Desconecta Romero y sal gruesa: ¿para qué sirve colocarlos juntos en un frasco dentro de casa?
Romero y sal gruesa: ¿para qué sirve colocarlos juntos en un frasco dentro de casa?
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MADRID, 1 de diciembre de 2025 (Europa Press) -
En los meses fríos es habitual que aparezcan problemas de humedad interior: cristales que amanecen empañados, olor a cerrado en armarios, pequeñas manchas en esquinas frías o textiles que tardan más en secar. La condensación aumenta y, con ella, la necesidad de buscar soluciones sencillas que complementen al deshumidificador. Entre ellas se ha hecho popular un truco doméstico que combina dos ingredientes muy accesibles: sal gruesa y romero. Ambos actúan de forma distinta, pero juntos crean un pequeño sistema capaz de absorber parte de la humedad del ambiente y aportar un aroma fresco y herbal.
Más que un remedio milagroso, se trata de una medida útil para espacios pequeños -cajones, zapateros, armarios o estantes cerrados- que ayuda a mejorar el olor y a reducir la humedad residual que se acumula en invierno.
EN QUÉ CONSISTE ESTA MEZCLA Y POR QUÉ FUNCIONA
Prepararla es sencillo: basta con colocar sal gruesa en un frasco de cristal y añadir unas ramas de romero, dejando la parte superior sin tapa para permitir el contacto con el aire. La eficacia de esta combinación tiene dos pilares. Por un lado, la sal gruesa es higroscópica, lo que significa que atrae y retiene parte de la humedad ambiental.
Por otro lado, el romero libera compuestos aromáticos como el eucaliptol, el alcanfor o el borneol, responsables de su fragancia fresca y herbal. Aunque no actúan como un ambientador potente, sí aportan una sensación de limpieza y claridad muy agradable en espacios cerrados.
DÓNDE ES ÚTIL Y QUÉ SE PUEDE ESPERAR REALMENTE
Este frasco casero da buenos resultados en espacios pequeños y poco ventilados, donde la humedad es moderada y se manifiesta sobre todo como olor a cerrado. En un zapatero con calzado húmedo, en un armario cercano a una pared fría o en un baño sin ventana, la sal puede reducir la humedad superficial y evitar que el ambiente se vuelva pesado, mientras el romero perfuma ligeramente el interior.
Sin embargo, no sustituye a un deshumidificador eléctrico -que es necesario cuando los niveles de humedad son elevados o hay condensación constante en ventanas-, pero sí contribuye a mantener secas zonas muy localizadas. Por eso se utiliza como complemento, no como solución principal. Su eficacia se nota especialmente cuando se coloca en varios puntos estratégicos y se renueva cada pocas semanas.
QUÉ LIMITACIONES TIENE Y CUÁNDO UTILIZARLO COMO APOYO
A diferencia de los aparatos diseñados para extraer grandes cantidades de agua del aire, la sal gruesa solo puede absorber una fracción limitada de humedad. No evitará manchas de moho ni solucionará problemas estructurales, y tampoco es capaz de deshumidificar una habitación entera. Su campo de acción es pequeño y localizado, pensado para prevenir olores y mantener secos cajones, armarios y estantes.
Por eso, la mezcla funciona mejor como tándem junto a un deshumidificador. El aparato se encarga de reducir la humedad general de la vivienda, mientras que la sal y el romero ayudan a mantener controlados los puntos en los que el aire queda atrapado y tiende a oler a humedad.
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