Beso sobre beso
Si se está en París, el beso es frente a la Torre Eiffel. O –en honor a aquella película de Léos Carax–, en medio del Pont-Neuf. Pero si la ciudad es Berlín, el álbum de recuerdos (o ese sucedáneo algo histérico que son las redes) clama por East Side Gallery, la galería a cielo abierto que, junto al río Spree, sobre una sección del viejo Muro, exhibe maravillas de murales y arte callejero de un centenar de artistas. Allí fue la pareja de esta foto, mexicanos de visita en tierra alemana. Y si había un lugar donde plasmar el encuentro, era frente a la obra donde Dmitri Vrubel recupera la célebre imagen del celebérrimo beso entre Leonid Brezhnev y Erich Honecker. Tiempos optimistas aquellos, cuando el fin de la Guerra Fría anunciaba la llegada de un paraíso que, como todos los edenes, nunca jamás arribó. Quedan las fotos, el divertimento pop, la pizca de ironía que siempre oficia de salvadora