Adiós al Zoo: se van los animales, viene un ecoparque
Mudarán parte de los 1500 ejemplares a Camboya, India y Brasil
Santuarios en Camboya, India, Brasil y el continente africano, y reservas naturales de la Argentina serán los nuevos destinos de los animales del zoo porteño, que ayer vivió un anhelado giro en sus 128 años de historia por la reestatización del predio y la consecuente interrupción de la concesión que administraba el predio de 18 hectáreas en Palermo.
Impulsado por el reclamo de organizaciones animalistas, el gobierno porteño anunció que terminará con el encierro de especies salvajes y silvestres en plena ciudad. En cambio, avanzará hacia la creación de un ecoparque, orientado a experiencias de acercamiento virtual; la rehabilitación de ejemplares rescatados y la conservación de fauna autóctona.
Reubicar la mayor cantidad posible de los 1500 animales del zoo será el desafío. Sólo los animales gerontes y aquellos cuyo traslado ponga en riesgo su vida permanecerán allí. Maras, patos, garzas y otros ejemplares autóctonos serán los primeros en ser trasladados en las próximas semanas. El proceso será paulatino.
La transformación responde a una corriente mundial que sostiene la importancia de generar nuevos espacios de interacción que prescindan de mantener animales en cautiverio. En el caso porteño, la presión de entidades ambientalistas, una seguidilla de muertes de ejemplares, las malas condiciones de los hábitats, el deterioro de las instalaciones y el incumplimiento del concesionario -Jardín Zoológico de Buenos Aires, que no abona el canon correspondiente desde enero- fueron otros factores determinantes.
Tras el anuncio de ayer, del que participaron el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andy Freire, el Zoo permanecerá cerrado hasta las vacaciones de invierno; en ese lapso, se organizarán y garantizarán la continuidad laboral de los empleados y el funcionamiento de todo el parque. Cuando reabra, no mucho habrá cambiado, aunque comenzarán los traslados de las mencionadas especies autóctonas a la Reserva Ecológica de Costanera Sur y otras del interior del país.
Más adelante, de un concurso internacional destinado a paisajistas y urbanistas saldrá el proyecto final del llamado Ecoparque Interactivo de la Ciudad, una renovación que deberá integrar los 52 edificios históricos, el Jardín Botánico y el Parque Tres de Febrero, en lo que se denominará Corredor de la Biodiversidad. "Fueron años de malos manejos, de desidia", dijo Rodríguez Larreta, una acusación que resultó curiosa, ya que su propio espacio político gobernó durante los últimos ocho años. "Pero todo se termina. Será interactivo, para que los chicos y los grandes tengan contacto con el medio ambiente", agregó.
La Ciudad siguió la recomendación de la Comisión para la Transformación del Zoológico de Buenos Aires, formada por la Agencia de Protección Ambiental porteña, la Fundación Banco de Bosques, la Fundación Naturaleza para el Futuro y el Instituto Jane Goodall. Fue creada en 2014, con el propósito de generar la transformación.
"El cambio responde a un nuevo paradigma: la experiencia de que visitar un zoo no dependa del sufrimiento de animales vivos. La misma plantea que los animales fuera del contexto natural deben tratar de conducirse a sus hábitats", expresó el director ejecutivo de Naturaleza para el Futuro, Luis Castelli.
El proceso también contó con el asesoramiento de la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación y de la Administración de Parques Nacionales. "La tendencia mundial avanza hacia parques con fuerte influencia de la tecnología y de la educación", aportó Javier Goldschtin, representante de Banco de Bosques.
La recaudación por las entradas (se mantendrían en $ 190 por persona) se utilizará para el mantenimiento del ecoparque y otros gastos. En los últimos tiempos, ingresaba un millón de asistentes por mes.
Los próximos pasos
En lo inmediato, se suspenderán las reproducciones y los ingresos de nuevos ejemplares exóticos. Y continuará el censo de los animales para determinar su estado de salud y el riesgo de ser transportados. Los animales gerontes y los que corran riesgo de muerte en un viaje serán habitantes del ecoparque hasta el final de sus días. Es el caso de la orangutana Sandra, que, según los especialistas, para poder ser mudada debería ser sometida a un tratamiento previo muy invasivo que haría peligrar su vida. En el espacio verde, permanecerían entre 50 y 100 ejemplares.
Además del análisis caso por caso, la incidencia de los altos costos de los traslados demorará el proceso. Movilizar a una jirafa, por ejemplo, demanda unos 40.000 dólares. "Los animales pagan un costo muy alto para educar a nuestro hijos -opinó Freire-. Debíamos innovar en un predio que parece del siglo XIX." El ecoparque estará bajo la órbita del ministro, por medio de una unidad de proyectos especiales.
El predio también servirá como clínica de rehabilitación de animales víctimas del tráfico ilegal; allí serán recuperados para luego ser liberados en sus hábitats naturales.
Once animales en riesgo de muerte
Según la Ciudad, hay ejemplares en estado crítico
1 chimpancé macho
Adulto geronte
1 yaguareté hembra
Adulta geronte
1 mono marimonda
Adulto geronte
1 camello bactriano
Adulto geronte
1 aguará guazú
En mal estado sanitario
1 osa melero
Adulta geronte
1 león cría
Con hipotiroidismo congénito
1 zorrino
Geronte y enfermo
1 cóndor
Con cirugías en patas y pico
1 carpincho juvenil
Con problemas congénitos
1 oso hormiguero gigante
Geronte y cardiópata