Primer paquete del ministro de Hacienda brasileño busca reducir déficit de 2023
El ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, presentó este jueves su primer paquete de medidas destinado a reducir el déficit en las cuentas públicas del primer año de gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las medidas buscan aumentar la recaudación, entre ellas la posible vuelta al cobro de impuestos federales sobre los combustibles, y reducir gastos, con el objetivo de que el déficit pase de 2,3% del Producto Bruto Interno (PBI) previsto en el presupuesto a un nivel de entre 0,5% y 1%, informó Haddad en rueda de prensa.
El gobierno de Lula, principal líder de la izquierda brasileña, prometió un programa de incentivo para la regularización de deudas de empresas y contribuyentes con el fisco y también una revisión de contratos con la que buscarán achicar el gasto en hasta casi 10.000 millones de dólares.
La meta es cerrar 2023 con un déficit de entre 90.000 y 100.0000 millones de reales (entre 17.600 y 19.600 millones de dólares), dijo el flamante ministro.
"Hay situaciones difíciles de prever debido a la desorganización de los últimos cuatro años (...) Pero, puedo alcanzar un déficit primario menor a 1% del PIB", afirmó Haddad (59) en un auditorio.
Exalcalde de Sao Paulo, el ministro criticó a la administración del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro por haber tomado "una serie de medidas muy irresponsables", "sin ningún compromiso" a futuro, guiado por fines electoralistas.
Lula derrotó a Bolsonaro por un estrecho margen en las presidenciales de octubre de 2022.
Haddad, cuyo nombramiento en diciembre al frente de la cartera Hacienda fue recibido negativamente por el mercado como una señal de tendencia a ampliar gastos, destacó la exención de impuestos federales sobre combustibles decidida por Bolsonaro poco antes de dichos comicios.
La medida, sin embargo, vencía el 31 de diciembre y fue prorrogada por Lula hasta fin de febrero.
El jefe de Hacienda dijo que la decisión final sobre volver a prorrogar la exención será tomada "cuando el gobierno esté al frente de [la petrolera] Petrobras".
"La exoneración va a terminar en febrero. Eso no impide que el presidente revalúe esos plazos, dependiendo de la evaluación política que haga para pacificar el país", comentó, sentado junto a Simone Tebet, ministra de Planificación.
"Vamos a ordenar la casa y hacer que la economía crezca", agregó Haddad.
La situación económica brasileña y la inflación fueron uno de los temas que marcaron la elección presidencial, pero el regreso al poder de un gobierno de izquierda genera resquemor en algunos analistas de mercado.
La inflación en Brasil cerró 2022 en 5,79%, por encima de la meta del Banco Central, pero muy por debajo del dato de 2021, cuando alcanzó 10,06%.
Msi/pr/yow
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