
Altruismo recíproco
Un antiguo refrán advierte que la mentira tiene patas cortas . Ahora, dos trabajos que se publican en los Anales de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos parecen confirmarlo. En ambas investigaciones se sugiere que los seres humanos poseemos circuitos cerebrales especializados en detectar a individuos que no respetan los contratos sociales del tipo hoy por ti, mañana por mí . Traidores, tramposos, falsarios, bah... Individuos que obtienen beneficios de sus semejantes sin dar nada a cambio. ¿Suena conocido?
Los autores, Leda Cosmides, John Tooby y colegas, proponen que ese mecanismo de intercambio social no surge del aprendizaje, sino que se desarrolló evolutivamente. Para probarlo, reúnen evidencia neurológica y antropológica que respalda su teoría.
En el primer trabajo presentan el caso de un paciente -al que llaman R.M.- con daño cerebral en el sistema límbico, una región crítica para el procesamiento de la información social y emocional.
R.M. es capaz de determinar si alguien está rompiendo una regla precautoria (del tipo si hacés esto que es peligroso, tenés que tomar tal recaudo ), pero sin embargo le es imposible reconocer si está rompiendo un contrato social (por ejemplo, si recibís el beneficio X, por lo menos tenés que hacer Y ), una tarea idéntica desde el punto de vista lógico. Un déficit selectivo como éste, afirman los investigadores, indica que existe una estructura cerebral especializada en la detección de personas que no cumplen con lo pactado, algo que en biología se llama altruismo recíproco .
En el segundo estudio, los investigadores analizan si estos mismos sutiles patrones de razonamiento existen entre individuos que no fueron moldeados por la cultura de las sociedades industrializadas. Y para eso eligen a un pueblo de cazadores horticultores iletrados de la Amazonia ecuatoriana, los shiwiar . Los científicos norteamericanos hacen un descubrimiento notable: en pruebas modificadas, pero equivalentes a las resueltas por R.M., los indígenas muestran una capacidad de identificar comportamientos fraudulentos similar a los estudiantes de la Universidad de Harvard.
A propósito: quién sabe si a los shiwiar les resultará útil poner en práctica estas habilidades... En cambio, para los argentinos son vitales. Especialmente en momentos como éstos en que comienzan a llover sobre nosotros promesas preelectorales que, según marca la tradición, nunca llegarán a hacerse realidad...







