Wider image-cuba lucha por mantener vivo el sueño de los jóvenes beisbolistas pese a la crisis
Por Nelson Acosta
LA HABANA, 4 ago (Reuters) - El niño cubano Kevin Kindelán, campocorto de 8 años en un equipo de béisbol en Centro Habana, y su amigo primera base Leoni Venego, de 7, sueñan con llegar al estrellato.
Kindelán dice que quiere jugar para la selección nacional de béisbol de Cuba, mientras Venego, recuperado después de hacer un gran "swing" durante una sesión de prácticas, admite que ha puesto su mirada en un premio mayor.
"Quiero llegar a las Grandes Ligas y me quiero parecer jugando a Yuli Gurriel", dijo Venego en referencia al estelar primera base cubano que juega para los Astros de Houston, un equipo de Estados Unidos.
El béisbol, el pasatiempo nacional de Cuba y deporte favorito del expresidente Fidel Castro, se ha convertido en una ilusión en la vida de la nación, golpeada por una crisis económica, que se percibe en los talentos que buscan el éxito fuera de su frontera.
La economía de Cuba se contrajo 11% en 2020 y solo avanza poco a poco ya que ha sido azotada por la pandemia y estrangulada aún más por el embargo de Estados Unidos, de la era de la Guerra Fría contra la nación isleña.
Largas filas para comprar alimentos, medicinas y combustible son la norma que van conduciendo a un éxodo sin precedentes de más de 150.000 cubanos viajando a Estados Unidos desde octubre.
"En los últimos seis años se han triplicado los números de peloteros que han salido del país en comparación con la década de entre 2000 y 2010", dijo Francis Romero, un experto en béisbol que reside en Florida. "No hay una liga, ni una estructura en un béisbol que pueda sostenerse así", añadió.
Y muchos jugadores jóvenes no están ya tan motivados por la ideología política o el amor a la camiseta del país, apuntó Romero a Reuters, elementos que durante décadas impulsó a los cubanos a grandes logros incluyendo las medallas de oro en Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Atenas 2004.
"Los jugadores antes esperaban mucho tiempo para emigrar y probarse. Ahora salen con 16 y 17 años como promedio y no llegan a jugar en la liga cubana de primer nivel", señaló.
En el terreno de béisbol "Pontón", en el centro de La Habana, con un fangoso "infield" y parte de las líneas de "foul" cubiertas de hierba, algunos de los más jóvenes peloteros de Cuba se entrenan y dan sus primeros pasos emocionados, realizando buenas atrapadas que arrancan palmadas de familias y amigos.
Pero nadie, ni siquiera estos niños, escapan al impacto de la frágil economía de la isla caribeña, donde la emigración se ha convertido en un atractivo, dice el entrenador Irakly Chirino, exjudador del equipo Industriales de la capital.
"Aquí no tenemos recursos, dígase guantes, bates, pelotas, un par de tacos (spikes) para jugar; son muy caros", dijo Chirino a Reuters con la mirada fija en un entrenamiento a fines de la primavera.
La falta de implementos ha llevado a los alguna vez ávidos jugadores de béisbol a inclinarse por el fútbol, el deporte favorito en otros países de América Latina o a soñar con jugar en el extranjero desde una edad más temprana, explicó.
"No nos engañemos, estamos perdiendo los mejores peloteros incluso antes de que lleguen a la Serie Nacional", apuntó.
Esta es, en cambio, una realidad agridulce para el preparador Nicolás Reyes, de 73 años y por cuyas manos han pasado una decena de exalumnos que han firmado contratos fuera de Cuba.
"Empezaron conmigo y ahora están o han estado en la Major League (de Estados Unidos). Es para mí un orgullo", señaló.
Pero Reyes reconoce el atractivo de la fama y la fortuna. "Cuando yo jugaba no era así. Nunca traicionarías a tu país", señaló.
"stay home"
El presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Juan Reinaldo Pérez, dijo a Reuters que la continua fuente de talentos, incluyendo los que se van, alimenta todavía la esperanza para el futuro del deporte en la isla. El béisbol está enfocado en una estrategia para reanimarlo en el país, añadió.
"Y hoy lo demuestra la cantidad de talentos que tenemos en Cuba y también fuera porque desgraciadamente hemos tenido un éxodo de jugadores (...) como en la MLB donde el cubano tiene un gran protagonismo", dijo en una entrevista.
En mayo, la Federación Cubana anunció un acuerdo con la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por su sigla en inglés) que formalizaría el derecho a los jugadores cubanos a firmar contratos profesionales en todo el mundo sin necesidad de abandonar la isla.
Un acuerdo similar había sido firmado entre la Major League Baseball (MLB) y la Federación Cubana en 2018 que habría otorgado derechos a los cubanos a jugar en las ligas de Estados Unidos.
Sin embargo, fue cancelado poco después por el exmandatario Donald Trump, al argumentar violaciones al embargo comercial.
Entonces, muchos jugadores cubanos en la isla caribeña vieron cerradas sus ambiciones de Grandes Ligas y no les quedó más remedio que irse.
La falta de un acuerdo de ese tipo sigue siendo un gran obstáculo para mantener el talento en casa, afirmó a Reuters Guillermo Carmona, director del equipo Industriales de La Habana.
"Sin duda era una gran motivación para nuestros jugadores", señaló. "Ahora, muchos nos van dejando". (Reporte de Nelson Acosta y Reuters TV. Editado por Javier Leira REUTERS NAB DS JL/)