
Un tratamiento menos invasivo para tumores de próstata
Es ambulatorio y de bajo riesgo
1 minuto de lectura'
Un nuevo tratamiento con ultrasonido, disponible en el país desde hace unas pocas semanas, amplía las posibilidades de tratamiento del cáncer de próstata. De todas las afecciones oncológicas del varón, ésta es la segunda que más muertes ocasiona; se estima que se producen unos 30.000 nuevos diagnósticos cada año en la Argentina.
"Este nuevo procedimiento es totalmente ambulatorio: el paciente puede volver a su casa a las dos horas de realizado el tratamiento", comentó el doctor Luis Montes de Oca, director del Centro de Urología (CDU), primera institución de América del Sur que cuenta con un equipo de Ultrasonido Focalizado de Alta Frecuencia (HIFU, según sus siglas en inglés).
El tratamiento destruye los tejidos tumorales de próstata al dirigir el ultrasonido hacia múltiples puntos de 3 por 12 milímetros, prefijados por computadora, que alcanzan una temperatura de 100°. "Su indicación es el carcinoma de próstata localizado, que es aquel que no se ha extendido más allá de esta glándula", dijo el doctor Marcelo Borghi, director del CDU.
"Un grupo de pacientes que se puede beneficiar está integrado por pacientes que no han recibido ningún tratamiento previo", agregó Borghi. "Una ventaja que presenta este nuevo tratamiento por sobre los tradicionales -como la radioterapia, la cirugía o la braquiterapia- es que puede preservar la función eréctil, que es algo que preocupa mucho a los pacientes", agregó el doctor Edgardo Becher, director del CDU.
La experiencia clínica de este método, aprobado en Europa, Canadá y Japón, muestra que sólo el 1% de los pacientes que son tratados con HIFU desarrollan impotencia.
"Otros pacientes que pueden beneficiarse con este tratamiento son los que ya han sido tratados con otros métodos, pero el tratamiento falló -comentó Borghi-. Estos son pacientes muy complejos, ya que la radioterapia o la cirugía han alterado la anatomía normal del paciente, y una reintervención con estos métodos supone un riesgo muy elevado de complicaciones. La tasa de impotencia en una reintervención se eleva al casi el ciento por ciento."
Además, agregó Becher, "quienes han recibido radioterapia o braquiterapia [implante de semillas radiactivas] ya no se pueden irradiar más, han cumplido con su cuota de radiación. El HIFU destruye el tejido por calor y no importa si el paciente ha sido irradiado previamente". Este tratamiento puede incluso ser repetido.
Este uso del ultrasonido se realiza con el paciente bajo anestesia general. El instrumental, que se introduce por una suerte de catéter a través del recto, permite tomar imágenes del campo operatorio y a la vez emitir ultrasonido en forma focalizada.
"Su efecto secundario habitual es un proceso inflamatorio o edema de la zona tratada, que ocasiona una obstrucción urinaria transitoria -explicó Montes de Oca-. Esta se resuelve con la colocación de un catéter que permite la eliminación de la orina, que se quita en promedio a los 3 días del procedimiento."






