La mitad de los viajes en la Capital y el conurbano se hace en transporte público
Más de un tercio de los itinerarios se realizan en colectivo; un cuarto de los recorridos se completan en autos particulares
La mitad de los viajes diarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se hace en transporte público, mientras que la otra mitad se realiza en autos particulares, bicicletas, motos, combis, remises o taxis para movilizarse.
Además, el número de viajes en la zona da cuenta de la magnitud de la congestión de tránsito y de los problemas de movilidad: son más de 20 millones por día. Y se estima que durante la semana unos 10 millones de personas se trasladan individualmente, sin acompañantes.
En el detalle según el medio de transporte usado, el porcentaje más alto lo capta el colectivo: el 33,5% de los habitantes lo utiliza exclusivamente; el 4,9% de los usuarios toma dos líneas, y el 2,8% combina el viaje en ómnibus con el tren. Según los estudios de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteño, el 86% de las personas realiza viajes únicos.
El auto con un solo ocupante representa el 25,4% de los viajes censados; en el 11,9% de los casos se trata de travesías de conductor con al menos un acompañante. El trayecto en tren, sin combinación con otro medio, representa el 1,8% de los itinerarios; el de subte, el 2,5 por ciento.
"El modelo de movilidad orientada a lo individual, con una expansión del área urbana, genera que la extensión de los viajes sea cada vez mayor. Y nos va llevando a un camino que no es sostenible porque va a llegar un momento en que no va a haber más soluciones de movilidad. Se trata de una tendencia de las grandes urbes y este problema se ve también ahora en las capitales de América latina", indicó José Barbero, decano del Instituto de Transporte de la Universidad de San Martín.
Según el Observatorio de la Movilidad Urbana del Banco de Desarrollo de América latina, el transporte colectivo predomina en nueve de las 15 ciudades más grandes de la región y es superior al 50% en Bogotá, Caracas, Ciudad de México, Lima y Montevideo.
Cuando se distribuyen los viajes realizados entre cada uno de los tipos de transporte colectivo se observa que el autobús estándar y los micro y minibuses son responsables de la mayor parte de los viajes (68,4 millones de viajes al día) y todos los vehículos automotores corresponden al 85% del total de viajes, según un estudio internacional.
"Esto obliga a actuar sobre dos frentes para atacar el problema: cómo se brinda un sistema de transporte público atractivo y cómo se restringen horarios donde se producen las congestiones", agregó Barbero.
Transbordos
Uno de los problemas que los expertos señalan respecto del transporte público es la cantidad de trasbordos que los pasajeros deben hacer para llegar a destino.
Andrés Borthagaray, director para América latina del Instituto para la Ciudad en Movimiento, indicó: "Históricamente se habla de la integración física y tarifaria. El sistema SUBE facilita las cosas, pero con el nivel de subsidio que existe es difícil establecer, por ejemplo, una tarifa por tiempo, como existe en muchos países".
Según las cifras oficiales, el 86% de los más de 20 millones de viajes se hacen en una sola etapa; un 11%, en dos, y un 2,6%, en tres. Sin embargo, en relación con los viajes entre la Capital y la provincia el trayecto en dos partes trepa al 25% de los itinerarios.
Para Inés Schmidt, investigadora en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, "el servicio público en el área metropolitana existe, pero uno tendría que tener una mejor calidad del espacio público".
Y explicó: "Más allá de ese sector que accede al auto y privilegia la comodidad, el pasajero debería sentir que puede manejarse libremente en la ciudad, que eso incluso le permita dejar el auto en el espacio público, aunque incluya una caminata hasta su destino final". Schmidt ejemplificó el caso de muchos trabajadores que viajan diariamente al centro y dejan su auto en los espacios gratuitos en Puerto Madero.
Y destacó: "Todo lo que aliente a hacer la transferencia en el menor tiempo posible con la mejor seguridad impacta muy positivamente en el viaje de las personas". En ese sentido, la experta mencionó que, por ejemplo, en una misma terminal de trenes, como Retiro, para tomar el ferrocarril Mitre sólo es necesario utilizar la SUBE, mientras que para utilizar el San Martín hay que ir a la boletería, pues los molinetes están instalados, pero aún no funcionan, con las demoras consecuentes. "Ahí hay una pérdida de tiempo y se establece una diferencia entre las personas que utilizan el transporte público", dijo Schmidt.
Barbero, por su parte, insistió en la puesta en marcha de un plan integral. "No sólo se debe evaluar cómo armar el sistema de transporte público, sino también las formas de desarrollo del suelo. Hoy hay muchas empresas que empiezan a mudarse a determinadas zonas y, a mediano plazo, vamos a generar un desequilibrio fuerte en la región metropolitana."
Del editor: qué significa.Las grandes urbes del mundo desalientan el uso del auto; Buenos Aires también, pero su gran deuda es mejorar el transporte público.