Hasta los turistas pueden dedicarse a buscar oro en los ríos
El recipiente se parece a una sartén sin mango. Pero la manera circular en que Víctor Legnan la mueve no es como para hacer huevos revueltos: arremolina una mezcla insípida de agua con arena para que el oro precipite en el fondo del plato cónico, que suelen llamar sombrero chino.
"El aluvión aurífero es arena mezclada con partículas dispersas de oro -explica el hombre, sin levantar la vista desde su puesto en Sanogasta, La Rioja-, porque el lavado requiere concentración." Y agrega que como el oro es seis veces más pesado que el cuarzo, se acumula en lo profundo de la paila.
"Siempre es una incógnita si al final de una jornada de duro trabajo asoman no sólo algunas chispas o briznas, sino, por ahí y con suerte, una pepa más grande."
Pirquinero pura raza
Víctor tiene años de experiencia como pirquinero. Según la Gran Enciclopedia Argentina de Abad, de Santillán, pirquinero es un individuo que se ocupa de extraer minerales de los yacimientos, por su cuenta y con sus propios medios. Realizar la labor por cuenta propia es importante porque a ningún buscador le gusta compartir la posible bonanza.
Sin embargo, en los últimos diez años el oficio había caído en el olvido porque el precio del metal no justificaba la faena. La eterna ley de la oferta y la demanda. A menos de diez pesos el gramo no era redituable pasarse días, arrodillado junto al agua, para obtener alguna pepita ocasional. Pero con la devaluación la cosa cambió: más de 30 pesos por gramo hoy día hacen que el antiguo y sacrificado oficio de revolver y lavar la arena aurífera vuelva a ser rentable.
Ahora, la revalorización del metal amarillo hace que veteranos y bisoños se vuelquen a la actividad. Las autoridades del Consejo Federal de Inversiones tratan de ayudarlos, ofreciéndoles comprar lo producido a un cambio justo. A fin de evitar que los esforzados hombres y sempiternos soñadores tengan que terminar con su cosecha en el almacén del pueblo más cercano para canjearlos por un poco de yerba y otro tanto de azúcar.
Uno de los lugares donde renace la actividad del lavado es Rinconada, un solitario pueblo en el noroeste de la Puna en Jujuy, a 4200 metros de altura. Debajo de la diminuta planta urbana diversas galerías penetran hasta la plaza, casi hasta debajo del Cabildo, lo que tiempo atrás provocó la caída de algunas casas situadas sobre los socavones.
Las vetas parecen haberse agotado. Pero en los riachos de las inmediaciones abunda el oro aluvional. E incluso al empezar la estación de las lluvias, a la salida de clase los chicos suelen caminar por las calles mirando el piso a contraluz para ver si por ahí entre las piedras brilla algo que podría ser oro. De allí que el nombre original de la población sea Rinconada de Oro. Y la comarca lleva la sugestiva denominación Coricancha, que en quechua significa Llanura del Oro. No por mera casualidad: hace 70 años se encontró aquí un nódulo de siete kilos de oro, y a principios de los años 90 otra pepa de casi un kilo.
Actividad rica en historia
En el país se ha venido extrayendo oro desde tiempos inmemoriales. En forma industrial o particular. De vetas o bien en los aluviones que se extienden a lo largo de las playas de los arroyos. En Andacollo, en los Andes neuquinos; en Carolina, al pie del morro Tomolasta, en San Luis; o bien en el majestuoso macizo del Famatina, en La Rioja. La falta de un incentivo hizo que los pirquineros abandonaran sus cotos cuya ubicación y riqueza cada cual guarda en secreto. Conocer un promisorio bolsón de arena aurífera y tener cerca un curso de agua corriente puede significar para el buscador hacerse rico.
Datos útiles
Fiestas doradas
Rinconada es uno de los sitios donde el pirquinerismo está volviendo a tomar vuelo.
Del 21 al 23 de enero último, se realizó allí el Primer Concurso de Lavadores de Oro en las categorías lugareños y forasteros, que se repetirá el año próximo.
En Carolina, San Luis, el cuarto sábado de febrero de 2003 se realizará el Festival del Oro. Iniciativas interesantes para combinar el turismo con los sueños y la emoción de una búsqueda con final abierto.
Rincón elegido
- Otro lugar donde se puede practicar el lavado de pepitas es la estancia El Murmullo, de los señores Justo Palma y Luis Gibbons, al borde del lago Rivadavia sobre la RP 71, cerca de Cholila y a pasos del límite del Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut.
Más información
- Casa de la Provincia de Jujuy en Buenos Aires, Av. Santa Fe 967, 4393-6096/1295, e-mail: casadejujuy@yahoo.com
- Casa de la Provincia de San Luis en Buenos Aires, Azcuénaga 1087, 4822-0426.
- Casa de la Provincia de La Rioja en Buenos Aires, Av. Callao 745, 4815-1929/4813-3417.
- Casa de la Provincia de La Rioja en Buenos Aires, Av. Callao 745, 4815-1929/4813-3417.
- Casa de la Provincia de Neuquén en Buenos Aires, Perón 687,4327-2454, e-mail: casanqn-turismo@neuquen.gov.ar