
Presencia argentina en Lindau
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LINDAU (De una enviada especial).- Hace siete años que Silvia Borkosky está fuera del país. Odontóloga por error ("Nunca fue lo mío"), intentó remediar el problema de inmediato. "Siempre me había interesado la investigación y una beca para estudiar el doctorado en patología en Japón me permitió especializarme en carcinoma de cabeza y cuello. A los cinco años, me postulé para cursar en Alemania un posdoctorado en virología", dijo la única investigadora argentina seleccionada para participar en el 61» Reunión de Premios Nobel de Lindau.
En realidad, lo hizo por el Centro Alemán de Investigación del Cáncer, que dirigió el doctor Harald zur Hausen, premio Nobel de Medicina 2008 por demostrar el papel del virus del papiloma humano (VPH) en la aparición del cáncer de cuello uterino. El mismo Zur Hausen, que fue uno de los participantes en la reunión, la postuló con otros discípulos jóvenes.
Allí, ella trabaja en la División Caracterización de Virus Tumorales con una familia de virus descubiertos a fines de los años 90 en la sangre de tres pacientes con hepatitis. "Los virus TT los tiene en el cuerpo el 98% de la población y habría cierta evidencia de que estarían asociados con la aparición de ciertos tipos de cánceres y enfermedades autoinmunes", explicó Borkosky.
Era de esperar que en este encuentro no eligiera la reunión a puerta cerrada con su jefe. "Puedo charlar con él otros días (risas). Pude ir a la clase con Ada Yonath, que nos contó cómo soportó la frustración hasta llegar a lo que descubrió y cómo tenemos que estar preparados para que las cosas no salgan bien. Esta reunión es una interacción científica, pero también personal con los Nobel."






