Escándalo por la nueva película de Luisana Lopilato: afirman que los directivos de la escuela hicieron de extras

La filmación en Jujuy de Pipa, la película protagonizada por la actriz Luisana Lopilato, sumó un nuevo escándalo. Esta semana, un grupo de madres y padres denunció que no fueron consultados ni avisados que el rodaje se llevaría a cabo en la escuela de Tilcara a la que asisten sus hijos. Y, ahora, sostienen que algunos integrantes del personal directivo habrían participadas en escenas como extras.

Carolina y Rodolfo son padres de alumnos de la escuela primaria Eduardo Casanova de Tilcara. Este jueves, entrevistados por videoconferencia en el programa Nosotros a la mañana (eltrece) denunciaron un serie de irregularidades en el rodaje de la película Pipa, el film dirigido por Alejandro Montiel y cuyo guion fue realizado por Mili Roque Pitt, el propio Montiel y la periodista y escritora Florencia Etcheves. Irregularidades que van desde el total desconocimiento por parte del personal que trabaja en ese establecimiento educativo sobre los detalles de la grabación hasta la vulneración de los derechos de las niñas y niños que allí asisten.

“Ayer a la tarde [por el miércoles] a partir de las 15:30, mientras las chicas y los chicos estaban en clase, el equipo de producción de la película utilizó las instalaciones de la escuela y eso significó que para las niñas y los niños les fuera imposible salir de las aulas, estuvieron retenidos sin poder ir al baño ni poder hacer actividad física”, subrayó Carolina.

La madre apuntó que el caso reviste gravedad ya que las familias no habían sido consultadas sobre lo que iba a realizar la producción de la película, que tiene previsto su estreno en Netflix para 2022. ”Se utilizaron imágenes de la escuela, imágenes de la salida donde estaban las niñas y los niños. No hubo ningún consentimiento previo ni de las familias ni del equipo docente de la escuela”, remarcó.

Tras escuchar la declaración de la madre entrevistada, el conductor Joaquín “Pollo” Álvarez remarcó que desde la escuela deberían haberlos notificado de esto, ya que la dinámica de una filmación puede hasta resultar entretenida para el alumnado de una escuela. Fue entonces que el hombre explicó en qué momento se enteraron del rodaje. “Nosotros supimos porque las maestras y los maestros nos enviaron mensajes de WhatsApp en los que nos pedían que retiremos a los chicos 10 minutos antes [de lo habitual] porque había una filmación en la escuela. No estábamos enterados ni nosotros ni los maestros de grado. Por lo que sabemos los que estaban en conocimiento eran las autoridades de la escuela y el Ministerio de Educación de la provincia de Jujuy”, ratificó de esa manera lo expresado por la mujer previamente.

¿Directivos como extras?

Ariel Wolman, el panelista de espectáculos del programa y quien introdujo el informe del tema, les consultó a los entrevistados si conocían la versión de que algunos miembros del personal directivo habían participado como extras del rodaje. Ante esto, los padres lo corroboraron. “Nosotros con el tema de la pandemia, cuando empezaron a ir los chicos, los dejamos en la puerta y entran con un cierto protocolo. Hace un año que no estamos pudiendo entrar y no tenemos mucha comunicación con los directivos. Por lo que nos dicen, los directivos de la escuela participaron en la filmación”, señalaron.

Luego la madre retomó la idea expuesta por el conductor del programa y clarificó cuál era la preocupación de los padres que presentaron la denuncia. “Nosotros queremos aclarar que por más simpática que parezca la anécdota de la filmación, existen leyes que protegen la intimidad y la privacidad de los niños y los adolescentes, que fueron completamente violadas en este acto. Y nosotros, los adultos responsables, no fuimos consultados si queríamos o no que nuestros hijos fueran partícipes de esa situación”, precisó.

Sobre el final de la entrevista, Álvarez sostuvo que como el rodaje de la película es algo grabado se puede solicitar que nadie utilice esas imágenes y que la producción debería repetirlas una vez que cuenten con los permisos correspondientes. Tras coincidir, la madre denunciante explicó que la gravedad del hecho residía en el incumplimiento de los protocolos de Covid-19 impuestos en Jujuy, la primera provincia argentina en restringir las clases presenciales antes de que se declarara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). “Hace más de un año y medio que estamos cumpliendo los protocolos en las escuelas y la presencialidad plena en la provincia de Jujuy comenzó hace 15 días, no hace seis meses”, concluyó.

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