La UE defiende la vuelta de los rohingya a Birmania cuando se cumplen cinco años de la crisis
La Unión Europea ha defendido este miércoles la vuelta "segura, sostenible, digna y voluntaria" de la comunidad rohingya a sus lugares de origen en Birmania, cinco años después de que estallara la crisis de refugiados por la represión violenta contra esta comunidad en el estado de Rajine.
En un comunicado conjunto el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, han reclamado a las autoridades birmanas que generen las condiciones adecuadas para el regreso de esta minoría al país, tras reconocer que su futuro "sigue siendo incierto", y han apoyado los trabajos para un mecanismo independiente que investigue los crímenes cometidos contra los rohingya.
La UE recuerda que este colectivo ha sufrido crímenes de guerra y contra la humanidad que se deben investigar y por los que se tienen que rendir cuentas. Asimismo, lamenta que los mismos mandos militares que llevaron a cabo una persecución contra los rohingya en el oeste del país hace cinco años sean ahora los lideres de la junta militar que gobierna Birmania desde el golpe de Estado de 2021.
"Abordar las causas profundas de esta crisis, incluyendo los abusos sistemáticos sufridos por cientos de miles de rohingya en el estado de Rajine debe ser una prioridad internacional. En este sentido, la UE apoya totalmente el trabajo del Tribunal Penal Internacional", han subrayado en el comunicado, en que señalan el "apoyo inequívoco" al pueblo birmano y a todas las minorías en el país.
Aparte, la UE reconoce el papel de Bangladesh como nación receptora de los flujos de refugiados desde el oeste de Birmania, subrayando que desde 2017 ha empleado "considerables esfuerzos" para garantizar la protección y la asistencia humanitaria a casi un millón de refugiados rohingya. A este respecto, avisa de la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para afrontar la dimensión humanitaria de esta crisis.
Según las últimas cifras proporcionadas por la ONU, cerca de 14 millones de personas afectadas por la espiral de violencia en Birmania necesitan ayuda humanitaria. Del millón de refugiados rohingya, hay cerca de 450.000 adolescentes y niños que sufren el riesgo de convertirse en una "generación perdida".
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