Una nueva investigación científica propuso otra teoría sobre el origen del universo
Durante décadas la teoría más sólida para explicar el comienzo de la vida fue la del Big Bang; qué dice el concepto de “cosmología de rebote de la materia no singular”
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La teoría de cómo comenzó el universo es todo un misterio aun con el avance de la tecnología de los últimos años; sin embargo, la comunidad científica adoptó la teoría del Big Bang como la más sólida para explicar el comienzo de la vida. Con esta teoría se quiere confirmar que el universo comenzó como un punto, pero a medida que transcurrió el tiempo se expandió a niveles agigantados que ahora tiene un tamaño incalculable. Pero un nuevo concepto vino a desplazarlo, se trata de una teoría compartida en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics.
La teoría más aceptada sobre el origen del universo es la del Big Bang, que explica que el universo comenzó hace aproximadamente 13.8 mil millones de años, a partir de una singularidad extremadamente caliente y densa que se expandió rápidamente creando todo el espacio, el tiempo, la materia y la energía que conocemos. Sin embargo, la teoría no explica qué sucedió antes de la explosión ni qué la generó.
En las últimas semanas, en el artículo publicado en el Journal of Cosmology, se presentó el concepto de “cosmología de rebote de la materia no singular”, elaborado por un equipo internacional de científicos que propone que el universo “rebota” entre una era de Big Bang caliente y densa, y el tipo de universo que vemos hoy, mucho más frío. Es decir, para los especialistas el universo de hoy es un reciclaje de un universo anterior.
“En particular, el aumento de las perturbaciones de curvatura del superhorizonte, durante una fase de contracción de la materia en combinación con un corto período transitorio desde la contracción de la materia hasta el Universo en expansión HBB, puede conducir a perturbaciones de curvatura aumentadas en escalas pequeñas durante la fase HBB, colapsando para formar PBHs”, señalaron en la investigación.
Esto quiere decir que los agujeros negros primordiales podrían ser restos visibles que surgieron de disturbios durante el caos del universo temprano, es decir, la materia oscura podría estar compuesta por estos agujeros negros.
En el caso de que esta hipótesis se cumpla, las ondas gravitacionales generadas durante el proceso de formación de los agujeros negros podrían ser detectables por futuros observatorios de ondas gravitacionales, lo que proporcionaría una forma de confirmar este escenario de generación de materia oscura. No obstante, no existen suficientes agujeros negros para explicar este fenómeno en la actualidad.
A pesar de que esta teoría vino a patear el tablero en la comunidad científica, el Big Bang sigue siendo la mejor explicación para entender cómo se formó el universo. En cuanto a la nueva teoría, los investigadores pueden averiguar si la cosmología de “rebote” tiene valor porque ciertos colapsos de agujeros negros primordiales podrían generar ondas gravitacionales.
Solo en misiones futuras se podría descubrir algo inesperado, ya que esta nueva teoría del “rebote” necesita más evidencia como para desplazar a la teoría del Big Bang que perduró durante las últimas décadas y, hasta el momento, sigue siendo la mejor manera de explicar el comienzo de la vida hace 13.8 mil millones de años atrás.
LA NACION