Cómo es la aplicación que compara precios de supermercado desde 2009, como quiere el Gobierno

Leonel Sist, licenciado en sistemas de profesión aunque emprendedor por elección, fundó Tu-Alacena.com (un sitio web y que ahora es también una aplicación para celulares) con la ayuda inicial de su mujer, su cuñada y un amigo. Es el único sitio argentino que hoy coteja precios de cuatro cadenas de supermercados y que a su vez permite hacer compras online.

Sist recuerda que mientras empujaba el carrito entre los pasillos de una sucursal de un hipermercado un día de 2008, junto con su mujer y socia Cecilia Molas, pensó en crear una herramienta comparativa para saber cómo y dónde no pagar de más. Y así fue como nació este servicio gratis, con una base de datos de más de 30.000 productos, que se asemeja bastante a lo que el actual Gobierno nacional quiere implementar como parte de un paquete de medidas antiinflacionarias.

"Compraba mucho online y noté que había muchísimo por hacer para mejorar la relación entre supermercados y consumidores", dice el fundador de Tu-alacena, sistema que, además, permite armar una canasta (carrito virtual) y ver la evolución de los precios mes a mes. Cada usuario tiene un perfil en el que se aloja la información de su "changuito", como hoy también ocurre en tiendas virtuales de algunos supermercados.

Cuando Sist diseñó en su cabeza todo este mecanismo digital que coteja información en tiempo real jamás pensó en que podría ser una herramienta útil para el Gobierno de turno (en la gestión anterior los supermercadistas se quejaban del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que pedía listas de precios que no tenían confeccionadas hasta que tuvieron que hacerlas a la fuerza). Hay que aclarar que la aplicación de este emprendedor sigue siendo un negocio independiente (es decir, no es oficial) y que no siquiera fue consultado por la Secretaría de Comercio.

La idea original del emprendedor apuntaba a que los datos fueran cargados por las empresas (supermercados, mayoristas y productores de alimentos y bienes de consumo masivo) a cambio de un beneficio preciado en este mercado: fidelizar clientes y entender más sobre comportamientos de consumo en una época inflacionaria. El plan para convertir a Tu-Alacena en un proyecto rentable era lograr que esas compañías pudieran, luego de una comparación de carritos virtuales, concretaran finalmente una venta online entre sus 50.000 usuarios únicos registrados.

Cuando el sitio saltó a la web en 2009 ya habían pasado dos años de la intervención del INDEC y la inflación anual medida de forma privada ascendía a 15%, era la tercera más alta en el mundo. El índice argentino era sólo inferior al de la República Democrática del Congo (ex Zaire), con 31,2%; y al de Venezuela, con 28%, según datos del ranking que elabora el FMI en 186 países cada año.

En noviembre y diciembre de 2015 notamos subas generalizadas y en muchos casos los aumentos no tenia relación con la estacionalidad

El aporte de una inversión inicial de $ 100.000 colaboró para que el site creciera, sobre todo de la mano de usuarios digitales que buscaban comparar precios para protegerse de la creciente inflación. Tal vez fue la creciente demanda de sus seguidores lo que motivó a Sist y a sus nuevos socios, Marcelo Estévez y Alberto Ferrari, a lanzar una aplicación de descarga para celulares (en 2011) que también compara, de manera unitaria, precios de mercado de cualquier producto con los datos de sus códigos de barras. Está en desarrollo, no tiene costo, y funciona sólo para usuarios registrados. Por el momento trabaja únicamente en equipos con Android.

"En noviembre y diciembre de 2015 notamos subas generalizadas y en muchos casos los aumentos no tenia relación con la estacionalidad. Y a pesar de los aumentos, se mantuvo la diferencia de precio de un mismo producto en cada supermercado. Por ejemplo, si la leche de primera marca era la más económica en una cadena, hoy es igual porque todos incrementaron los precios de manera proporcional", explica Sist que dice estar dispuesto a colaborar con la administración actual para construir una base de datos nueva, más grande y completa.

Con idéntico objetivo, el Gobierno de la Ciudad durante la gestión de Aníbal Ibarra ya había intentado implementar una medida similar que desgraciadamente para los consumidores no superó el boceto para llegar a Internet. En octubre de 2004 la Legislatura porteña aprobó la creación del Sistema de Información sobre Precios al Consumidor (ley 1493), esa normativa establecía que todos los hipermercados y supermercados debían enviar semanalmente a la Dirección General de Defensa del Consumidor porteña el detalle de todos sus precios para que fueran publicados en una página web de la Ciudad. La iniciativa fue aprobada aunque la norma nunca fue promulgada por el entonces jefe de Gobierno. En 2012 la Justicia ordenó al Gobierno porteño la puesta en marcha del sistema, algo que hasta ahora no ocurrió.

Góndolas virtuales

En los últimos años los supermercados vienen apostando por ventas online. En el mercado argentino hay más de un millón de hogares en los que se llena el changuito por Internet. Es el 8,6% de los consumidores totales y está integrado, principalmente, por amas de casa sin hijos. Según el último informe de la consultora Kantar Worldpanel, el 44% de los usuarios de este tipo de servicios, la mayoría, son de clase media; un 32% de los clientes digitales es de clase baja y un 24% de compradores virtuales, de alto poder adquisitivo.

Un estudio anterior, elaborado por la Asociación de Usuarios y Consumidores (ADDUC) detectó que hay una marcada disparidad de precios en las góndolas de los cuatro supermercados (Coto, Walmart, Disco y Jumbo) que compara Tu-Alacena. Los precios online sufren importantes variaciones en el transcurso de una semana.