El “asesino de X” se cobró una nueva víctima, el escritor noruego Karl Ove Knausgård: “Lo maté por su megalomanía”

Esta mañana, desde la cuenta falsa de la editorial noruega Forlaget Oktober, en X se difundió la noticia de la muerte del escritor noruego Karl Ove Knausgård (Oslo, 1968), cuyas obras integran el catálogo del sello escandinavo. “Nuestro querido autor Karl Ove Knausgård falleció hace pocos minutos en un accidente”, se informaba con edulcorada prosa en la publicación, acompañada de una imagen del fotogénico escritor. El mensaje se repitió desde otras cuentas falsas que ya fueron eliminadas de X.

En esta ocasión varios usuarios y medios de comunicación desconfiaron ante la fúnebre noticia ideada por “el asesino de Twitter”, el profesor y periodista italiano Tommasso Debenedetti; algunas incluso informaron que se trataba de una noticia falsa difundida por una cuenta falsa. Al parecer, la “lección” que Debenedetti quiere dar al mundo sobre la poca fiabilidad de las redes sociales como fuente de información comienza a dar frutos (al menos en lo que atañe a sus propios “asesinatos”).

Consultado por LA NACION, Debenedetti -que en esta ocasión creó además la cuenta falsa de “Pino Nameri” (que ya no existe en X) para difundir la noticia- dijo que había “ejecutado” a Knausgård “por su megalomanía” y porque era “el máximo escritor noruego más famoso después de Jon Fosse”. El autor de La muerte del padre declaró en varias oportunidades que era admirador y discípulo de Fosse, Premio Nobel de Literatura en 2023.

“Ha sido un experimento -agregó Debenedetti-. Knausgård tiene solo 55 años, pero muchos en Noruega, Suecia y en el mundo han creído que había muerto. ¡Así son las redes sociales!”.

Anteriormente y para probar su identidad, “el asesino de Twitter” había anticipado a este medio la falsa muerte de la escritora argentina Claudia Piñeiro, una de las más reconocidas dentro y fuera del país. Un día después de la asunción presidencial de Javier Milei, Debenedetti había creado “perfiles truchos” de funcionarios del Gobierno nacional (la ministra Sandra Pettovello y el ministro Guillermo Ferraro) para anunciar las muertes del escritor César Aira y del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.