Stand up comedy cobra vuelo en capital de venezuela, pero sin política
Por Johnny Carvajal
CARACAS, 24 nov (Reuters) - La pizzería de Samuel Rodríguez en Caracas no sólo sirve comida, también ofrece chistes y un escenario para jóvenes comediantes que llenan el vacío dejado por los veteranos humoristas que migraron dejando atrás la crisis política y económica de Venezuela.
Rodríguez, de 36 años, se presenta a sí mismo varios días a la semana en lo que describe como una especie de catarsis para lidiar con los problemas cotidianos. Su pizzería es uno de un número creciente de locales en la capital de Venezuela que atraen a los fanáticos del stand-up.
Pero la política no está necesariamente en el menú. Tanto el público como los comediantes están agotados por problemas como los constantes cortes de energía o agua y la creciente desigualdad de ingresos, señaló Rodríguez.
"Ni siquiera se toca el tema de país en las rutinas o en el chiste, casi nunca el consumidor o el cliente está queriendo (...) escuchar algo sobre el país, están en general cansados de eso", dijo Rodríguez.
La afluencia de lugares de entretenimiento, incluidos cafés, bares y restaurantes, se produce después de que el gobierno relajara las regulaciones económicas hace tres años, lo que permitió más transacciones en dólares.
Esas nuevas oportunidades para subir al escenario, junto con un aumento en las redes sociales basadas en videos, como Tik Tok, han sido una bendición para los jóvenes comediantes.
Sin embargo, a pesar de todas las bromas sobre la vida cotidiana, las nuevas generaciones de comediantes de Venezuela tienden a evitar las bromas políticas.
En Venezuela, las nuevas generaciones de comediantes en general tienen mayor interés por un humor "al estilo del stand up norteamericano, que es hablar de las cotidianidades, de asuntos que no tengan que ver con tema político", dijo el humorista y politólogo Laureno Márquez, de 59 años, uno de los más reconocidos del país.
Márquez, quien ha realizado giras por Sudamérica y actualmente está dando conciertos en España, dijo que un "clima de represión política" también ha llevado a los comediantes a evitar temas delicados.
Las autoridades han cerrado más de 50 estaciones de radio en Venezuela este año, lo que las organizaciones no gubernamentales dicen es un esfuerzo por controlar la información y dar hegemonía a los medios estatales sobre las comunicaciones y los gremios de periodistas.
Jeneil Tovar, una publicista de 39 años que se cambió a la comedia a tiempo completo hace un año y medio, dijo que está motivada por ver el impacto en su audiencia.
Dijo que aparte de lo "sabroso que es hacer sentir bien a los demás" en un show "es demasiado fino (bueno) cuando logras un propósito con tu trabajo del día a día, las risas". (Reporte de Johnny Carvajal y Vivian Sequera. Editado por Javier Leira)