
Una mujer concibió un hijo con esperma de su propio hermano
Se trata de Jeanine, la maestra francesa de 62 años que dio a luz un varón en mayo
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El mes último el mundo se había asombrado con una noticia fuera de lo común: Jeanine, una maestra jubilada de 62 años había tenido un hijo. En Fréjus, al sudeste de Francia, la mujer había dado a luz luego de someterse a un procedimiento de fertilización asistida. Ayer regresó a la tapa de los diarios. Y provocó un escándalo. Reveló que el padre biológico de la criatura era su propio hermano Robert, de 52 años. Inseminación artificial mediante, Jeanine había recibido un óvulo de una donante norteamericana fecundado por esperma de Robert.
“Se está llegando a una situación caricatural y a una realidad lindante con lo sórdido”, dijo ayer a la prensa el profesor Jacques Montagut, del Comité de Ética (CNEE) de Francia.
La mujer, por su parte, argumentó: “No podía transmitir mi patrimonio genético debido a mi edad, así que pensé en mi hermano para que nuestra línea familiar continuara”.
El doctor Vicken Sahakian, el especialista del Pacific Fertility Center de Los Angeles, Estados Unidos, que efectuó el procedimiento, dijo: “No hubiera realizado estas fecundaciones si hubiera sabido que eran hermanos”.
Más tarde, en declaraciones a la agencia AFP se retractó: “Si no existe un problema médico, si ambos gozan de buena salud, no veo por qué tiene que haber un problema ético”.
Jeanine y Robert se sometieron al procedimiento de fertilización asistida en los Estados Unidos porque en Francia un artículo del Código de la Salud Pública dispone que las parejas de hombres y mujeres que se someten a esas técnicas deben estar “en edad de procrear, casados, o en condiciones de aportar la prueba de una vida en común de por lo menos dos años”, informó ayer el diario Le Monde.
Pero el caso fue más allá de la edad: la mujer estadounidense que donó sus gametas para que fueran fecundadas con el semen de Robert también recibió uno de sus propios óvulos, se embarazó, y dio a luz en Los Angeles a una niña con el mismo patrimonio genético del bebe de Jeanine. La identidad del padre fue descubierta por el doctor Sahakian cuando Robert, que sufre una minusvalía grave como consecuencia de un intento de suicidio, regresó a los Estados Unidos para ver a la niña de la mujer estadounidense.
Mientras tanto, en Francia, se inició una investigación judicial y se pidió a los servicios sociales que estudien el entorno familiar del niño.
En la Argentina, el doctor Sergio Pasqualini, especialista en fertilidad y director del Instituto Halitus, afirmó a La Nacion que “si bien al médico lo engañaron y actuó de buena fe, creo que estas personas no hubiesen pasado ninguna de las consultas y evaluaciones psicológicas que habitualmente hacemos con las parejas”.
En declaraciones al diario Le Parisien, Jeanine aseguró: “No tengo ningún cargo de conciencia. No soy una irresponsable, mi bebe no es fruto de una relación consanguínea. Mi hermano y yo somos personas sanas, de espíritu y de cuerpo”.
Los especialistas en salud mental, mientras tanto, recordaron en Francia y en otros sitios la condición patológica del incesto.
Qué opinan los expertos argentinos
José Mainetti, especialista en bioética: “La maternidad tardía hoy está al alcance y, desde el punto de vista moral, no es objetable. Que una mujer haya tenido un hijo a partir de un óvulo fecundado con esperma de su hermano es problemático en relación a los lazos familiares. Lo importante es que las personas involucradas sean competentes, según dicta el principio de autonomía en bioética”.
Luisa Barón, psiquiatra especialista en fertilidad: “La edad es secundaria. Lo grave es que una mujer tenga un hijo con esperma de su hermano. Desde la mitología hasta Freud sabemos que el drama de Edipo desemboca en la tragedia. Y esto es incestuoso. No hay que cuestionar la fertilidad asistida sino la personalidad de estos hermanos que muy probablemente padezcan una enfermedad mental grave, es decir, una psicosis”.
Hugo Litvinoff, miembro titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina: “La estructura psíquica es conservadora, no suele acomodarse con facilidad al vertiginoso desarrollo de la tecnología y a veces, en lugar de servirse de ella, queda entrampada en sus promesas omnipotentes de felicidad. Hoy es posible tener hijos de maneras poco convencionales: hasta se puede llevar en el propio vientre y en edad avanzada, al hijo de un hermano, cumpliendo un impulso incestuoso que antes la biología hubiera impedido y la sociedad marginado. Es difícil prever la magnitud de la huella en el psiquismo de la criatura. No será inocua, aunque el desarrollo de su vida no dependerá sólo de ello. Es necesario que la tecnología avance. Sin embargo, no será fácil adaptarse ella ni sacarle el mejor provecho sin dañarse”.






