Brasil se alista para una vida sin Tite
Con la tormenta aún en el cielo, Brasil debe enfocarse en breve en hallar el reemplazo de Tite, el técnico que reconstruyó a la 'Seleção' luego de años de humillantes tropezones, pero que se estrelló en Catar.
Fiel a su carácter impasible y con un discurso propio de una homilía, el seleccionador brasileño oficializó el viernes lo que ya había anunciado en febrero: dejar el mando de los pentacampeones al término de su participación en la Copa del Mundo.
"Derrota dolorosa, sin embargo, estoy en paz conmigo mismo. Fin del ciclo", dijo el técnico, de 61 años, en rueda de prensa en el estadio Education City de Doha.
Croacia le cortó las alas en cuartos de final (1-1, 4-2 en penales) a uno de los principales candidatos al título y dio un amargo cierre a los seis años y medio de mandato de Adenor Leonardo Bachi, Tite.
Ahora, Brasil debe comenzar la evaluación de su sucesor, que tendrá la dura labor de ganar el esquivo hexacampeonato en 2026 y seducir al astro Neymar para que siga defendiendo la 'Canarinha'.
"No garantizo al 100% que volveré, necesito analizar, pensar un poco más en lo que es bueno para mí y para la selección", dijo el '10', de 30 años, visiblemente golpeado tras la eliminación.
- ¿Local o extranjero? -
La búsqueda se antoja desde ya infartante: sin ningún gran nombre en casa, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no descarta que un extranjero se siente por primera vez en propiedad en el banquillo de los más veces campeones del mundo.
Antes, tuvieron pasos fugaces y circunstanciales el uruguayo Ramón Platero (1925), el portugués Jorge Gomes de Lima, conjuntamente con el brasileño Flávio Costa (1944), y el argentino Filpo Núñez (1965).
En la baraja para intentar ganar la sexta estrella, la primera desde 2002, ha sonado incluso el español Pep Guardiola, aunque la CBF niega tajantemente haber iniciado acercamientos con algún entrenador.
"Esta cuestión (el nuevo entrenador) solo se tratará en enero", dijo el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, antes del debut en Catar.
La decisión de internacionalizar el comando puede levantar ampolla en un país muy orgulloso del talento local, responsable de conquistar sus cinco títulos mundiales: Vicente Feola (1958), Aymoré Moreira (1962), Mario Lobo Zagallo (1970), Carlos Alberto Parreira (1994) y Luiz Felipe Scolari (2002).
Sin apoyar explícitamente a algún DT, Tite es uno de los tantos partidarios de que su reemplazo sea nacido en la patria de Pelé: "Hago fuerzas para que sea un profesional brasileño. Es mi sentimiento", dijo hace unos meses.
- "Deja un legado" -
La salida de Tite deja huérfana a una generación de jóvenes -Vinicius Jr, Rodrygo, Antony, Richarlison- a la que le ha sido imposible quitarse el peso del 7-1 ajustado contra Alemania en semifinales del Mundial de 2014.
"Es un hombre al que le somos muy agradecidos por todo lo que hizo en la selección. Dejó un legado", dijo el portero Alisson. "El fútbol tiene un lado cruel: solo aquellos que son coronados en un Mundial son recordados como vencedores, pero en el fondo sabemos que este equipo es ganador".
Tite tomó el comando del 'scratch' en junio de 2016 tras el despido de Dunga, cocinado por la caída en primera ronda de la Copa América Centenario, una situación no vista desde Argentina-1987.
Con Neymar como punta de lanza de su proyecto, al que protegió de sus numerosas polémicas fuera y dentro del campo, muy rápido cambió el rostro de Brasil, que sin embargo bajo su orientación pocas veces dio exhibiciones de 'jogo bonito'.
Lo suyo fueron los resultados y varios récords rotos, entre ellos los 45 puntos en 17 partidos alcanzados en el clasificatorio sudamericano hacia Catar. En total, dirigió 81 juegos, con 60 victorias, 15 empates y seis derrotas, y un título: la Copa América de 2019 ganada en casa.
Tres de los reveses fueron en juegos oficiales y dos de ellos muy dolorosos: contra Bélgica (2-1) en cuartos de Rusia-2018, ante Argentina (1-0) en la final de la Copa América-2021 y frente a Camerún (1-0) en la fase de grupos de Catar.
La Copa del Mundo es lo único que falta en su vitrina, colmada con todos los trofeos a los que puede aspirar un entrenador de un club brasileño: Brasileirao, Copas Libertadores y Sudamericana, Mundial de Clubes, Copa do Brasil...
Aquel palmarés sera una buena carta de presentación para su aspiración de seguir su carrera en Europa.
El adiós de Catar, no obstante, avivó las críticas frecuentes por sus planteamientos, que muchos consideran muy defensivos, y la dificultad reciente que ha tenido la 'Canarinha' para vencer a selecciones europeas de peso.
"Dos Mundiales seguidos con Tite en el comando y ambos con rendimientos entre medio y flojo", criticó el exfutbolista Walter Casagrande, mundialista con Brasil en México-1986, en el diario Folha de Sao Paulo.
Raa/psr