“Tuve que tirar $25.000 de medicación”: el drama de vivir sin luz de un grupo de vecinos de Flores
Cortaron la avenida Nazca para protestar por la interrupción del servicio, que en algunos casos lleva hasta cinco días; durante el día hasta 34.000 hogares del AMBA registraron fallas
“Estamos sin luz”, rezaba el cartel que alzaban varios vecinos del barrio de Flores que cortaban la avenida Nazca, en su intersección con Yerbal, para protestar por la interrupción, desde hace cinco días, del servicio eléctrico. “Tampoco tenemos agua, porque funciona con bomba eléctrica. Llevo tres días sin bañarme, se descompone la comida y ni hablar del calor. Salgo a la calle, porque en casa no se puede estar”, dijo Javier Picardi, un vecino de Yerbal, a LA NACIÓN.
Hoy, alrededor de las 13.30, más de 34.000 hogares del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se quedaron sin suministro eléctrico en plena ola de calor, con temperaturas que oscilaron entre los 36°C y 37°C. Los principales reclamos durante la jornada se centraron en los municipios bonaerenses de Lanús, Vicente López y Avellaneda; y en los barrios porteños de Villa Devoto, Montserrat, Villa del Parque, Mataderos y Liniers. Los vecinos de Flores denunciaron que llevan hasta cinco días de interrupciones. Las empresas Edenor y Edesur reportaron que se debió a “inconvenientes puntuales de algún cable o transformador” y al récord que se batió en consumo de electricidad en diferentes zonas del país.
Silvia, que prefiere preservar su apellido, es la propietaria del kiosco sobre Yerbal al 2600: “Hoy hace cinco días que no tengo luz ni agua. Tuve que tirar mucha mercadería: los helados están derretidos y los panchos ya no sirven. Llamamos para reclamar y te atiende un robot, que dice que se debe a fallas eléctricos. Esa es toda la información que te dan”.
Graciela Duarte, de 61 años, sufrió mayores complicaciones por el corte de luz debido a que almacena sus remedios en la heladera. Es diabética y paciente oncológica. “Tuve que tirar toda la medicación, porque estaba en mal estado. Un total de 25.000 pesos, entre las gotas diarias que me administro para no perder la visión por el leucoma, la insulina y mis otros medicamentos. Tenía hasta el 15 de enero, porque me la entregan mensual en la farmacia, y lo perdí todo. Llevo sin medicarme desde el miércoles”, contó. Vive con su marido y su hija, de 26 años, que ahora la ayudará guardando su medicación en la droguería en la que trabaja.
"Llevo tres días sin bañarme, se descompone la comida y ni hablar del calor. Salgo a la calle porque en la casa no se puede estar"
Javier Picardi, vecino de Flores
Además, Duarte denunció que, durante el corte, intentó frenar una moto y el conductor la atropelló, por lo que llevaba una muñequera y presentaba varias heridas en la pierna derecha. “Solo pedimos respeto y que se garanticen nuestros derechos. No podemos seguir más en esta situación”, agregó. El bloque de la avenida Nazca se mantuvo desde las 8 hasta las 18.30.
“Nos mata la incertidumbre”
Marcela Mendoza vive en el mismo edificio que Duarte, en el séptimo piso. “No tenemos ascensor, no podemos almacenar comida… Pensamos con mi marido en irnos a casa de un familiar, porque nos mata la incertidumbre de cuándo volverá la luz, pero está complicado con el Covid-19. Ni siquiera nos dan la información de si nos lo van a solucionar en el corto plazo”, relató a LA NACIÓN.
“Siete pisos para buscar agua. Así es mi día a día. Comprar comida para el día, alimentos fríos, sobre todo, y sobrellevarlo. Soy una mujer grande y sufro mucho el calor. No doy más”, agregó Graciela Wesse, que vive en el departamento contiguo a Mendoza y su marido, también presente en el corte de calle.
A un día del cierre del año, los vecinos porteños que sufren esta problemática no saben cómo celebrarán la entrada de 2022. “Íbamos a pasarla en casa, pero es insostenible. No pudimos organizar nada porque nuestra cabeza está acá, en que se solucione la situación de tantos hogares. Por eso estamos aquí, protestando, para que se visibilice y nos escuchen”, añadió Mendoza.
A las 18, se habilitó uno de los carriles de circulación de vehículos que estaban afectados por el corte de la protesta. “Ante la gran congestión de tráfico, hicimos un pedido amable a los vecinos para poder facilitar un poco el tránsito”, afirmó un agente policial, que solo se identificó como comisario Quintana.
Cortes en todo el AMBA
A las 18, el servicio había vuelto a una de las zonas afectadas del barrio de Flores, entre la avenida Juan Bautista Alberdi y la calle Olivera. “Hace 15 minutos que volvió la luz. Hasta ahora estuvimos trabajando solo con la luz natural y, por suerte, no contamos con mucha medicación que necesita refrigerio”, aseguró Miguel, empleado de la farmacia que se encuentra en esa intersección.
La misma situación sufrieron durante todo el día los empleados de la carnicería Frigorífico, que está ubicada frente a la farmacia. “Menos mal que los frigoríficos mantuvieron el frío y la carne no se desperdició. Nos perjudicó bastante en las ventas, pero hace media hora pudimos retomar”, señalaron.
“Hicimos decenas de llamadas y no te atiende ningún ser humano, solo tenemos la respuesta automática del WhatsApp de atención, que te dice que se debe a desperfectos técnicos. Algunos vecinos tenemos luz, otros no, y va cambiando de a ratos”, señaló una vecina de la calle Cipolletti, en la intersección con la avenida Francisco Bilbao, que estuvo 18 horas sin luz.
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