Artivismo: un reclamo ecosocial viajará desde Jujuy hasta las Serpentine Galleries de Londres

Con acento europeo desde Berlín, donde vive desde hace dos décadas, el “artivista” tucumano Tomás Saraceno habla con énfasis sobre lo que está ocurriendo en el norte argentino: “Se necesitan dos millones de litros de agua para extraer una tonelada de litio. El valor del agua es muchísimo mayor que el del litio, que empresas extranjeras se están llevando casi gratis y sin permiso de los pueblos originarios”.

A mediados de este mes Saraceno regresó a Jujuy, donde hace tres años rompió 32 récords mundiales al impulsar el vuelo más sustentable de la historia de la humanidad, para participar de un debate sobre justicia ecosocial. La filmación de ese encuentro ampliará Pacha, “película sin fin” iniciada allí en 2020 como parte del proyecto de la comunidad Aerocene, que aspira a crear una era libre de combustibles fósiles. Y será una pieza central de su muestra Webs of Life, que se exhibirá desde principios de junio en las prestigiosas Serpentine Galleries de Londres.

Así, los reclamos de las comunidades de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc se harán escuchar en uno de los principales escenarios culturales a escala global. “Nuestro primer mensaje es: no queremos ser más zona de sacrificio. Necesitamos hacer la transición energética, pero no cualquier transición energética como nos quieren imponer a los pueblos del sur”, dijo la abogada Alicia Chalabe en la conferencia de prensa realizada durante el encuentro en Jujuy.

“Hay que tener imaginación, que muchas veces nos brinda el arte, para pensar en otros futuros posibles, en qué tipo de sociedad queremos vivir”, señaló por su parte la investigadora e intelectual Maristella Svampa, integrante de los colectivos Mirá Socioambiental y Acción por la Justicia Ecosocial. Participaron también, entre otros, la escritora Graciela Speranza e Inés Katzenstein, curadora de arte latinoamericano del MoMA, con la coordinación de un taller para niños.

La próxima convocatoria, que incluirá “pinturas con colores que solo pueden ver los perros, sonidos especiales para pájaros y vibraciones de arañas”, será en Kensington Gardens. “Va ser una exposición multisensorial, multiespecie y multigeneracional, que se expandirá a los jardines; la sala no tendrá aire acondicionado y se abastecerá de energía con paneles solares. Mostrará a cuántas formas de vivir afecta la nuestra –explica–. Si compramos un auto eléctrico, no sabemos las consecuencias que eso tiene en otro país”, anticipa Saraceno, uno de los principales referentes de la creación contemporánea. Formado como arquitecto en la UBA, trabajó con instituciones como el MIT y la NASA y exhibió sus obras en la Bienal de Venecia. Entre ellas Aracnomancia, una propuesta oracular que también estará presente en las Serpentine.

Continuará de esta manera la acción iniciada por Saraceno en el mismo espacio en 2021, cuando sorprendió con arañas gigantes desarrolladas con realidad aumentada por la aplicación Acute Art; se exhibieron luego en el High Line de Nueva York –gracias a una colaboración con The Shed, que alojó en 2022 la muestra más importante de Saraceno en Estados Unidos- y el verano pasado llegaron a la explanada de Fundación Proa. Fue una forma lúdica de mostrar, como ya lo había hecho en 2017 al poblar de arañas y sus telas las salas del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que es posible colaborar para crear “un futuro basado en la justicia para todas las especies”.

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