Comercio: Brasil, afectado por aranceles EEUU recurre a OMC
Golpeada, el 35% de la exportación, listas medidas para empresas
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Una iniciativa de la que la administración de Luiz Inacio Lula da Silva no espera verdaderos resultados concretos, pero que considera como una señal de alto valor simbólico en términos de liderazgo geopolítico.
Por otro lado, el miembro del BRICS (la asociación económica, política y social formada por sus socios principales, además de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) no está dispuesto a ceder ante las presiones de los Estados Unidos sobre el expediente del ex presidente ultraconservador Jair Bolsonaro, acusado de intento de golpe de estado.
Bajo arresto domiciliario, tras haber violado algunas medidas restrictivas de la Corte Suprema, el líder de derecha y amigo del inquilino de la Casa Blanca se mostró entristecido ante los primeros aliados políticos que lo visitaron en su domicilio en el Jardín Botánico de la capital.
"No diré que no estaba triste, pero es una persona que cree profundamente en nuestro país", comentó el senador Ciro Nogueira, líder del conservador Partido Progresista (PP), uno de los primeros en obtener autorización del Tribunal Supremo para reunirse con él.
Y mientras en el Congreso los legisladores de derecha obstruyen y aumentan la presión para apoyar a Bolsonaro, el gobierno de Lula (que carece de mayoría en el Parlamento) intenta avanzar.
Aunque el presidente ha anunciado, no sin ironía, que tiene la intención de llamar a Trump para invitarlo a la COP30, por ahora, el único contacto con Washington previsto de modo oficial anunciado por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien se reunirá remotamente con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el próximo miércoles: justo a tiempo para afinar la respuesta de Brasil al aumento de aranceles, anunciado para el 18 de agosto.
Mientras tanto, el gobierno de Lula elaboró un paquete de medidas urgentes para apoyar a los sectores económicos más afectados por la crisis económica estadounidense.
Las medidas están dirigidas a apoyar, en particular, a las pequeñas empresas, mediante líneas de crédito con tasas de interés favorables.
"Comenzaremos con los productores más pequeños, que no tienen otra alternativa que exportar a Estados Unidos. Esta es la principal preocupación", explicó Haddad.
Este es el caso, por ejemplo, del sector apícola, donde la industria nacional de la miel, que depende en un 80% de las ventas en el país estadounidense, ya se encuentra en una situación crítica.
No se espera mucho del procedimiento iniciado en la OMC, donde Brasilia solicitó una consulta con la delegación de Estados Unidos: un primer paso hacia una posible acción en caso de no llegar a un acuerdo. (ANSA).









