
Obras y artistas imperdibles del siglo XXI
Videoinstalaciones, site-specifics y acciones puntuales marcan tendencia en las mejores obras del arte contemporáneo, según el curador Cuauhtémoc Medina
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No engalanarán paredes blancas ni se ubicarán sobre pedestales. Los cuadros y las esculturas por las que se puja con tanto interés en las subastas tienen ya el mote de "siglo pasado". Y a juzgar por el mexicano Cuauhtémoc Medina, curador internacional de arte contemporáneo que trata cotidianamente con artistas en plena actividad, la producción de este siglo está y seguirá estando atravesada por las nuevas tecnologías y las propuestas audiovisuales que podrán verse en cualquier momento y desde cualquier lugar del mundo.
Frecuente visitante de nuestro país y actualmente responsable de dos exposiciones en Buenos Aires (la de Francis Alÿs, en el Malba, y la de Jeremy Deller, en la Fundación Proa), Medina se anima a señalar que el arte de este milenio que apenas lleva 15 años y dos días no se centrará en los formatos tradicionales. Estará más vinculado con las investigaciones y las reflexiones históricas y sociológicas, cuyas acciones serán traducidas o registradas en videoinstalaciones.
"Más allá de la estética de las producciones, se registra un giro hacia reflexiones y prácticas de valor social", afirmó a la nacion, al señalar especialmente a las primeras "ocho mejores obras de arte del siglo XXI", ninguna de las cuales se presenta en soportes convencionales pintados al óleo o tallados en piedra.
De Gran Bretaña a Colombia y de los Estados Unidos a la República Checa, Jeremy Deller, Doris Salcedo, Teresa Margolles, Jean Luc Godard, Francys Alÿs, Harun Farocki, Hito Steyerl y Andrea Fraser son sus elegidos. Obras de todos ellos han sido exhibidas en nuestro país en estos 15 años y dos días.
Una grieta de 167 metros para explicar el racismo
En 2007, Doris Salcedo (Colombia, 1958) dividió en dos la Sala de Turbinas de la Tate Modern Gallery con Shibbolet, una instalación por medio de la cual buscó reflexionar artísticamente sobre el racismo. También se trató de una evocación al poema homónimo del escritor judío Paul Celan, en el que hace alusión al duelo permanente de parte de la humanidad.

Línea verde entre judíos y árabes
En 2004, Francis Alÿs (Bélgica, 1959) hizo un action painting de 24 kilómetros de la división de Jerusalén, partida en dos tras los combates entre diciembre de 1947 y junio de 1948. Usó 58 litros de pintura para esta reflexión: "A veces hacer algo poético puede convertirse en político y a veces hacer algo político puede llegar a ser poético". La acción se convirtió en un video de 17 minutos.

Teatralizar la violencia de mineros y policías
En 2001, Jeremy Deller (Londres, 1966) investigó y recreó con sus propios protagonistas el enfrentamiento de mineros y policías sucedido en 1984, durante una de las huelgas más virulentas de ese sector en Gran Bretaña. El artista documentó todo el proceso y lo convirtió en un video que puede verse en Buenos Aires en El ideal infinitamente variable de lo popular, en Fundación Proa.

Servicios sexuales a un coleccionista
En 2002, Andrea Fraser (Estados Unidos, 1965) le planteó a la galería Friedrich Petzel ofrecerse a otorgar sus servicios sexuales a un coleccionista a cambio de ayuda para sus trabajos. La propuesta se convirtió en realidad en 2003 y quedó documentada en un video del que se hicieron cinco copias, una de las cuales está en manos del coleccionista que coprotagoniza la relación.

El cine como una recreación pictórica
En 2014, Jean Luc Godard (Francia, 1930) estrenó la película Adiós al lenguaje, dándole al 3D una profunda búsqueda estética. "Es lo que Picasso hubiera querido hacer", afirma Cuauhtémoc Medina, al señalar la obra como una de las mejores joyas estéticas de este cineasta que ha superado el centenar de películas en distintos formatos en más de 50 años de trayectoria.

Develar lo que ocultan las imágenes bélicas
En 2002, Harun Farocki (República Checa, 1944-Berlín 2014) presentó Ojo Máquina, una instalación visual por la que procuró hacer pensar al público sobre el uso cinematográfico que se les ha dado a las imágenes bélicas. Una parte de esta serie fue presentada por Farocki en Buenos Aires en la muestra que brindó Proa, en 2013.

Vapor para pensar en la desaparición de personas
En 2001, Teresa Margolles (México, 1963) desarrolló una sala con condensadores que convierten el agua usada para lavar cadáveres, luego desinfectada, en vapor. Fue su manera de referirse al proceso de disolución y desaparición de personas, un tema que la inquieta desde su infancia. La instalación se presentó por primera vez en Mex-Art, en Berlín 2002.

La invisibilidad dentro de la humanidad
En 2013, Hito Steyerl (Alemania, 1966) produjo especialmente para el pabellón de su país en la Bienal de Venecia una serie de videos denominada Cómo no ser visto. Un puto instructivo didáctico.Mov. Parte de su obra fue presentada en Buenos Aires en la Bienal de la Imagen en Movimiento, organizado por la Untref, que trajo a la artista por primera vez a América latina.






