Antes y después del 85
En 1985, se crearon las carreras de Diseño Gráfico y Diseño Industrial, en la FADU. El balance de las carreras hoy, en la voz de algunos de sus protagonistas más reconocidos y prestigiosos
En 1983, el advenimiento de la democracia se constituyó en un indiscutible hito histórico, luego del cual la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, con la creación de las carreras de Diseño Gráfico e Industrial, dio respuesta a las necesidades del mercado y la industria, acto que se completó cuando, en 1988, se creó Diseño de Indumentaria y Textil; en 1989, Diseño de Imagen y Sonido, y Diseño del Paisaje, en 1992.
Antecedentes
Todos los profesionales consultados coinciden en destacar que, desde la década del sesenta, comenzó un movimiento que ponía su mira en el diseño por primera vez.
Destacaron también la importancia de la creación de la revista Nueva Visión y del movimiento de profesionales que se creó a su alrededor, asociado a la historia de las carreras, el natural desenvolvimiento de las inquietudes culturales vinculadas con las vanguardias internacionales, y la influencia del diseñador y teórico Tomás Maldonado en todas estas actividades.
El diseñador industrial Edgardo Castro, director de la Escuela de Diseño de la Universidad de Cuyo, afirma que "la creación de la institución cuyana en 1962 -probablemente la primera en América del Sur- nació como inquietud de profesores de arte influidos por el fenómeno post Bauhaus de la escuela de Ulm, y por las reflexiones y propuestas revolucionarias del maestro compatriota Tomas Maldonado".
Méndez Mosquera, que desde 1956 comenzó junto con otros colegas a incorporar en la enseñanza el diseño como concepto proyectual -dentro de las actividades de la FADU y en la Escuela de Arquitectura de Rosario, de la Universidad del Litoral-, también destaca la importancia histórica que tuvo la primera señalización de la ciudad de Buenos Aires que realizaron Guillermo González Ruiz y Ronald Shakespear, para la difusión y comprensión de la función del diseño gráfico en la comunicación.
La apertura de la FADU
Cuando el arquitecto Berardo Dujovne, como decano normalizador, convocó a un grupo de profesionales para la integración de un comité que estudiara la creacion de las carreras, se definió un cuerpo profesional clave para las futuras decisiones.
Los arquitectos Ricardo Blanco, Roberto Doberti, Arnoldo Gaite, González Ruiz, Reinaldo Leiro, Méndez Mosquera, y los diseñadores Julio Colmenero y Hugo Kogan operaron coordinados por el arquitecto Carlos Sallaberry, para dar como resultado la creación de los dos primeros Diseño, con González Ruiz como director de Gráfico y Blanco como director de Industrial. Sobre la labor de ellos, la mayoría de los profesionales coincide hoy en destacar la conciencia y el profesionalismo con que se desempeñaron para la conformación académica que todavía es la base sobre la que se construyeron las restantes cátedras de Diseño.
Dujovne afirmaba (en el suplemento de Arquitectura del 4 de junio de 1997), que las seis carreras de la FADU se fueron yuxtaponiendo sin aprovechar el potencial que existe, a causa de la conexión entre disciplinas de esas carreras. Por eso y para sistematizar la FADU dividió el grupo de carreras en tres grandes áreas.
La espacial abarca Arquitectura y Diseño del Paisaje; la objetual, Diseño Industrial e Indumentaria y Textil, y la comunicacional, Diseño Gráfico y de Imagen y Sonido. Dentro de este programa, el objetivo es formar cuadros profesionales que puedan responder a las demandas de un medio cada vez más cambiante, para lo que se intenta dar una formación flexible.
El ex director de Diseño Gráfico Osvaldo Chirico opina que la carrera ha atravesado las siguientes etapas: una fundacional-organizativa, otra de regularizacion académica, y la actual, de evaluación y actualización.
Enrique Longinotti, actual director de Gráfico, que asumió en abril último, coincide y se explaya sobre los impactos desde la enseñanza del diseño. "La primera etapa instala la noción del diseño y la idea universitaria a partir de una necesidad. El hecho de que sea en la FADU le da un cariz profesional proyectual, y la participación de pioneros del diseño para su fundación y dirección fue un privilegio." Y agrega que la gran labor de ese momento fue la construcción de un discurso teórico reflexivo, y que gestado en ese momento, aún hoy sigue aclarando la especificidad del diseño, dentro de la problemática de la comunicación visual. Luego resume que la segunda etapa contó con la variable del impacto tecnológico, a causa de la incursión de las computadoras, que en sólo dos años requirió de una revisión de saberes y conocimientos de manera muy rápida, tanto en el nivel profesional como en el nivel de la enseñanza y el pensamiento del diseño.
La etapa actual plantea para Longinotti el nuevo paradigma de manejar las imágenes a partir de la matriz digital, lo que cambia los tiempos de los proyectos, desaparece la necesidad de prefigurar códigos y aumenta el acceso de los alumnos al diseño, en un entorno que se caracteriza por un cruce y potenciación de medios y objetos diversos, y que implica nuevas especializaciones y modalidades de proyección.
El balance
Méndez Mosquera concluye: "Hoy creo que cometimos el error de aceptar que la carrera de Diseño Gráfico durara 4 años con el CBC incluido, y que debió ser de 5 años. También creo que la carrera debe entrar en una nueva etapa. No sólo por los cambios tecnológicos, sino por el enfoque general", en referencia a la incorporación de contenidos sobre comunicación audiovisual, la publicidad, y el manejo de gráfica para la industria, la construcción y las ciudades.
Silvio Fishbein, director de Imagen y Sonido, carrera de notable crecimiento, expone que las especialidades (como todos los saberes que tienen cambios tan vertiginosos) necesitan una reformulación, un ajuste para enfrentar los futuros cambios, que lejos de torcer el espíritu de la carrera trate de adaptar el diseño curricular a los nuevos contenidos.
Para Ronald Shakespear, Diseño fue largamente postergada, porque nace mucho después que sus hermanas de La Plata y Mendoza, y se concreta como respuesta única a un reclamo social ineludible.
Y plantea que "el método de la masividad y el cambio permanente dificultan, a mi modo de ver, la precisión del perfil del graduado, la cantidad de graduados que requiere realmente nuestra sociedad y las áreas de incumbencia. Sin embargo, es también justo decir que, habiendo recorrido muchas escuelas de diseño en el mundo, me ha resultado imposible encontrar en ellas una tan fecunda constelación de productos gráficos diversos, una tan generosa entrega del cuerpo docente y un movimiento tan potente de voluntades y participación productiva como en los fértiles claustros de la FADU".
En un plano más político, el titular de Diseño I, II y III, Alfredo Saavedra, alerta: "Ante una crisis, se requiere renovar esfuerzos por hacer posible lo necesario, para revertir las leyes del mercado social del modelo, el de la exclusión y carencia, el de disolución, impuesto a las grandes mayorías -ésos a los que llamamos receptores- y que hoy desde la misma política universitaria oficial y desde los rectorados hacen lo posible por ajustar y clausurar el derecho, la necesidad, de ingresar en las universidades nacionales a corrientes multitudinarias de juventud. Así, sin futuro ni destino".
Méndez Mosquera plantea que el futuro egresado tendrá que enfrentar al mundo global, y ser parte de su diseño, no pasiva sino activamente. Y enfatiza: "Las perspectivas son inmejorables si nos decidimos a ser promotores de los cambios, con talento, nivel cívico, universitario y ético."
Edgardo Castro, desde Mendoza, explica que el desconocimiento hace mucho que ya no es un factor para el diseño. "Hoy tal vez nuestro mayor desafío tiene que ver con el que deben enfrentar las economías y las culturas regionales frente al complejo fenómeno de la globalización. El reconocimiento de nuestros problemas nos impone la necesidad de buscar caminos altenativos para resolverlos. En este sentido, el hombre pasa a ser revalorizado por su trabajo y su capacidad creadora vuelve a ser vista como el más grande capital y el principal combustible para la transformación."
El arquitecto González Ruiz -que editó, en 1994, su libro Estudio de diseño como testimonio de su profunda y sincera gratitud a la FADU, a los estudiantes, los docentes y los graduados- cierra su prólogo asegurando que el ejercicio constante del diseño es la condición imprescindible para aprenderlo; y el estudio permanente, el medio indispensable para diseñar.
El inicio de las llamadas carreras de diseño estuvo marcado por pioneros especialistas, que figuran en los libros de historia y siguen siendo un modelo para las nuevas generaciones, a las que cedieron su lugar.
Con el doble desafío de ser una carrera nueva, y de estar circunscripta en un país en plan de reconstrucción después de la dictadura, la búsqueda de la identidad y la personalidad es un derecho de piso que las carreras de Diseño están pagando en apenas 13 años -aunque algunos sólo lo llamen crisis- y que es inexorable cumplir con el tiempo y con la participación permanente de todos los jugadores, en todos los aspectos: ético, social, económico, político, académico, técnico, administrativo, entre muchos otros, para lograr siempre un poquito más.
Un CD ROM experimental
La segunda edición del libro El Medio es el Diseño , editorial Eudeba, está acompañada por un CD ROM que es fruto del trabajo del equipo docente de la cátedra La Ferla de la materia Medios Expresivos II, de la carrera de Diseño Gráfico de la FADU, respaldado por un subsidio otorgado por la secretaría de Ciencia y Técnica de la UBA.
La obra interactiva conforma un interesante y abarcativo tour por los medios expresivos de manera ágil, ilustrativa y con neto corte experimental. El equipo de trabajo fue dirigido por Martín Groisman y Jorge La Ferla.
Para esta obra se generaron varias áreas de investigación sobre los distintos medios que son objeto de estudio de la cátedra, como fotografía, historieta, cine, video, televisión y medios digitales, en las que participaron teóricos y estudiosos tanto nacionales como extranjeros, entre los que se encuentran Alain Bourges o Umberto Eco, entre otros. La finalidad de los realizadores es provocar una reflexión sobre el diseño de las estrategias de producción y realización en los medios audiovisuales.
Para eso, partieron de la comprensión de la esencia tecnológica de cada medio y de sus posibilidades discursivas, conformadas por el tipo de estructura y de lenguaje, que plasmaron en un producto multimedia con soporte en un CD ROM que, según explican, implica un producto inédito en el ámbito universitario. El único objetivo de la publicación y del CD es la difusión de la tarea investigativa y académica, ya que el precio de venta es para cubrir los costos de producción y distribución. "Pensamos que esta experiencia demuestra que aún es posible mantener un espacio de investigación en la universidad pública y difundir sus resultados para compartir con la comunidad", dicen los directores del proyecto.