
Con XP, todos los Windows usan la misma tecnología
Este cambio se esperaba desde 1999
1 minuto de lectura'
Para nosotros, los que no somos ni hackers, ni administradores de sistemas, ni ingenieros, ni programadores, la aparición de Windows XP es el acontecimiento más importante desde que Windows 3.1 dio paso a Windows 95.Pero Microsoft ha mezclado tanto las cosas últimamente que quizás un grupo reducido de usuarios avanzados estará en condiciones de valorar el nuevo sistema operativo.
Con un nuevo Windows cada año y medio y el uso de las siglas XP en el Office, algunos usuarios no entienden de qué se trata todo esto. Otros simplemente han dejado de creer que es importante actualizar su sistema operativo. Bueno, en este caso sí es importante.
Unidos desde la raíz
Windows XP fue lanzado en todo el mundo simultáneamente el jueves último. En la Argentina, Microsoft invertirá un millón de pesos en promoción y espera vender 100.000 copias hasta fin de año.
Para quien viene usando Windows 9x (es decir, Windows 95, 98 o Me), el XP es todo nuevo. O, al menos, esencialmente nuevo. En rigor, el linaje nacido con Windows 95 acaba de desaparecer.
Hasta ahora, había dos familias de Windows: la 9x (es decir, Windows 95/98 y Me) y la NT (Windows NT y 2000). Cada estirpe se basa en un núcleo bien diferente. El de la familia NT es robusto y estable. El de la familia 95 ya lo conoce, es ese que se cae ante el menor tropiezo. (A propósito, el núcleo es el software que provee los servicios básicos y fundamentales para hacer funcionar una computadora.) A partir de XP todos los Windows utilizan el núcleo de NT. Microsoft había prometido esta unificación a partir del Windows Me, pero no lo hizo, algo que también contribuyó a confundirnos.
Tarde pero seguro (una característica de Microsoft; basta pensar en su batalla con Netscape), el XP promete, según los ejecutivos de la compañía, "llevar al usuario de PC a un nuevo nivel". Un nivel que, de hecho, conocen bien los que usan Windows 2000 o GNU/Linux. Dicho fácilmente: un sistema estable, robusto, con seguridad integrada y multiusuario.
A pesar del beneficio que esto podría traer a cientos de millones de personas que todavía lidian con Windows 9x, algunos analistas prevén que la migración a XP será lenta. Acusan de esto al conflictivo tema de la activación .
La activación se puede hacer por Internet (o por teléfono) y tarda apenas unos segundos. Si XP no es activado en los primeros 30 días, deja de funcionar. Para diluir suspicacias, Microsoft pidió una auditoría de la activación a la firma Deloitte & Touche LLP. Según el estudio, el mecanismo sólo envía datos del hardware instalado, sin invadir la privacidad.
Pero la resistencia persiste, porque es la primera vez que la activación -que ya existe en el Office XP y en productos de AutoDesk- se usa en un sistema operativo. La menor falla en el mecanismo podría dejarnos sin PC; al menos, hasta que logremos activarlo otra vez.
Al mismo tiempo, Microsoft está realizando una transformación inédita en su historia: quiere pasar de ser una compañía de software a una de servicios.
Servicios en Internet, claro. Esta es la razón por la que el XP carga el Windows Messenger en cada arranque -no importa si usted lo usa o no- y lo invita a sacar una cuenta en Passport , el sistema de Microsoft para autenticar personas en sitios Web. En rigor, el XP es, para el gigante de Redmond, una rampa de lanzamiento para un nuevo y fenomenal negocio: captar una pequeña cantidad de dinero por cada comunicación que se haga en los sitios que utilicen su tecnología .Net My Services (ver El Pronóstico , en la página 8).
Se trata de un desafío técnico colosal y un campo en el que Microsoft se enfrenta al titán America Online. Y a un historial de agujeros de seguridad en sus productos y en sus servicios on line.
Dos días antes del lanzamiento del XP en Buenos Aires, La Nación se entrevistó con Rick Beluzzo, presidente de Microsoft Corporation. Le preguntamos si este cambio era simplemente por querer ganar más dinero o si en realidad preveían que, de no alterar su modelo de negocios, la compañía iba a estar dentro de una década en peligro de perder su mercado. "Es más bien esto último", respondió.





