Hay varias maneras de disfrutar de la playa: leer, jugar pelota paleta, tomar sol, escuchar música o el ir y venir de las olas. Pero hay otra que es posible sólo en algunos rincones costeros, en un puñado de espacios reservados para quienes quieren darse la oportunidad de sentir la caricia del sol en cada centímetro del cuerpo, aprovechando al máximo sus efectos saludables y hasta zambullirse desnudo en el mar para entrar en un contacto íntimo con la naturaleza. De eso se trata esta dicotomía entre ser textil (ir vestido a la playa) o animarse a visitar una playa nudista naturista. Para hacerlo es preciso despojarse de los prejuicios antes de quitarse el traje de baño y adentrarse en la filosofía que rige este modo de vida que sintoniza con lo natural. Para el nudista naturista -según explica Florencia Brenner, miembro de la Asociación para el Nudismo Naturista Argentino (Apanna)- el desnudo practicado con ética, en lugares y circunstancias adecuadas, no es nunca obsceno, vergonzoso, excitante, ni ridículo, sino natural, saludable y auténtico; es una manera de disfrutar plenamente de la libertad que da la desnudez y del contacto con la Naturaleza. Esta posibilidad de convertirse por algunas horas en Adanes y Evas, no es una tendencia nueva aunque sí cada vez más aceptada. Comenzó en Alemania en 1898 con la fundación del primer club nudista, Freikörperkultur, en Essen, y siguió en 1920 con la inauguración de la primera playa nudista en la isla de Sylt del mismo país. Hoy, la ética naturista está regida bajo el código propone la Federación Naturista Internacional, que se resume en el respeto a sí mismo, al otro y al Medio ambiente.
En Sudamérica, el nudismo aún está a años luz de las playas europeas. Aquí, todas las playas nudistas naturistas tienen en común el aislamiento, para evitar a los "mirones", y las condiciones geográficas, como la presencia de médanos, que generan un entorno de discreción. Generalmente, no se permiten el uso de parlantes individuales ni los juegos de pelota. Si, como sostienen, la desnudez (opcional) libera a quienes la practican de las tensiones internas, los tabúes, el consumismo y las presiones de la sociedad contemporánea, logrando un equilibro físico y espiritual, será cuestión de animarse y debutar, eso sí, durante un día sin viento. No olvide llevar una toalla para sentarse y protector solar, para cuidar sobre todo aquellas zonas que no han estado expuestas al sol. Aquí le decimos dónde.
Playa Querandí, Mar Azul
Apostada dentro de la Reserva Dunícola Municipal Faro Querandí, esta playa pública familiar de nudismo opcional comenzó a escribir su historia en 2008 y este verano celebra su 11ª temporada. Vale la pena conocerla por su entorno natural, donde conviven una geografía de dunas vivas, bañados y bosques de coníferas con más de 150 especies de aves y algunos reptiles, como la endémica lagartija de las dunas. Hay que tener en cuenta que esta playa, como ninguna otra de Mar Azul y Mar de las Pampas, no ofrece servicios por estar ubicada dentro un área natural protegida.
Sí hay guardavidas, que este año estrenó casilla, y una bomba de tracción manual que ofrece agua potable. Aquí, un grupo de voluntarios se encarga de ir haciendo mejoras cada año. Esta temporada instalaron contenedores de viento para hacerle frente a las fuertes corrientes de aire que soplan en sus costas. Para descubrirla hay tres opciones: a pie por la playa; en 4x4 por el acceso ubicado a 4 km al sur de Mar Azul hacia el lado del faro que asegura descubrir increíbles paisajes de dunas vivas; o en auto, a través del acceso que ofrece la arenera Galatti ($300 por vehículo) en el Km 429,5 de la RN 11.+ info: playaquerandi
Playa Escondida, Mar del Plata
Fue la primera playa nudista de la Argentina. Comenzó a funcionar en febrero de 2001 en el Km 552 de la Ruta 11, a 25 km del centro de Mar del Plata y a 7 km de Miramar. La ubicación es perfecta: una boca de agua de 120 m ubicada 6 metros desde el nivel de la ruta hacia abajo sin posibilidad de que llegue gente desde otras playas por la costa. Cuando inauguró sólo había una caseta con letrinas que limpiaba personal de la municipalidad cada día y el resto eran cuerpos desnudos, mar y arena. En 2002, nació este parador inspirado en el Club Orient de la isla caribeña St. Maartin, destruido en 2018 por el huracán Irma. Su restó-bar ofrece un menú corto que incluye opciones vegetarianas con toque gourmet, y piscina climatizada para quienes alquilan sus 8 gazebos y 20 sombrillas ($1.200 y $600 por día, respectivamente). La tarifa incluye servicio de toallas y acceso a los vestuarios. Cuenta con estacionamiento con sombras. + info: playaescondida.com.ar
Chihuahua, Uruguay
Es una institución del nudismo uruguayo. Desde los años 60 (legalizada en el año 2000), sus dos mil metros de playa de arenas blanquísimas, surcadas por un arroyo y rodeadas de bosques, fueron precursoras en la práctica del nudismo naturista. Era "el lugar" -así se referían a esta playa- sobre el que todos y nadie sabían. Alejado de todo, llegar al balneario implicaba, entonces, una aventura. Hoy cuenta con dos paradores que funcionan como punto de encuentro: Explora, un clásico que abre en modo pop-up durante la temporada y que despacha caipirinhas y caipiroskas, fresca pesca del día y organiza fiestas que respetan a la naturaleza; el otro es el flamante Mandala Beach. Abrió en diciembre de 2018, en una casa apostada a 50 metros del mar, sobre las dunas, con un amplio salón comedor y un deck al aire libre donde se sirven los clásicos platos de un chiringuito de playa, chivito canadiense incluido. Hay baños y hasta un miniparque para quienes tienen sed de pasto. Ofrece, además, sombrillas y tumbonas. Abre desde la mañana hasta la noche y pretende permanecer con ese régimen todo el año. Para seguir en sintonía, el hotel El Refugio es el primer hotel naturista de Chihuahua: una opción para quienes quieren practicar el nudismo en otros escenarios, como la piscina o el parque.Otros puntos uruguayos donde practicar el nudismo naturista son playa La Sirena, en Rocha, desde 2004 aunque sin servicios; la playa Miramar a orillas del arroyo Carrasco en Montevideo; y la zona de El Águila, en Atlántida. + info: www.playachihuahua.com
Playa Luna, Valparaíso, Chile
Para bañarse desnudo en el Pacífico hay que alejarse unos 64 km al norte de Valparaíso y llegar hasta Puchuncaví, donde se encuentra la única playa autorizada para la práctica del nudismo naturista en Chile (existen varias otras no oficiales en distintas regiones, como playa Escondida de Antofagasta, Cueva de Corazones en Arica y Luna Norte en Iquique). Creada el 30 de enero de 2000 dentro de una Reserva Ambiental donde anida la Gaviota Dominicana, el acceso es poco evidente aunque posible a pie o en vehículo por la entrada ubicada en el Km 50 de la ruta F-30-E. Quienes la descubran habrán visitado una de las 10 playas más bonitas de la Quinta Región, con una costa de 500 metros bañada por aguas claras. Funciona del 15 de diciembre al 15 de marzo. Cuenta con guardavidas, baños y alquiler de sombrillas aunque no con servicios: hay que llevar provisiones en una mochila y zapatillas para acceder a pie.+ info: www.playaluna.cl
Praia do Pinho, Santa Catarina, Brasil
Para decididos: en la primera playa oficial de nudismo del país es requisito desnudarse al pisar la arena. A unos 80 km de Florianópolis y a 9 km de distancia desde el centro del Balneario Camboriú, la playa de aguas claras y fuerte oleaje está rodeada por la exuberante mata atlántica Tiene un sector para hombres solos y otro para familias, mujeres y parejas. Además, servicios, dos bares, cancha de voley, parque infantil, estacionamiento y una posada y camping donde la práctica del nudismo es opcional. Si bien está abierta todo el año, entre septiembre y mayo hay más movimiento.+ info: www.praiadopinho.com.br
Pueto Bonito, Lima, Perú
Con una geografía a prueba de curiosos, disimulada entre acantilados y dunas de arena, es la única playa nudista del Perú. Quienes quieran vivir la experiencia deben viajar unas tres horas al sur de Lima hasta el Km 72 de la Panamericana Sur. Aquí, desde 2004, es posible andar "calato", sinónimo de desnudo en Perú y Bolivia, a orillas del Pacífico. Se accede a pie o en vehículos 4x4 y cuenta con dos zonas bien delimitadas: una para nudistas y otra para "campistas", como llaman a quienes eligen acampar en la playa pero sin desnudarse.+ info: Asociación Naturista de Lima (ANNLI)