Polémica por el combustible del cohete
Utiliza hidracina y ácido nítrico, potencialmente contaminantes
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Los primeros análisis del proyecto Tronador II comenzaron en 1999. Sin embargo, los ensayos y la construcción de las plataformas de lanzamiento tomaron fuerza desde 2012.
Un experto de la NASA consultado por LA NACION, que pidió reserva de su identidad, cuestiona el uso de la hidracina y ácido nítrico como combustible para la propulsión del VEX 1 A. "La hidracina se utiliza en pequeñas cantidades. Estos cohetes tienen decenas de toneladas de combustible. Si cae en el lugar indebido puede producir una tragedia y provocar contaminación por años", indicó.
El Tronador II pretende ser el primer lanzador de satélites de arquitectura segmentada (por debajo de los 250 kg) que brindarán información aplicable en agricultura, pesca, hidrología, gestión de emergencias y planificación territorial, entre otras.
Según la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), "la razón para el uso de propelentes hipergólicos (en que el combustible enciende al simple contacto con el oxidante) da gran confiabilidad y precisión para el encendido y reencendido". El organismo citó ejemplos de otros lanzadores como el Ariane 5 y el Delta II que utilizan el mismo combustible. "El Tronador II sólo necesitará 1400 kg de hidracina y 2500 kg de ácido nítrico en la versión definitiva", se dijo oficialmente ante el requerimiento de LA NACION.
El combustible es fabricado por la propia Conea en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, de Córdoba, y trasladada a Pipinas "utilizando transportes apropiados habilitados para ese tipo de cargas, con escolta de Gendarmería", indicaron en el organismo.
"En cuanto al riesgo ambiental (toxicidad), si bien en estado de alta pureza requiere ser manipulada con medidas apropiadas, tal como ocurre en muchos productos de la industria química, ello se refiere a ambientes cerrados", sostienen.
Las medidas de seguridad que se tomaron el 26 de febrero pasado incluyen la evacuación de las personas a 8 kilómetros de diámetro del lanzamiento, incluido el mar.
La zona de lanzamiento está dentro del Parque Costero del Sur, reserva de la Biósfera de la Unesco. En ese sentido, el intendente de Punta Indio, Hernán Y Zurieta, indicó: " Siempre hay un mínimo impacto, pero no más que lo que son las fumigaciones de glifosato o una estación de servicio. Igual siempre pedimos los informes de impacto y Conae siempre responde, por lo tanto estamos tranquilos al respecto", aseguró. El proyecto cuesta unos $ 2000 millones, según la información oficial.



