Problemas de cartel, competencia por liderar las recaudaciones, infidelidades y hasta una pelea con su exconsuegra conforman el nutrido listado de enfrentamientos que Carmen Barbieri cosechó en los camarines teatrales y que alimentó frente a las cámaras de televisión
Es una artista talentosa, convencida de su vocación. Heredó la pasión por el espectáculo de su abuelo, quien fuera guitarrista de Carlos Gardel, y de su padre, el recordado capocómico Alfredo Barbieri. Sin embargo, su carrera también se fue construyendo con unos cuantos escándalos mediáticos, peleas con sus colegas, entuertos que, generalmente, fueron innecesarios y empañaron su figura con un halo de cierta tosquedad. De los camarines a los programas de chismes, sin escalas.
Carmen Barbieri nunca se calló nada y expuso su vida privada ante el foco de la opinión pública. Una suerte de Gran hermano propio con una cámara que la acompaña día y noche. También aprovechó ese sesgo cuando, como sucede en la actualidad con su programa Mañanísima (eltrece), capitalizó su rol de conductora para entreverarse con propios y ajenos; ni siquiera su hijo Federico Bal quedó fuera de las bataholas.
A su ¿amiga? Moria Casán la azuzó en el programa de Mirtha Legrand debido a una competencia por quién iba primera en la tabla de recaudaciones teatrales de Mar del Plata. Tan sólo una anécdota al lado del escándalo que aconteció en el teatro Atlas de Mar del Plata cuando habría descubierto una infidelidad de su exmarido Santiago Bal con una bailarina, ambos también integrantes del elenco. Con Nazarena Vélez compartió una comedia de teatro, pero la relación laboral que ya venía desgastada se terminó de hacer trizas cuando Federico Bal y Barbie Vélez -hija de Nazarena- se separaron en medio de rumores de violencia de género.
Con todo, los escándalos parecen potenciar la figura de Carmen Barbieri, una celebridad querida por el público que vive su carrera con la misma adrenalina que le imprime a su vida. Acaso porque ambas facetas de esta mujer pública se fusionan para generar un efecto que podría haber nacido en lo distópico de un relato de George Orwell, con los espectadores poniendo su ojo para espiarla en todo momento. Y ella dejándose espiar.
Tercera en discordia
Durante el verano de 2011, Carmen Barbieri encabezó Bravísima, un show de revista en el teatro Atlas de Mar del Plata que fue todo un suceso. La producción perteneció a Javier Faroni, mientras que la dirección estaba a cargo de Santiago Bal, entonces esposo de la capocómica. En el elenco figuraban Matías Alé, Mónica Farro, Belén Francese, Toti Ciliberto, Emiliano Rella, Andrea Ghidone, Andrea Estévez y un cuerpo de baile en el que se destacaba una joven llamada Ayelén Paleo, que estaba al frente de un cuadro de tango.
Promediando el verano, estalló el escándalo cuando comenzaron a trascender las discusiones que, a viva voz, encarnizaban Carmen Barbieri y Santiago Bal, debido a las infidelidades del actor y director. Al tiempo se supo que la tercera en discordia habría sido Paleo, quien siempre negó las acusaciones y jamás se mostró en forma privada junto al caballero en cuestión.
La temporada llegó a su fin en el mes de marzo junto con un matrimonio de 26 años y con el fruto de un hijo: Fede Bal, quien aún no había debutado en el género teatral que enarbolaban sus padres.
Un año después de comenzado el temporal matrimonial -que no volvería a tener una nueva oportunidad- Marcelo Tinelli cruzó a Carmen Barbieri, entonces jurado de Bailando 2012, y a Ayelén Paleo, entonces participante del certamen. Cada vez que a la joven le tocaba demostrar su talento en la pista, Barbieri arremetía con jugosos reproches. Una vez más, lo privado le sumaba a su carrera pública.
Al tiempo vieron la luz audios privados donde se podían escuchar los reproches de Barbieri a Bal. El verano pasado, la actriz contó en su programa Mañanísima que, al momento de separarse, y a modo de revancha de su marido, ella había realizado gastos suntuosos. “Me compré cuatro carteras Luis Vuitton y dos relojes Omega con brillantes. Lo hice con la tarjeta que tenía de él, aunque yo no era la titular”. No hay nada peor que una mujer despechada.
Santiago Bal murió el 9 de diciembre de 2019 y, si bien el matrimonio con su esposa no se había recompuesto, Carmen Barbieri lo socorrió cada vez que lo necesitó en el tramo final de su vida marcado por serios problemas de salud.
Consuegras y enemigas
Carmen Barbieri nunca digirió del todo a Nazarena Vélez, pero, como negocios son negocios, en el segundo semestre de 2014 recibió la propuesta del productor Javier Faroni para protagonizar la comedia Leonas, escrita por Atilio Veronelli y que dirigió Marcelo Cosentino, donde Barbieri compartiría el encabezado de la marquesina con Vélez. En el elenco también figuraba Carlos Andrés Calvo, anunciado como “Carlín”, quien haría una breve participación, luego de haber sufrido dos episodios de ACV.
En principio, el espectáculo se iba a ofrecer en la ciudad de Villa Carlos Paz, pero, por una prescripción médica recibida por Vélez, la temporada de verano de 2015 se realizó en la extinta sala Güemes de Mar del Plata. Habían pasado solo siete meses del suicidio del productor Fabián Rodríguez, pareja de la exvedette, y una permanencia en la ciudad serrana le removería recuerdos y socavaría dolores aún sin cicatrizar.
En su momento trascendió que Carmen Barbieri no la habría pasado bien en la producción de fotos de rigor que se realiza antes de cualquier estreno. Su descontento habría tenido que ver con planos donde la figura de Vélez se destacaba por sobre la de ella y en un desacertado vestuario elegido para la ocasión, donde, según se dijo, Barbieri quedaba deslucida frente a su compañera.
Todo se fue solucionando de a poco, aunque trascendió que Barbieri habría pedido una segunda oportunidad frente al flash. Un equipo de producción profesional y paciente buscaba calmar los ánimos para que la temporada no naufragara, pero intuía que la sangre llegaría al río.
Se dice que, en teatro, ante el éxito las diferencias se amortiguan, pero que, de faltar público, el mínimo chispazo enciende el incendio. La comedia Leonas fue un fracaso, al punto tal que Barbieri, con su habitual humor, se adelantó a confesar: “Tuve más novios que espectadores”. Tampoco faltó el malestar de la comediante ante lo que creyó que era una falta de compromiso de la exsecretaria de Gerardo Sofovich a la hora de promocionar el espectáculo. La temporada terminó el 8 de marzo, Barbieri bloqueó a Vélez y recién volvieron a cruzarse en la presentación de Bailando por un sueño, el programa de Marcelo Tinelli.
Antes, durante el verano, otro hecho, que podría haber salvado diferencias y haberlas unido fraternalmente, fue una suerte de frutilla del postre de la enemistad. Fede Bal y Barbie Vélez habían comenzado a noviar.
La pareja estuvo unida durante poco más de un año, aunque con varias separaciones en el medio, hasta que, en el otoño de 2016, se hicieron públicas denuncias tanto de Vélez como de Bal. En mayo de ese año, la joven visitó el set de Intrusos (América) y le contó a Jorge Rial su versión sobre una madrugada violenta protagonizada junto a su pareja de entonces.
Si bien se trata de una separación de larga data, este año, Carmen Barbieri también visitó Intrusos, ahora a cargo de Flor de la V, para recordar algunos aspectos que llevaron a la separación de su hijo. Por la noche, todo fue nuevamente puesto al aire en LAM (América), con la mirada atenta de Nazarena Vélez, panelista del programa, quien agradeció no haberse cruzado a Carmen Barbieri en los últimos años. La pipa de la paz, por ahora, no la fumarán.
La guerra naif
Años antes de protagonizar sus mayores escándalos, durante el verano de 2007, Carmen Barbieri se trenzó con Moria Casán, en tiempos donde ambas encabezaban elencos de revista en dos salas distintas de Mar del Plata. Mientras que la primera encabezaba Bailando por un voto en el Atlas, acompañada por Nito Artaza, su compañera lideraba Irresistible en el Neptuno, junto con Miguel Ángel Cherutti.
El 28 de febrero, casi como un chiste del Día de los Inocentes, las vedettes visitaron Almorzando con Mirtha Legrand, que finalizaba su temporada de verano en vivo, por el canal América y desde el hotel Costa Galana de esa ciudad balnearia.
Carmen argumentó que Moria se sentía molesta porque le ganaba en recaudaciones, mientras que Casán le esgrimió que tenía otras condiciones artísticas como “tocar el piano”, algo de lo que carecía su colega. Fue durante ese verano cuando Carmen bautizó a Moria como “Patoruzú” y su colega le devolvió la trompada con una definición mortal: “Cara de pato, cuerpo de lavarropas”.
“¿Todo esto es verdad?”, preguntó Mirtha Legrand antes de terminar su programa, que se había convertido en un gran paso de comedia donde el clima de pelea impostada que causaba gracia.
Cuando este año Carmen Barbieri debutó en las mañanas de eltrece, su invitada estelar fue Moria Casán, una “enemiga” funcional al show y con la que comparte un gran afecto. Moria trabajó con Alfredo Barbieri y siempre guardó cariño por Ana Caputo, madre de Carmen. En tanto que Barbieri jamás se olvidó de que sus primeros pasos como bailarina los dio en una revista encabezada por Casán. “Somos tan hipócritas en este ambiente”, suele decir Carmen. Y nadie la desmiente.
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