Ajenjo y tomates, para repeler mosquitos y avispas

Flavio Pezzoli, presidente de la ODAF (Orden de Agrónomos y Médicos Forestales de la Provincia de Roma), explica las diferentes características de estos repelentes naturales, fáciles de encontrar en cualquier vivero.

El ajenjo, con su fragante follaje, se usa a menudo en la cocina o para elaborar licores, pero su poder repelente lo hace excelente para cualquiera que desee crear un jardín libre de insectos.

Las tomateras, una opción menos común pero efectiva, tienen un olor que las avispas no toleran; lo mismo ocurre con la asperilla, que puede formar una hermosa alfombra blanca en la base de los árboles frutales, ideal para pequeños ramos.

La menta también mantiene alejadas a las avispas, así como a las arañas, hormigas y mosquitos, como la citronela, que, sin embargo, requiere un clima cálido para crecer bien y no tolera las heladas. La artemisa limón, también conocida como aurona, es un excelente repelente.

La lavanda es una planta con un aroma intenso que las abejas adoran, pero las avispas no tanto.

Los pelargonios, similares a los geranios, son otra excelente opción. Producen citronelol, una molécula con propiedades repelentes muy eficaces contra avispas y mosquitos.

Los geranios no solo son decorativos, sino también útiles: florecen de marzo a septiembre, coincidiendo perfectamente con la temporada de avispas. Con un cuidado adecuado, pueden durar años, proporcionando una barrera natural eficaz. (ANSA).

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