Eduardo Verástegui: de sex symbol a elegir la castidad y militar contra el aborto
Como en su momento lo hicieron los Jonas Brothers y Miley Cyrus, a los 28 años el actor mexicano se comprometió públicamente a no tener relaciones hasta el matrimonio
Una niña chilena pecosa de unos 8 años pasa en medio de la sesión de fotos en el hotel de Recoleta, mira sin disimulo y pregunta con desparpajo: "¿Quién es el famoso?". No tarda en darse cuenta de que es el hombre de ojos claros y gorra verde. Ella también quiere ser famosa algún día, aunque no sabe bien por qué. "Para que me conozcan", dice cuando le preguntan. "¿Y para qué quieres que te conozcan?", le consulta el mexicano de gorra. "¡Para ser famosa!", replica ella como quien le contesta a un tonto. La pregunta y la repregunta se repiten unas tres veces sin solución aparente hasta que la niña se fastidia: "¡Pues dígame usted para qué sirve la fama!".
Eduardo Verástegui cree haber encontrado la respuesta a eso en su vida. De sex symbol a militante de los valores cristianos, pasó de posar semidesnudo a viajar adonde se lo precise para luchar en contra del aborto, entre otras temáticas que involucran a Dios y a la familia tradicional. Galán de telenovelas, exmúsico y latin lover, alguna vez contó que hacía listas de mujeres a las que quería conquistar -y lo lograba-. En su pico máximo de popularidad, alrededor de 2001, apareció bailando cual adonis flamenco en un video de Jennifer López. Por entonces también figuraba en los rankings de solteros más codiciados. El rotundo cambio llegó a sus 28, cuando le prometió a Dios que sería casto hasta conocer a la madre de sus hijos.
La tradición de la pureza pública está más extendida en los Estados Unidos, donde incluso varias conocidísimas estrellas pop lucieron anillos o collares de castidad, que daban muestra de su elección de mantenerse puros hasta el matrimonio. Es el caso de los Jonas Brothers, Selena Gomez o Miley Cyrus, que hace unos años comenzó a trabajar fuerte para sacudirse aquella estética virginal. La cantante Demi Lovato usaba un collar que decía "El amor verdadero espera", que también dejó al poco tiempo. En ese país existen desde fines de los 90 los llamados "bailes de la pureza", donde las adolescentes prometen no tener sexo hasta casarse.
Pasaron 16 años desde la promesa de Eduardo y el actor y productor no quiere hablar tanto de eso, sino de lo que lo trajo a Buenos Aires.
"Vine a celebrar el histórico 8 de agosto [en referencia al día en que el año pasado tuvo lugar el debate de la legalización del aborto en el Senado, que en la madrugada del día siguiente la rechazó], a conocer a Juanjo [Centurión] y a Cynthia [Hotton] y a presentar mi nueva película, Sound of Freedom, en la que invertí cuatro años desde que conocí la historia de Tim Ballard, un exagente del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que fundó la ONG Operation Underground Railroad, que rescata niños secuestrados para la explotación sexual", explica.
No es su primer apoyo a la lucha de los militantes "de las dos vidas". A comienzos del debate legislativo, envió un video en el que llamó a cuidar "la vida de los que no tienen voz, de los más pequeñitos, los más inocentes y los indefensos". Eduardo está en contra del aborto aun en caso de violación, a diferencia de lo que permiten de mayoría de los estados de su país.
"Yo estoy a favor de la vida en todo momento, no trato de decir este sí, este no. Para mí la vida de todos vale lo mismo, no hay diferencia entre quien nace en una familia llena de amor o de una madre que toma unas copas, es violada y queda embarazada. Ese bebe no puede valer menos solo porque no fue hecho con amor. Si es lo mismo, ¿por qué no defender la vida de ambos? Uno defiende por principio humano", cuenta.
-¿Seguís manteniendo tu promesa de castidad?
-Básicamente es una gracia de Dios que uno pide todos los días. Pero no quiero hablar mucho de mí, porque cuando te pones como ejemplo, si algo pasa el día de mañana, puedes afectar. Yo prefiero desde hace unos años hablar de que este es el ideal que estoy siguiendo, quiero invitar a todos a que me sigan. Le pido a Dios que me ayude a alcanzar la santidad a la que hemos sido llamados todos, que se puede y es posible. Y si alguien se cayó, que se levante. Yo estoy intentando con humildad.
-Decidiste ser célibe en tal vez una de las profesiones con más tentaciones que existen. ¿Cómo transitás esa elección?
-Siempre tengo un grupo de gente muy cercana: amigos, amigas, sacerdotes, consagrados, monjes, laicos. Gente normal que nunca la vas a ver en mi Instagram, de oración y de Dios. Yo no soy un sacerdote ni un monje, soy un actor, cineasta y empresario que trata de crecer en virtud y al que le toca viajar por muchos lugares. Para lograr estar en todos lados al mismo tiempo y no perderte tienes que tener un grupo muy cercano que te permita salir, estar un rato y regresar a tu círculo, donde tienes oxígeno.
-¿Qué es lo primero que te dice la gente cuando se entera de tu elección? ¿Te respetan o te tratan de loco?
-A mí la verdad no me importa lo que la gente piense. Hoy con las redes sociales todo el mundo puede difamar o inventar cosas, y más aún cuando eres un personaje público. Y sobre todo si estás luchando por ciertas cosas, tienes que estar preparado para lo que se va a venir.
-Te han inventado romances hasta con Enrique Peña Nieto y Ricky Martin. ¿Te causa gracia o te molesta?
-¡Y con 20 más! Me hacen más famoso, me dan más controversia. Pienso cómo puedo sacar provecho. Bienaventurados los difamados y perseguidos. Si cada vez que defiendo la vida y la familia tradicional viene siempre un ataque, hay grupos para los que significo una amenaza. Yo soy feminista porque defiendo los derechos de las mujeres, pero hay feminazis que defienden solo unos derechos por encima de otros, ellas son las que inventan muchas cosas.
-¿Qué significa el sexo para vos?
-Es un regalo sagrado y es un medio para poder procrear. Es un don, un milagro que bien utilizado dentro del contexto del verdadero amor da la posibilidad de crear otra vida, algo más grande.
-¿Estás en busca de una mujer o esperás que te la traiga Dios?
-Estoy saliendo ahorita con alguien, pero en plan uno, conociéndonos. No se puede contar nada más.
-¿Nada más? ¿Edad, nombre, nacionalidad?
-No no, nada [se ríe].
-En tu Instagram se te ve viajando por todo el mundo, arriba de jets privados, tomando champagne o fumando habanos en lugares increíbles. ¿Qué es la felicidad o el éxito para vos?
-Lamentablemente, donde más sucede el tema de tráfico de menores para explotación sexual es en países del Primer Mundo, y son los que he estado visitando. Y es donde quiero crear conciencia y llevar mi mensaje para poder preparar un lanzamiento global.
-¿Por qué elegiste meterte en un tema tan delicado como la explotación sexual infantil?
-Porque está pasando, porque es real, porque tengo sobrinos y porque está creciendo la demanda. Es muy fácil voltearse al otro lado porque sientes que el tema está muy lejos de ti. Pero está detrás de ti, está al lado tuyo, está enfrente, y no tarda en tocarte. Más de siete millones de niños y niñas de 1 a 12 años desaparecen por año secuestrados para explotación sexual y el tráfico de órganos. Entonces para qué esperar a que pase si podemos prevenir.
-En películas anteriores hablaste del aborto y de la adopción, de la fe, del deseo de redención. ¿Es fácil vender películas sin sexo ni violencia?
-Sí, es más fácil porque van las familias a verlas. Si vendes más boletos tienes más éxito, es hasta lógico, por eso las películas como Avengers o El rey león son las más taquilleras.
-¿Sos como el influencer de la Iglesia Católica?
-No, soy católico, y uno malo. Pero le echo ganas. Seguramente existe una monjita en medio de África que nadie conoce y está haciendo 100.000 cosas más que yo. Ella es la rockstar.