El arquitecto uruguayo Rafael Viñoly critica el proyecto de la "zona cero"
"Hacer simbolismo de un proyecto comercial es prácticamente imposible", dijo Viñoly, que fue finalista en el concurso para rehabilitación del WTC convocado en 2003. Y responsabilizó por la demora de las obras a la administración del gobierno anterior
NUEVA YORK (EFE).- El arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, que tras acabar las obras del aeropuerto internacional de Montevideo ve en Latinoamérica un gran potencial arquitectónico, criticó el 27 de noviembre al plan de reconstrucción de la "zona cero" de Nueva York porque "hacer simbolismo de un proyecto comercial es prácticamente imposible".
"Si el proyecto de la ´zona cero´ se hubiera basado en algo que no fueran oficinas, ya estaría construido, pero hacer simbolismo de un proyecto comercial es prácticamente imposible", afirmó en una entrevista con Efe Viñoly, cuyo proyecto de rehabilitación del World Trade Center (WTC) fue uno de los finalistas del concurso que se convocó en 2003.
En opinión de este arquitecto afincado en Nueva York, la demora de estas obras es consecuencia de "la gran ineficacia y el mal uso de esta tragedia" por parte de la Administración de George W. Bush y el anterior gobernador del estado de Nueva York George Pataki.
"El problema del WTC no proviene de lo que el plan inicial quería obtener, que es un resultado arquitectónico, sino de que en realidad todo el proyecto está basado en un desarrollo comercial en el que la persona a quien se le adjudicó el proyecto no tenía ni voz ni voto", agregó.
El proyecto inicial del WTC contemplaba la construcción de cinco edificios de oficinas, una terminal de transporte diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, y espacio para locales comerciales, además de un monumento y un museo dedicado a las casi tres mil personas que murieron en los atentados terroristas de 2001.
Sin embargo, la falta de consenso sobre la financiación de los nuevos edificios entre la Autoridad Portuaria del estado y el promotor Larry Silverstein, ambos propietarios del terreno, han provocado grandes demoras en las obras, al tiempo que se han realizado varias alteraciones en el diseño de Calatrava debido al elevado coste de su proyecto.
Según Viñoly, el plan de ejecución para el nuevo WTC "no se puede desarrollar arquitectónicamente" mientras que los intereses comerciales de los edificios de oficinas que se prevén construir prevalezcan sobre la función simbólica que los familiares de las víctimas del 11-S desean que tenga el complejo de edificios.
La crisis del sector inmobiliario y la falta de interés de los propietarios del solar por ejecutar un proyecto de este tipo son, para este arquitecto, las principales causas que han provocado una demora de varios años en el proceso de construcción.
Cuando no se encuentra de viaje, el arquitecto uruguayo supervisa desde la sede de Rafael Viñoly Arquitects PC en Nueva York los numerosos proyectos que desarrolla en ciudades de Europa, Asia y América, donde el pasado 5 de octubre se inauguró en Uruguay una moderna terminal del aeropuerto internacional de Carrasco que diseñó este arquitecto.
"Uruguay está cambiando rápidamente y goza de un desarrollo económico estable que podría ofrecer un punto de referencia importante en el desarrollo latinoamericano", señaló a Efe Viñoly, quien considera a América Latina una de las regiones con mayor potencial arquitectónico del mundo.
Su Uruguay natal y Chile son, en su opinión, países que cuentan con destacados trabajos emergentes en el ámbito de la arquitectura y con una situación económica más interesante para llevarlos a cabo.
Sin embargo, en el "ránking" del arquitecto, Brasil merece una mención especial porque allí se encuentran algunos de los ejemplos arquitectónicos "más excepcionales que hasta hace pocos años se infravaloraban".
"En Latinoamérica está todo por hacer, y la oportunidad de experimentación y proyección de la arquitectura como un componente de la cultura que condicione el cambio me parece mucho más importante que en países con una tradición histórica y arquitectónica muy formada", indicó Viñoly.
Responsable de construcciones como el Foro Internacional de Tokio o la ambiciosa Battersea Power Station de Londres, donde transformará una antigua central térmica en apartamentos, oficinas y un museo de la energía, Viñoly se centra ahora en la construcción de laboratorios e infraestructuras sanitarias, "porque parecen haber recibido un impacto un tanto menor de la crisis económica".