Tiene 12 años y desde los 9 trabaja en la cosecha de la yerba mate: “Me levanto a las cinco de la mañana”
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Nico tiene 12 años y vive en Puerto Esperanza, una localidad a menos de 60 kilómetros de la turística Puerto Iguazú, en Misiones. Desde que tiene 9, se levanta a las cinco de la mañana para trabajar en la cosecha de yerba mate, como muchos otros chicos y chicas de esa provincia. Se lleva ropa, un plato, una cuchara y se arma un colchón con tacuaras. Así transcurren sus días en la tarefa. Su tarea: cortar y arreglar la yerba, "para ponerla a ponchar".
–¿Por qué empezaste a trabajar?
–Porque necesitábamos en mi casa. Ropa, para comer –responde tímidamente Nico.
–¿Hay muchos chicos en la tarefa?
–Sí, muchos.
–¿Cuál es su sueño?
–Seguir trabajando, nomás –dice, con una crudeza y una naturalización de su situación que noquea.
Su testimonio forma parte del documental "Libres de Trabajo Infantil", de Posibl., que se estrena hoy, en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, en Flow. Es una continuación del documental "Me gusta el mate, sin trabajo infantil", realizado por la misma productora en 2013. De la mano de la organización social Un Sueño para Misiones, busca concientizar sobre la realidad que se esconde en los yerbales de esa provincia donde la tierra colorada contrasta con el verde de la selva.
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Según el Modelo de Identificación del Riesgo del Trabajo Infantil y Adolescente (MIRTI), un índice que permite identificar cuáles son las provincias y departamentos de la Argentina con mayor posibilidad de presentar trabajo infantil, Misiones encabeza el ranking. Se trata de un índice elaborado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación; la Organización Internacional del Trabajo (OIT); la CEPAL y la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil que, entre otros factores, consideran si los niños, niñas y adolescentes pertenecen a hogares cuyo jefe es asalariado no registrado, si asisten a la escuela y si cuentan con cobertura de salud paga.
Patricia Ocampo es presidenta y fundadora de Un Sueño para Misiones. Desde hace años trabaja de forma incansable para visibilizar y erradicar el trabajo infantil en la cosecha de la yerba mate y otros cultivos. En diálogo con LA NACION, cuenta que si bien considera que se avanzó en la toma de conciencia sobre esta problemática, instalándola en la agenda pública y política, en términos generales la situación crítica de los tareferos (quienes cultivan artesanalmente la yerba mate), continúa siendo la misma que cuando empezó a denunciarla.
"Estos días estuvimos repartiendo barbijos y alcohol en gel a los trabajadores, y nos contaban cómo sigue habiendo muchos chicos y chicas que acompañan a sus familias a la cosecha, ya que se les paga por tonelada e intentan juntar la mayor cantidad posible entre todos. Los responsable hacen la vista gorda", cuenta Ocampo.
Son chicos y chicas como Nico, que empiezan a trabajar entre los cinco y 13 años. La deserción escolar es una moneda frecuente, pero también los problemas de salud. Se trata de un trabajo tan sacrificado como mal pago, que consume sus cuerpos y golpea todos y cada uno de sus derechos, como a jugar, descansar, estudiar. En definitiva, a ser niños y niñas.
Para Ocampo, restaurar los derechos de esos chicos debería ser una prioridad urgente para el Estado. "Si entendemos que un chico como Nico está perdido, estamos perdidos nosotros como sociedad, porque ese niño no eligió ni decidió estar ahí. Tenemos una responsabilidad ética y moral como ciudadanos de sacarlo de ese lugar", dice la fundadora de Un Sueño para Misiones.
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Ella lo vivió de cerca. Tenía tres años cuando estuvo por primera vez en un yerbal, a kilómetros de la ciudad de Oberá. Fueron meses de levantarse a la madrugada, esperar al camión, ir hacia la tarefa y permanecer fuera de su hogar entre 15 días y un mes, una realidad que pronto empezó a naturalizar. Cuando consiguió trabajo como empleada doméstica en una sala de primeros auxilios y un puesto en la municipalidad, sus padres decidieron no volver a la tarefa. "Se rebelaron contra el sistema y dejaron de naturalizarlo, como yo, que ahora quiero ser la voz de los que no la tienen", asegura.
Según el MIRTI, en la zona
Con respecto al impacto de estos trabajos en la calidad de vida inmediata y las proyecciones a futuro de los chicos y chicas, el panorama no podría ser más oscuro. "Ese chico que empieza a trabar, a los 40 o 45 años va a tener muchos problemas de espalda y cintura por los raídos –bolsones– que llevan a cuestas. Los contratistas se empiezan a pasar la voz y lo dejan de llamar para trabajar. Cuando a un niño le quitas la posibilidad de educarse pero además trabajan tantos años en condiciones no protegidas, se convierten en adultos sin oportunidades y con problemas de salud", sostiene Ocampo.
En el ecosistema de la tarefa, donde los servicios se subcontratan, las responsabilidades muchas veces se diluyen. "La empresa o el productor contacta al contratista que a su vez subcontrata a los tareferos. Cuando hay una situación de trabajo que no es digno, la responsabilidad recae en el contratista, pero consideramos que el productor debería ser responsable porque es su tierra", señala Ocampo.
Con respecto a las políticas públicas que son indispensables para dar batalla al trabajo infantil, Martín De Nicola, coordinador de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti), subraya la necesidad de fortalecer la articulación entre la Nación y las provincias, incorporando al sector público, privado y sindical, y logrando una mayor incidencia territorial. "En cuestiones más prácticas y de incidencia, desde la Red de Empresas Contra el Trabajo Infantil, que está integrada por más de 100 empresas, se está haciendo un trabajo fuerte en las cadenas de valor con proveedores, clientes, empleados", sostiene De Nicola. En esa línea, dice que hay eslabones que son "un poco grises", como los servicios terciarizados de transportistas en las cosechas de yerba mate, por ejemplo.
Este punto, para Ocampo, es clave. Un Sueño para Misiones lleva años trabajando por la sanción de un proyecto de ley que diseñe e implemente un programa para la certificación de la cosecha de productos agrícolas, en el marco de las políticas públicas tendientes a prevenir y erradicar el trabajo infantil, y garantizar el trabajo adolescente bajo condiciones protegidas. La iniciativa pretende, a su vez, contribuir progresivamente a mejorar las condiciones de trabajo en un sector de la producción que, además de constituir un área particularmente sensible a la utilización de mano de obra infantil, evidencia altos niveles de precarización e informalidad laboral.
"Volvimos a presentar la ley el año pasado junto al entonces diputado Daniel Arroyo y ahora estamos teniendo reuniones vía Zoom con los diputados y diputadas que nos quieran atender para que sumen una carta de adhesión al proyecto", cuenta. Además, están juntando firmas en la plataforma Change.org .
"Proponemos que el INTI sea el organismo que certifique que las empresas son libres de trabajo infantil. Creemos que como consumidores tenemos que tener esa opción de elegir en góndola productos que nos garanticen que se cuidó a los trabajadores y sus familias", concluye Ocampo.
Más información
- Libres de Trabajo Infantil: Hoy se estrena en Flow el documental de Posibl. "Libres de trabajo infantil" que busca concientizar sobre la realidad que se esconde en los yerbales de Misiones. Cuenta con el testimonio de un niño que relata en primera persona la cruel realidad del trabajo infantil.
- Un sueño para Misiones: conocé más sobre la organización, sus iniciativas a nivel local y regional.
- Sumá tu firma a su petición en Change.org para certificar productos libres de trabajo infantil.