de su novio de aquel momento.
"Te cambiaron las prótesis", le indicaron tras salir de la intervención. Ante la sorpresa, ya que sólo quería reubicar aquellas que se había colocado en 1998, consultó al equipo médico por el motivo de esta acción sin su consentimiento. "Las vimos en mal estado; las removimos y pusimos implantes nuevos", fue la respuesta que recibió. "Cuando en marzo de 2010 estalló en Francia el escándalo de los implantes PIP y se prohibieron en la Argentina, hice la consulta y me enteré de que era una feliz depositaria de los implantes PIP", ironizó a LA NACION.
Como ella, en las últimas 48 horas, más de 450 mujeres establecieron contacto con la llamada Agrupación de Afectadas PIP, donde se encontraron aquellas argentinas que al querer realzar su busto se les colocaron estas prótesis producidas por la desaparecida compañía francesa Poly Implant Prothèse (PIP), prohibidas para su importación y comercialización en el país desde abril de 2010, tras su prohibición en Francia al comprobarse que estaban elaboradas con un gel de silicona no aprobado para su uso en humanos y que tendrían un mayor riesgo de rotura.
Los implantes PIP volvieron al ojo de la tormenta la semana pasada cuando el gobierno francés emitió un comunicado en el que recomendaba el "explante" de estas prótesis mamarias en forma preventiva, aun cuando no hubo evidencias de que el implante se hubiera deteriorado. Hoy, en la Argentina, donde unas 14.000 mujeres habrían recibido esos implantes, el reclamo de esta agrupación se centra en exigirles a las clínicas y centros estéticos donde se sometieron a un aumento de busto que afronten el costo económico de la remoción y el reemplazo de la prótesis.
"Me angustié terriblemente; no me animaba a hacer ejercicio sabiendo que tenía algo en mi cuerpo que si se derramaba podía ser dañino para mi salud", agregó Rodríguez, que recordó cuando el sábado pasado googleó PIP en el país y descubrió un blog (www.afectadaspip.blogspot.com) encabezado por la abogada Virginia Luna, de 34 años, a quien también le colocaron estos implantes y se decidió a dar inicio a la demanda a la clínica.
"Paranoia"
"No te pongas paranoica", le había dicho su cirujano a Luna, cuando en 2010 buscó la contención en este profesional (del cual prefirió no revelar su identidad).
Tras aquella inesperada respuesta, decidió crear en mayo último ese blog "para las que sí estaban paranoicas y necesitaban un espacio de contención y asesoramiento". Así conoció cientos de casos de mujeres con dolencias, roturas, fisuras y, sobre todo, vergüenza de iniciar un reclamo. "Algunas llegaron a pensar que se merecían lo que les estaba pasando por haberse realizado un cambio estético", relató a LA NACION Luna, que señaló que sus prótesis se encuentran sanas. A su vez, precisó que cinco pacientes a las que representa lograron un acuerdo extrajudicial con las clínicas en las que fueron operadas, las cuales ya les colocaron nuevos implantes y afrontaron los costos.
Ayer se realizó una reunión organizada por la agrupación que encabeza Luna para analizar cada caso y recomendar a las mujeres damnificadas realizar una consulta médica y los estudios para tener un diagnóstico. "No es que los médicos tengan la culpa, ellos tienen responsabilidad; por lo tanto, buscamos que quien se haya beneficiado económicamente pueda recomponer esta situación, aunque el daño moral y psicológico sigue corriendo desde 2010 para todas nosotras", agregó Luna.
Hasta ahora, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) se limitó a reiterar sus recomendaciones de 2010: "Las portadoras de las prótesis PIP consulten con su médico, quien evaluará el estado de las mismas y sugerirá las pautas de seguimiento apropiadas a cada situación particular". Sin embargo, está previsto para mediados de enero una reunión de expertos en la Anmat, solicitada por la División Cirugía Plástica del Hospital de Clínicas, para debatir sobre la experiencia local con las prótesis PIP, a fin de determinar eventuales medidas por tomar.
Esa división, dirigida por el doctor Oscar Zimman, presentó en el último Congreso de Cirugía Plástica de Buenos Aires un trabajo de evaluación y seguimiento de las pacientes con prótesis PIP, según el cual "no se evidenciaron rupturas protésicas, enfermedades asociadas, ni casos de cáncer en más de 30 mujeres estudiadas a quienes se las sigue y evalúa periódicamente".
En tanto, Luna adelantó que iniciarán en febrero próximo las acciones legales, y señaló que la mayoría de las denuncias son casos de la clínica B&S y del consultorio del cirujano Roque Leone. LA NACION intentó comunicarse en reiteradas oportunidades con ambos consultorios, pero no obtuvo respuesta.
Lo que hay que saber sobre las PIP
P. ¿Por qué fueron prohibidas la prótesis mamarias PIP?
R. La decisión inicial fue tomada a fines de marzo de 2010 por la agencia francesa de regulación de medicamentos tras constatar que las prótesis estaban siendo fabricadas con un gel de silicona diferente al declarado, y no aprobado para ser usado en seres humanos. En la Argentina, la prohibición rige desde el 7 de abril de 2010.
P. ¿Cuáles son los riesgos que presentan estas prótesis?
R. Estudios realizados en Francia hallaron una tasa mayor de rotura de las prótesis PIP. De ocurrir una rotura, el contacto del gel de silicona con los tejidos de la mama puede ocasionar irritación e inflamación de éstos. Sin embargo, agencias regulatorias de otros países europeos, como Gran Bretaña, señalaron que no han verificado una mayor tasa de rotura, lo que contradice la posición francesa.
P. ¿Existe un riesgo de cáncer asociado a las prótesis PIP?
R. No hay ningún estudio que haya determinado un vínculo entre el uso de estas prótesis y el cáncer de mama. La misma agencia francesa de medicamentos coincide en este punto.
P. ¿Cuántas prótesis defectuosas fueron implantadas?
R. Se estima que la firma francesa PIP (Poly Implant Prothèse) vendió unas 300.000 prótesis mamarias, de las cuales el 80% habría sido producido con un gel diferente al aprobado. En la Argentina, se estima que se implantaron entre 13.000 y 14.000 prótesis. En Francia, se implantaron unas 30.000.
P. ¿Qué debe hacer una mujer que tenga estos implantes mamarios?
R. SI bien las autoridades francesas recomendaron la extracción (aunque no en forma urgente) de los implantes PIP, esa medida no ha sido adoptada por otros países. Tanto la Argentina como Gran Bretaña, España y Brasil sólo han recomendado que las mujeres que tienen estos implantes consulten periódicamente a su médico para que evalúe el estado de las prótesis.
P. ¿Qué tipo de seguimiento médico debe realizarse una mujer con prótesis PIP?
R. El estudio de elección para evaluar el estado de las prótesis mamarias es una ecografía, ya que la mamografía podría dañar la prótesis, si es que, como se sospecha, podrían tener un mayor riesgo de rotura.
P. ¿Dónde se puede realizar el control de las prótesis?
R. Quienes no deseen realizar el control con el cirujano plástico que las implantó, pueden acudir a la División Cirugía Plástica del Hospital de Clínicas.
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