Mejorarán el Normal Nº 5 de Barracas, una de las escuelas más antiguas de la ciudad
En el edificio, construido en 1894 e inaugurado en 1909, estudian más de 2000 alumnos; sufre humedad y caída de revoques; invertirán $70 millones en 2020
El Ministerio de Educación e Innovación porteño prevé recuperar la deteriorada Escuela Normal Superior Nº 5 General Don Martín Miguel de Güemes, uno de los centros educativos más antiguos de la ciudad de Buenos Aires, con 110 años en funcionamiento y declarado monumento histórico nacional. A esta escuela emblemática del barrio de Barracas asisten más de 2000 alumnos, pero padece un avanzado estado de deterioro desde hace décadas.
Durante el año próximo, alrededor de 70 millones de pesos serán destinados a una intervención integral de la institución que finalizaría en 2021, informó a LA NACION el mencionado ministerio, que no autorizó el ingreso al inmueble. Si bien este año ya se iniciaron reparaciones parciales con un presupuesto de 3.396.963 pesos, el perímetro del edificio sufre las inclemencias del paso del tiempo, y se observa humedad y caída de revoques.
La inversión prevista para 2020 en el Normal Nº 5, situado en Arcamendia 743, se destinará -según los planes oficiales- a una instalación eléctrica y de gas, trabajos de albañilería, pintura, y mejora de la fachada y del entorno, detallaron voceros de la cartera educativa. Algunas de estas obras, tales como la instalación eléctrica, la impermeabilización de cubiertas planas y el tratamiento del exterior, incluyendo pintura antigrafiti, ya empezaron.
El inmueble ocupa una manzana entera junto a las vías del ferrocarril Roca en la comuna 4. La construcción fue diseñada por el estudio de Carlos Agote y Alberto de Gainza, y aún conserva lo esencial de su estructura edilicia original: dos pabellones de planta baja y primer piso unidos por el salón de actos, cuyas puertas se abren a un corredor que antiguamente se continuaba en el patio de recreo y actualmente lo hace en el gimnasio.
"El conjunto arquitectónico se destaca por la excelencia de los materiales utilizados, su calidad constructiva y las notables fachadas a lo largo de las calles", consignó el decreto de 2015 que impulsó su declaración como monumento histórico nacional.
Según Teresa de Anchorena, presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, se trata de "un buen ejemplo del patrimonio de la arquitectura de la educación, fruto de más de un siglo de construcción pública y privada, que tiene tanta importancia para nuestro país. En todo el territorio argentino hay innumerables escuelas, colegios y universidades de notable valor histórico, social y cultural, varios ya declarados monumentos históricos nacionales que debemos preservar de la mejor manera con la participación de toda la sociedad".
Inicios
En 1909, se desarrolló la primera clase en el Normal Nº 5, en el rincón de Barracas que aún hoy ocupa. Sin embargo, el edificio había sido construido en 1894 y albergó en sus orígenes una escuela de varones y otra de niñas.
La escuela posteriormente se conformó con un ciclo básico igual que el bachillerato y un ciclo superior de magisterio. En la actualidad, abarca todos los niveles de la enseñanza: inicial, primaria, media y terciaria. El establecimiento, al igual que las once escuelas normales de la ciudad, es una de las únicas escuelas públicas que ofrecen en esta jurisdicción la posibilidad de que un alumno pueda transitar los diferentes niveles de la enseñanza en una misma institución.
Hoy, los edificios emplazados en la parcela que abarca la institución son el nivel primario, hacia la calle Suárez; el nivel medio, sobre la calle Arcamendia, y el nivel inicial, sobre Arcamendia y Rico. En el nivel medio funcionan en forma conjunta el Normal Nº 5 y el Liceo Comercial Nº 3 José Manuel Estrada.
Reclamos
La estructura no permaneció ajena al paso de 125 años desde su construcción y la falta de mantenimiento. Los pedidos para intervenciones edilicias comenzaron con la resolución 1596/2015 de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que recomendó al Ministerio de Educación porteño disponer medidas para garantizar a la comunidad educativa condiciones de infraestructura y habitabilidad.
Además, para evaluar el estado de la tradicional escuela de Barracas, en 2016 miembros de la Comisión Nacional de Monumentos visitaron el sitio y sugirieron su puesta en valor. "Se observó un alto grado de deterioro tanto sobre la fachada como en el interior del establecimiento. Existen aulas y locales con problemas de desprendimiento de revoque y mampostería y se detectaron predominantemente problemas de humedad ascendente por cimientos y descendente, proveniente de filtraciones provocadas por pinchaduras en desagües pluviales y acumulación de agua en cornisas, tal como lo evidenciado por la vegetación crecida en algunos sectores", señaló el informe del organismo.
En ese mismo año, los padres denunciaron la presencia de ratas dentro del colegio a través de la red social Facebook.
Desde la Unión de Trabajadores de la Educación señalaron a LA NACION que si bien se realizaron algunas mejoras puntales la situación edilicia del Normal Nº 5 "es precaria", ya que hace mucho tiempo que no se encara una obra integral estructural de todo el edificio central. "Dos años atrás la instalación eléctrica tuvo desperfecto y se incendió. El perímetro del edificio está en ruinas, hay humedad de cimientos y caída de revoques internos y externos", señalaron los docentes, para quienes otro de los problemas es la contaminación sonora por el tránsito cercano del tren.
Consultados respecto de los dichos del sindicato, voceros del Ministerio de Educación porteño respondieron: "En relación con las obras integrales de infraestructura, sí estamos invirtiendo. El año pasado se realizó una obra de puesta en valor del edificio que abarcó trabajos de pintura en el interior del edificio, el patio de la escuela inicial e impermeabilizaciones en más de 1000 m2".
Añadieron que también en 2018 se realizó una obra de refuncionalización en el anexo de la calle Suárez 2103, que comprendió la instalación sanitaria, eléctrica y de gas.
Una propuesta moderna
Alumnos temerosos frente al maestro que toma la lección y el castigo físico, así como el mobiliario estructurado, fueron los preceptos que buscó desterrar la primera directora del Normal Nº 5, Clotilde Guillén de Rezzano, quien viajó a Europa para conectarse con las entonces recientemente surgidas ideas escolanovistas e implementar en la Argentina una propuesta de escuela activa.
Rezzano se preocupó por adaptar a las características y necesidades locales los postulados y las concepciones doctrinarias de pedagogos europeos de avanzada. Impulsó la creación del jardín de infantes y la incorporación de actividades como ferias de ciencias, teatro, coloquios de ciencias sociales, ajedrez, olimpíadas de matemáticas y viajes culturales.